-¿No te han dicho que eres muy insoportable, Cayu? -lo miré.
-Muy seguido. -contestó un moreno.
El calvo como respuesta lo fulminó con la mirada.
-¿Cómo está Brock? -pregunté. Ambos me miraron sin entender. -Él Chino.
-No te importa. -Contestó el calvo.
-Cómo diga, Sheriff. -rodé los ojos. Su tensa mirada se posicionó en mi en segundos para luego apuntarme con su escopeta. -¿Qué? No creo que serías capaz de ensuciar el blanco de estas paredes. -lo miré mientras acariciaba la pared.
-Déjate de juegos, niña. ¿Cómo sabes? -me miró con total seriedad. Subí mis hombros en forma de respuesta. -Contesta. -se acercó.
-Vamos calvito, hasta un burro se daría cuenta. -apoyé mi espalda en la pared. -intentas liderar, lo cual te sale horrible por cierto. -el moreno soltó una pequeña risa, llevándose una mala cara por parte de él. -cuando disparaste allá fuera lo hiciste con desición, mantenías un aspecto firme ante situaciones críticas, apuntas con esa cosa sin ningún escrúpulo lo que me da a saber que ya lo has hecho antes. -volví a subir mis hombros. -eras policía o un asesino con un don inato.
-Igual de impresionantes que siempre, Summer. -se acercó él famoso dueño del lugar. Venía limpiando sus manos con un trapo que solía ser blanco, el cual ahora simplemente es rojo. -Mira cómo estás pequeña. -se acercó para fundirnos en un abrazo.
-Hola Hershel. -correspondí su abrazo.
Inhale lo más que pude de su aroma campestre combinado con un poco de sudor, eso no fue tan agradable.
-Mira cómo estás. -me tomó de los hombros para alejarme. -esperamos a que volvieras, nunca regresaste.
-Perdón por eso viejito. -sonreí de lado mientras rascaba mi nuca.
-¿La conoces? -se acercó Cayu.
-Sólo te diré que no vuelvas a apuntarla con esa cosa. -apuntó la escopeta.
Asintió mientras me miraba con algo de enojo, por no decir que me estaba acuchillando brutalmente con la mirada.
[...]
-Supongo que te quedarás. -me miró la pequeña rubia, la cuál no se a alejado desde que supo mi presencia.
Me habían ofrecido una agradable ducha, ropa limpia y comida. Igual de buenos que siempre estos Greene.
-Tengo qué. -subí mis hombros mientras echaba un pedazo de carne a mi boca. -tú amigo calvo me quitó todo el día para buscar refugio. -recargue mi espalda sobre el respaldo de la silla.
-¿Luego te irás? -me miró. Sus ojos azules se llenaron de lágrimas en tan solo instantes.
-No lo sé. -acaricié su cabeza. -supongo que sí, no pertenezco aquí rubia, lo sabes.
-Claro que no es así. -entró Hershel. -siempre serás bienvenida en esta casa Summer. -Cómo respuesta le sonreí de lado para acto seguido echarme un pedazo de carne a la boca. -Maggie quiere ver a la persona que rescato a su novio.
El pedazo de carne paso sin ser completamente masticado hasta mi estómago, lo que produjo que me ahogara.
-¿Sale con Brock? -tosí. Beth rió ante aquél apodo estúpido.
-Ahora que lo pienso, tienen los mismos ojos. -estalló de risa la pequeña rubia.
Sonreí de lado mientras me levantaba.
-Te regalo mi comida, rubia. -hablé antes de salir.
Subimos la escalera hasta llegar al segundo piso, seguía todo como lo recordaba. Me dirigió hasta la habitación que solía ser de él antiguamente, abrió la puerta sin titubear produciendo las mirada de ambas personas que se encontraban dentro.
-Summer. -me miró Maggie para luego lanzarse sobre mí.
-Hola Dora. -la abracé. Esta río al escuchar esto.
-Sigues con tus tontos apodos. -se separó de mí. -gracias por salvar a Glenn. -me sonrió de lado.
-Prefiero Brock. -lo miré por sobre su hombro.
Maggie se acercó hasta el heridos Glenn. Definitivamente prefiero Brock.
-Summer. -me miró Brock. -gracias.
Asentí con la cabeza mientras miraba la habitación, aún conservaba un poco de cómo la conocía.
-Los dejaré a solas para sus cosas. -hablé mientras introducía mi dedo dentro del agujero que había hecho con la otra mano.
-¡Blake! -rió Maggie mientras las mejillas del Chino se tornaban rojas.
-Su cara ya lo dijo todo. -apunté al Chino para después salir.
Pude escuchar un par de risas antes de alejarme. Bajé las escaleras dando saltos hasta llegar al primer piso, un par de personas se encontraban sentados en la mesa provocando que todos me miraran para acto seguido apuntarme con sus armas.
-La manía de la gente de hoy en día con apuntarme. -rodé los ojos mientras sacaba una manzana que estaba sobre la mesa.
-Bajen las armas. -apareció Hershel por la puerta de la cocina junto con su hija, la cual traía platos de comida. -su nombre es Summer.
Todos volvieron a su posición de antes, subí mis cejas para después salir de la casa. Ya había comido lo suficiente como para seguir. Me senté en la hamaca que aún conservaba, era completamente de noche y no había ningún alma viva por el lugar, a excepción de un hombre que estaba sobre la caravana, fumaba su cigarro con total calma mientras miraba los alrededores.
Me acerqué hasta la caravana provocando que se diera cuenta de mi presencia.
-¿No tienes más cigarros? -pregunté mientras lo miraba.
Su mirada era totalmente seria, el cigarro se posicionaba sobre sus labios mientras que con sus manos jugaba con una flecha.
-Son míos. -murmuró con voz ronca mientras volvía su vista hasta las flechas.
-Te puedo conseguir dos cajetillas más. -rodé los ojos. -tacaño.
-¿Entonces por qué me pides?
Lo miré en total silencio, tuche. Giré sobre ellos talones con intenciones de irme, di un par de pasos hasta que algo duro impacto contra mi cabeza. Me había lanzado su ensendedor.
Extendió la cajetilla sin mirar, gracias a la falta de altura que tengo tuve que ponerme de puntitas hasta alcanzar la cajetilla.
-Sólo porque hiciste enojar a Walash. -me miró. Subí una de mis cejas. -él calvo.
Asentí con la cabeza mientras le tiraba las cosas.
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Pequeña Perra ➳Daryl Dixon/Summer Blake➳
De TodoSi la dulzura que toda mujer posee al llegar al mundo hubiese estado de su lado, Summer hubiese tenido un incontable número de pretendientes, pero en su larga vida lo único que consiguió fueron montón de problemas. Blake siempre se descartó por ser...