Sólo lo que mira

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El tiempo se burla de mí, 
con su risa psicótica
y su mirada carmesí,
intensa, profunda y narcótica
se clava como dagas.

Sus palabras se reflejan
en espejos de humo,
que poco a poco se dispersan,
se borran y disuelven
mientras lentamente
las consumo.

Con su mano poderosa
me arrastra muy aprisa
internándome en el bosque
de  acertijos color rosa,
deteniéndose en la cornisa
de un precioso atardecer.

Me hipnotiza por un lapso indefinidamente corto,
como la libre sensación de un suspiro absorto
en aquello que no existe,
aun así manteniéndose perenne
en los estantes del ayer.

Me recuerdo que estoy
más cerca de la lejanía
que del calor en que me hunde
con estrepitosa ira.
Dejándome caer
por el acantilado de zafiros,
Celebro hoy
que no soy
sólo lo que mira.

Y aunque mis alas aún rotas
y sin muchas plumas rojas,
como las que visten a las hadas
que deambulan libremente; gotean sin tregua alguna,
veo como cicatrizan lentamente
con sus plumas ahora armadas contra ese tiempo inclemente.

...dejándome caer
por el acantilado de zafiros,
Celebro hoy
que no soy
sólo lo que mira.

Un Momento de QuietudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora