-Juego a las escondidas con tú líder. -arrugue la nariz sin abrir los ojos.
-¿Puedes irte? -preguntó molesto.
-No estoy aquí porque quiero, flechitas. -abrí un ojo para mirarlo, mantenía su mirada fija en el techo. -La herida fue de una flecha. -me miró con un notorio enojo. -¿Qué? Yo no fui la imbécil que se clavo su propia flecha. -subí mis hombros.
-¿Cómo sabes? -intentó sentarse.
-No lo sabía, me lo acabas de confirmar. -sonreí de lado.
Un bufido salió de su parte para luego dejar un total silencio en la habitación. La noche ya había caído, podía notar la pequeña luz de la fogata que se encontraba fuera.
-¿Qué te pasó en el brazo? -preguntó.
Giré mi cabeza para mirar mi brazo y luego a él.
-Pulgas, te podrías desinfectar canino. -asentí con la cabeza le guiñaba un ojo.
Negó con la cabeza sin quitar la vista de mi brazo. -Es de aguja.
-¿No serás superdotado? ¿No? -me senté bien ya que prácticamente estaba desparramada en ma silla. -te dejaré solo, flechitas.
Me levanté de golpe produciendo que todo diera el doble de vueltas haciéndome caer de cara al piso. Flechitas se asomó por el borde de la fama con una sonrisa que apenas se podía notar.
-Cada uno avanza como puede, huraño. -cubrí mis ojos, las vueltas se habían empeorado.
La puerta se abrió sin previo aviso dejándonos ver una Maggie con comida.
-Sabes que no puedes levantarte. -se acercó una vez se liberó de la bandeja, con una notoria fuerza me levantó haciendo que me sentara en la cama. -mierda Summer, que comes.
-Pura musculatura, Dora. -miré el piso. -siento que rejurgitare algún asido. -la miré.
-Es normal, después de haber...
La interrumpí. -golpeado mi cabeza. -le sonreí de lado.
Me miró con una ceja en alto mientras asentía. -claro, les dejaré la comida y no te levantes, Blake.
Me apunto una vez me dejó nuevamente en la silla. Cerré los ojos mientras suspiraba, odio estar quieta
-¿Y yo soy el imbécil que se clavó la flecha? -murmuró
-Cállate y come tu estúpida sopa.
[...]
El resto de las horas que estuve encarcelada con el huraño este se pasó en total silencio, Carol le había traído un libro para que se divirtiera mientras que yo simplemente me comía los mocos, contaba mis cabellos y miraba por la ventana.
-Qué porquería de libro. -se quejó mientras echaba volar el libro por algún lugar de la habitación.
-¿Walash siempre fue calvo? -pregunté.
Sentí como su mirada se posicionaba sobre mí.
-No. -contestó de mala gana.
-Lo suponía. -suspiré para después mirarlo. Subió sus cejas. -Oh, ¿Quieres que siga? -miré el techo. -al parecer le arrancaron un mechón de pelo, su cabeza en una zona está más calva como para ser un mal rapado. -lo miré mientras subía mis hombros.
-¿Cómo sabes tanto de las personas sin conocerlas? -subí mis hombros. -¿Qué sabes de Rick? -lo miré con una ceja en alto. -el líder.
-Oh, Ricardo. -miré un mechón de pelo que estaba entre mis dedos. -hombre decidido a proteger a su familia y los suyos, decidido a hacer lo que sea con tal de estar seguro una noche más. Y es algo ingenuo. -volví a mirarlo.
-Dale. El viejo de la caravana.
-Hombre sabio, igual que Hershel. -sonreí de lado. -opina con toda la sabiduría que posee aún que no lo tomen en cuenta, corazón noble y puro.
-Carol.
Guardé silencio un par de segundos, ganándome su mirada. -Está llena de dolor y nostalgia, perdió la fe que tenía ante este mundo. -suspiré. -quizá antigua abusada por alguien que convivía, papá, hermano, esposo, no sé.
-¿Cómo sabes? -preguntó mientras se sentaba aún más en la cama.
-Intenta aparentar ser ruda ante los hombres, siendo que no es así. No habla con muchos varones más que contigo. -suspiré.
-Lorí. -lo miré.
-No querrás saber. -sonreí de lado. Asintió con la cabeza. -Engaña a Rick. -murmuré. Recorrió su mirada sobre mí, esperando a que dijese algo más. -con Walash. ¿Me dirás qué no te has dado cuenta de cómo se mirar y se apartan para hablar? -negué con las cejas en alto. -llevo y me di cuenta flechitas, no hay que ser muy inteligente.
-Daryl. -lo miré. -Daryl Dixon.
-Me agrada más flechitas. -subí mis hombros.
-Yo. -terminó de acomodarse por completo.
-Huraño, con fetiches extraños hacia las ardillas. -reí por lo bajo al ver su rostro. -he visto como las mira canino, no está bien. -suspiré. -evitas tú pasado por eso estás lejos de todo, aparentas que no te importa nadie pero aún así los proteges. Tuviste una sola meta que es encontrar a esa niña y al parecer la piensas cumplir.
-No soy huraño. -murmuró molesto.
-¿Terminaste con tus preguntas? Me cago de sueño. -suspiré mientras cerraba los ojos.
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Pequeña Perra ➳Daryl Dixon/Summer Blake➳
CasualeSi la dulzura que toda mujer posee al llegar al mundo hubiese estado de su lado, Summer hubiese tenido un incontable número de pretendientes, pero en su larga vida lo único que consiguió fueron montón de problemas. Blake siempre se descartó por ser...