Te invito a llevarte de mi toda amargura, todo mal sabor y dolor.
A pasarte por mi calle, andar en mis caminos quebrados, secos por el sol.
A sentir lo que yo.
Cuando dijiste "te quiero" aún cuando sin peso o verdad pasaron el umbral de tus palabras.
A llevarte lejos esta carga que agobia mis sentidos.
Te invito a pasar por los arroyos cristalinos, tibios, que brotan incesantemente desde su naciente y siguen cuesta abajo debido a la gravedad.
Recorre el desierto o la helada tundra que ahora se expande.
Ven, disfruta un poco conmigo el paisaje.
Te invito a que entiendas el porqué de las cosas, pues todo tiene una razón.
Mira, sin prisa ni manto que lo oculte todo,
sin obviar nada y explica.
Entra conmigo, siéntate, acomódate.
Dejemos pasar el torrencial aguacero, los fríos vientos.
Te invito a tomar un sorbo de sinceridad, sin tanta malicia.
Navega en los mares agitados o en los rápidos que ahora recorren mi ser.
Sabes nadar ¿cierto?
Y llévate lo que un día me diste, es tuyo, te lo devuelvo.
Cuando quieras toca la puerta, sabes donde encontrarme.
Olvida, no te será tan difícil, pues cuando llegaste no deseabas quedarte.
Pierde el camino, la casa, los muebles;
el color de mis ventanas.
La textura en las paredes.
Cierra la puerta tras de ti.
No mires atrás, no es necesario, las vendas se me han acabado.
ESTÁS LEYENDO
Un Momento de Quietud
Poetry"Cuando todo esta en paz o en calamidad absoluta, cuando los últimos sonidos de una sonora avalancha se dispersan o comienzan de nuevo en una danza sin fin..." (Fragmento, Un momento de quietud") Si algo llega a su final de forma inesperada, ¿no es...
