Capítulo 3

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Camino a toda prisa mientras guardo las llaves en el bolsillo de mis vaqueros. Hace media hora que terminaron las clases y vengo retrasada al trabajo; otra vez.

Miro a mí alrededor mientras sigo caminando.

Últimamente me siento así, nerviosa y pensativa. Lo sucedido el día de ayer fue el agua que rebasó el vaso, fue lo que terminó en volverme este manojo de nervios. Ahora me encuentro alerta todo el tiempo.

Nunca había visto a un tipo como ése. Su manera de mirarme hizo que el miedo terminará de apoderarse de mí, sin embargo, no he dicho nada sobre eso; he pensado que quizá estoy siendo muy paranoica con todo este asunto y debo tranquilizarme, necesito tranquilizarme.

—Buenos días Nicole — saludo mientras camino hasta mi lugar de trabajo.

—Buenos días Jade, llegaron nuevos ejemplares.

—Muy bien, ahora los acomodo — me despido con un asentimiento de cabeza y sigo caminando.

Cuando llego al área principal de la biblioteca, me percato de las cajas cerradas en una de las esquinas. Camino hasta ellas y comienzo a abrirlas; son los libros que ordene hace un mes, pedí como diez ejemplares de cada sección. Tomo mi tiempo para separarlos y cerciorarme de que todo se encuentre en orden, ya que después de eso los agregaré al inventario.

Minutos después, me encuentro acomodando los libros de la sección "Historia", cuando alguien me saluda.

—Hola —es un chico alto, piel clara y tiene un tatuaje en el brazo.

—Hola, ¿en qué puedo ayudarte? —pregunto amablemente mientras bajo las escaleras.

— ¿En qué sección puedo encontrar un libro sobre la segunda guerra mundial?

—Justo aquí —respondo sonriente—. Los libros están acomodados por letra, puedes buscar por la 'S' o 'G'.

—Gracias —sonríe y pasa a mi lado para comenzar a buscar su libro.

Yo tomo mi camino y sigo sacando otros libros de las cajas. Tomo uno entre mis manos, y comienzo a decidir si colocarlo en "filosofía" o "Historia", pero de pronto, algo raro sucede. Dejo de estar en cuclillas y me pongo de pie; siento estar siendo observada... alguien está observándome.

"Tranquila Jade, respira..." Me digo a mi misma tratando de mantener la calma, pero la paranoia ya ha comenzado a extenderse por todo mi cuerpo.

Busco al chico rápidamente, pero él se encuentra leyendo un libro. Parece notar que estoy mirándolo, ya que abandona su lectura para dedicarme una sonrisa.

— ¿En dónde se encuentra la fecha de publicación? — pregunta.

Por un segundo no sé exactamente qué hacer, pero me las arreglo para lucir serena y avanzar hasta donde se encuentra. Temo dar la impresión de que algo va mal conmigo, temo estar perdiendo la cabeza. Llego a su lado, tomo el libro de sus manos y comienzo a buscar. No me toma mucho tiempo, ya que en la segunda página encuentro la fecha.

—Aquí está —le entrego el libro y de pronto la sensación anterior, regresa.

— ¿Tiene mucho tiempo que trabajas aquí? —la voz del chico me distrae, dejo de divagar y vuelvo la mirada hacia él. Sonrío levemente, pero no dejo de sentirme alerta.

—No, apenas tengo cinco meses.

— ¿Cómo te llamas? — pregunta con la mirada fija en mis ojos, el nerviosismo me asalta y fijo mi atención en un libro junto a él.

BRADFORDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora