XXX

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Caminé con mi mano en el bolsillo al igual que mi muñón. Daryl, Rick, Shane y Glenn se encontraban en la entrada esperándome. 

-Bien, aquí estoy. -hablé mientras me acercaba. -¿Qué quieren?

-Te buscamos Summer. -habló Rick, mantenía sus manos sobre su cinturón mientras me miraba.

-Me buscaron porque me dejaron. -lo miré. -me abandonaron a mi suerte, y fue pésima suerte.

-No te dejamos Blake. Estabas con los de la comunidad cuidándote, debíamos encargarnos de ese tipo. -habló Daryl mientras me miraba directamente a los ojos.

Reí por lo bajo. -son pésimos cuidadores. Desperté sola, desorientada y manca. -negué con la cabeza. - Jamás los hubiera dejado así. Ya no pertenezco a este grupo, estoy esperando un par de días y me iré. -los miré mientras subía mis hombros.

-¿Puedes dejar de ser tan extremista? -gruñó Daryl notoriamente molesto. -Siempre debes actuar como una puta niña pequeña, mierda Summer.

-¡Daryl! -gritaron al unísono Rick y Shane.

-¿Extremista? -lo miré molesta mientras me acercaba a él. -Me violaron, golpearon y humillaron durante días. -seguí acercándome a él. -Porque ustedes par de imbéciles me dejaron sola en Alexandría después de haberme cortado el puto brazo. -estabamos tan cerca que su respiración chocaba con la mía, sentía que mi sangre hervía del coraje. -¿Sabes que es estar encadenado sin poder moverte mientras una tropa de imbéciles te violan todos los días? -sus ojos se mantenían pegados a mí. -¿Sabes lo que es respirar y sentir que tus costilla se clavan en tus pulmones? ¿Que tu vagina arde como el mismo infierno? ¿No tener fuerzas ni siquiera para poder levantar tu puta cabeza? -di un paso hacia atrás. -eres una mierda. -negué con la cabeza para acto seguido subirme a la camioneta e irme de ese estúpido lugar.

[...]

Ictis cimi ini niñi piquiñi, imbécil de mierda. Dejé caer mi trasero sobre una roca mientras tocaba mi cara, la noche ya había caído, no había vuelto a la comunidad durante el día. La camioneta estaba estacionada a un lado de la carretera, me quedaba la bencina justa para volver, pero aún no, no quiero verle la cara a ese imbécil.

-Así que, aquí estás.

-Déjame en paz Shane. -murmuré.

-No te busqué todo el día para que me corras como perro. -se sentó en el suelo junto a mí mientras apoyaba sus brazos sobre sus piernas.

Se formó un silencio agradable entre ambos, solía ocurrir muy a menudo aquello, el silencio era nuestro mejor complemento.

-¿Recuerdas cuando casi me matas a golpes? -habló de la nada.

-Tenías que arruinar el silencio. -rodé los ojos.

-Summer, esa gente te quiere. -me miró. -deja de pensar que todos te odian, que te abandonan y todo eso que pasa por tu cabeza. -lo miré en silencio. -ninguna persona es igual a otra, no dejes que tu pasado te atormente, menos ahora que literalmente es el fin del mundo.

-Tengo miedo. -murmuré mientras volvía a mirar el suelo.

-¿De qué? -se acercó a mí. -¿De morir?

-De que me lastimen. -lo miré. -de confiar y que todo se vaya a la mierda. Todo lo que quiero o le tengo afecto termina en tragedia. -suspiré. -no quiero que ellos pasen por eso, son buenas personas. -miré el cielo  estaba plagado en estrellas debido a la oscuridad. -no me lo perdonaría.

-Summer, deberías darte una oportunidad. No te hagas esto a ti misma, no lo mereces. Si algo pasa tienes a este dios griego. -se levantó. -deberíamos volver, es tarde. 

-Dios griego le dicen a la mierda ahora. -sonreí de lado mientras me levantaba. -andando calvito.

El camino fue silencioso, al llegar a Alexandria la mayoría del grupo estaba esperando detrás del gran portón.

-Summer. -se acercó Rick. -pensamos que te había ocurrido algo. -me miró de arriba hacia bajo, como si buscara algo.

-Estoy bien. -sonreí de lado. Sólo salí a dar una vuelta. -subí mis hombros para seguir caminando hacia mi preciosa casa.

Sólo quería caer muerta y dormir una eternidad.

[...]

Apoyé la espalda en la puerta mientras suspiraba, la casa estaba completamente oscura, solía mantenerla así. Miré mis pies para después cerrar los ojos, estoy harta de toda esta mierda, del mundo.

-Hola. -habló una voz ronca. Sabía que era Daryl, su voz es inconfundible. Levanté la cabeza, estaba apoyado en la puerta de la cocina.

-¿Te puedes ir? -Pregunté mientras me dirigía hacia la escalera.

-Lo lamento Summer. -podía sentir como sus pasos se dirigían hacia mí. -lo lamento demasiado. Giré sobre mis talones para poder verlo, estaba a unos centímetros detrás de mí. -perdóname. -murmuró.

-¿Por qué debería hacerlo? -lo miré mientras negaba con la cabeza. -jamás fue buena idea que tú y yo siguiéramos nuestros caminos juntos cuando cayó la prisión, nada de esto hubiese pasado, tendría mi brazo, no me hubiese pasado eso, todo estaría bien. -su mirada se mantenía fija en mí.

Negó con la cabeza mientras suspiraba. -no digas eso. -Summer, has sido la única persona que me entiende, me haces más humano. -murmuró. -me haces sentir cosas.

-Claro, como odio, rabia, que me digas cosas hirientes. -asentí con la cabeza. -déjame en paz Daryl ¿Quieres? -lo miré.

-Mierda summer. -tiró su cabeza hacia atrás. -cuando llegué a Alexandria y vi ese muro caído fui a buscarte. -me miró. -pero no estabas, Rick me dijo que  tal vez Jesús te trajo hasta aquí, pero no estabas. -negó con la cabeza mientras cerraba los ojos. -me negaba a que algo te hubiese pasado, me volví loco. -me miró. -te iba a buscar, pero llegó Carol, habían secuestrado a las demás, me importaba una mierda, yo iba a ir a buscarte a ti. Rick me suplicó que lo acompañara, así que le dije a Jesús que te buscara, y que si volvía sin ti lo mataría. - rio por lo bajo. -te encontré en ese lugar, en ese maldito calabozo, verte ahí. -negó con la cabeza. -mierda Summer recé porque estuvieras viva, y sabes que a mi me lleva el diablo, pude ver que respirabas y sentí que el alma me volvió al cuerpo.

-Daryl... -muemuré.

-No Summer. -me miró. -mierda, me encantas. -lo miré directo a sus ojos, su vista se mantenía fija en mí. -me encantas demasiado, me traes loco, me enoja cuando algo te ocurre porque no soy capaz de cuidarte, todos los días quiero hacerte mía, pero actúo como un puto imbécil porque no sé como mierda manejar este sentimiento, me vuelve loco.

No me resistí, necesitaba sentir sus labios con los míos, la poca distancia que nos separaba se disminuyó por completo, su embriagante olor me invadió por completo, sus labios encajaban a la perfección con los míos.  Después de lo que pasó odiaba que me tocaran, pero sus brazos rodeandome, sus labios sobre los míos me hacían sentir una paz completa.

Caímos sobre el sofá, él estaba sobre mí, apretaba mi cadera con una de sus manos mientras que la otra acariciaba con delicadeza mi cara. 

-¿Estás segura? -murmuró muy cerca de mis labios, mientras me miraba.

Asentí con la cabeza mientras volvía a disminuir la distancia entre nosotros.

Y ya saben lo que pasó, mete, saca, mete, saca, mete, saca.

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2020 ⏰

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Pequeña Perra ➳Daryl Dixon/Summer Blake➳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora