—Sí quiero—dijo, Roni sonrió al escucharlo, tenía miedo de que la rechazara otra vez—. Mis días libres son cuando tengo entrenamiento, así que podemos ir a algún lado al salir de él—mencionó.
En ese momento no le estaba importando nada ni nadie, sólo se enfocó en él. Para muchos podía ser egoísta, pero siempre había que colocarse de primero, el resto iba luego.
—Genial—susurró ella, Evan se aleó un poco y tomó uno de los libros que estaba de la estantería más cercana.
— ¿Cuál me recomiendas? —preguntó—. No creí que serías de las que trabaja en una librería—mencionó.
— ¿Por qué?
—No sé, sólo no te imaginé—respondió—. Si hubiese querido encontrarte, no habría pensado en este lugar. Quizás en algún café o restaurante de comida.
—Eso es lo bueno de mí, ¿no? Soy impredecible—Evan sonrió.
—Sí, realmente lo eres—le dijo, miró la hora en su reloj y supo que ya debía marcharse—. Creo que debo irme, tengo que estudiar un poco para mi debate de mañana.
—Oh, ¿de qué es?
—Psicología humanista—respondió—. Pirámide de Maslow, seguro lo conoces pero no con ese nombre—rió, Roni se encogió de hombros y luego rió. Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla—. Te veo mañana.
Se despidió de ella y salió del lugar. Dio una mirada hacia atrás para verla y sonrió, que horrible era sentirse de esa forma. Era el sentimiento más lindo pero al mismo tiempo el que más le aterraba.
Se montó en su auto y colocó la radio, una canción de Kloss sonó en la estación y sonrió al identificarse con ella. No solía hacerlo pero a veces se sentaba en su habitación a escuchar las canciones que más gritaban su nombre. La voz de Axel Trail invadió su auto y sólo se mantuvo firme al volante, necesitaba parar todo; siempre tenía el peso de hacer las cosas bien, de llamar la atención, de ser Evan Brown, el chico guapo, atlético, inteligente y encantador que toda chica quería, pero nunca tenía la libertad de ser Evan, el chico tranquilo, relajado, que realmente no salía con todas las chicas y el cual le daba un poco de miedo iniciar una relación con alguien.
Los códigos, más que ayudarse entre amigos, era su mecanismo de defensa para no hacer lo que más le aterraba.
—Necesito contarte algo, ¿estás? —mandó una nota de voz a su mejor amigo—. Es importante—agregó en otra.
Cory no se encontraba en ese momento disponible y por lo que pudo ver en su última conexión, posiblemente estuviese dormido. ¿A quién podía escribirle para soltar todo?
Llamó a Gastón quién le contestó al poco tiempo.
— ¿Qué? —escuchó la voz de su amigo.
—Vaya, pero que lindo me contestas—dijo y se rió—. Necesito hablar con alguien, ¿pudo hablar contigo?
— ¿No tienes un psicólogo al cuál buscar? ¿O una chica que le guste hablar? Te doy el número de Keyla si quieres.
—Gastón...quiero hablar con un amigo—le dijo.
—Bien, ¿qué sucede? ¿Por qué estás alterado?
— ¿Sueno alterado?
—Suena que necesitas hablar con alguien y no importa quién—respondió—. Estás alterado porque normalmente tú te guardas tus cosas y lo hablas con tu psicólogo.
Evan suspiró y entró a su casa, pudo notar que sus padres todavía no llegaban de su trabajo.
—Creo que no sabes por qué son los códigos—dijo.
—Pensé que los creaste con Cory porque un día ambos se fijaron en la misma chica.
—Lo creamos Cory y yo para que nunca sucediera eso otra vez—respondió—. Pero realmente fue con Oliver el inconveniente; cuando teníamos trece ambos nos fijamos en Brenda Davis, era una chica regordeta, risueña y demasiado bonita y segura de sí misma. Era diferente a lo que nos gustaba pero por una extraña razón, a los dos nos llamaba la atención. No dijimos nada por miedo de lo que podía pensar el otro, en ese momento ambos estábamos en esa etapa de "lo esencial es el físico" y Brenda era todo menos una chica popular.
»Se me ocurrió una vez escribirle por Facebook, ella y yo empezamos a hablar por privado, me dio su número y llamaba a escondidas, Oliver se enteró un día y en vez de decirme lo que sucedía, prefirió escribirle a Brenda y buscarla para invitarla a salir, le metía ideas sobre que yo estaba usándola y que realmente no merecía estar con ella; Brenda fue inteligente y no le creyó, me contó lo que él le había dicho, pero ya era tarde, Oliver había creado el rumor entre los chicos del equipo sobre que yo estaba saliendo a escondidas con ella sólo porque quería hacerlo molestar. Como si fuese una venganza contra él o algo así.
»La verdad es que peleamos y el equipo de dividió en dos, Brenda al final se alejó de ambos porque se sentía culpable—palabras dichas por ella—de separar a dos amigos. Cory creyó que debíamos hacer algo para solucionar todo eso y juntos creamos los códigos, si te llamaba la atención de una chica, tenías que decirlo así otro chico no podía fijarse en ella para que no sucediese eso nuevamente. Todos estuvimos de acuerdo y poco a poco se fueron agregando más códigos hasta tener lo que tenemos ahora. Cory piensa que los códigos tuvieron que quedarse atrás una vez que dejamos la secundaria, pero pienso que son esenciales para poder convivir entre todos y no crear equipos nuevamente.
—O sea que, debes decir que te gusta Roni para que nadie se fije en ella—dijo entendiendo—. Es como un poco territorial eso, ¿no crees?
—Sí—respondió—, por eso no lo había dicho.
—Pero vino Benjamín y se te adelantó y según tus códigos tú no deberías fijarte en ella—dijo entendiendo las cosas, Evan asintió a pesar de que él no podía verlo—. ¿Por eso estás así? Por eso cada vez que ella te invita a salir buscas cualquier excusa para no decirle que sí—suspiró—. Estás en un lío, todo por unos códigos que inventaste a los trece años.
—Me gusta mucho Roni—le dijo—, ella no sé, es magia. Me siento diferente cuando estoy con ella, antes la miraba desde lejos porque tenía esta sensación de que no congeniaríamos pero dios, hablar con ella es lo más entretenido en todo el día.
Gastón mantuvo silencio por un momento y luego habló:
—Creo que es hora de que termines con tus códigos de una vez.
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Holi, actualizo tarde porque acabo de terminarlo y necesitaba subirlo porque ajá, quería que supieran esta parte de Evan ahdkad
¿Qué tal el capítulo? ¿Creen que Evan va a hacerle caso a Gastón?
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Los códigos de Evan
Short StoryEvan es el perfecto capitán del equipo, tiene a todos encantados con su personalidad y sabe cómo ganarse al mundo; nadie nunca duda de él, de sus acciones ni de su forma de ser, pero tanta perfección deja inquieta a Roni. ¿Cómo podía ser posible qu...