Porque...

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Mis latidos aumentan y golpean mis tímpanos, 
todo mi interior sucumbe ante el sentimiento.


¿Hasta donde llegará esta agonía a la que con gusto me entrego?


Mis manos reclaman
y mis labios gritan agitados,
todo mi ser anhela tu contacto; mi piel se estremece al rozarme tus dedos
y todo cambia  al escucharte a lo lejos. 


Porque eres mi lluvia más quieta
y también mi tornado,
eres eso que me agita y me calma,
que me enfría y calienta.


¿Desde cuándo controlas lo incontrolable?
¿Desde cuándo alteras  la estabilidad en mis cimientos?


Quiero acercarme de apoco a ese borde del acantilado,
quiero pasar mis dedos por lo que sigue siendo inexplorado.


¿Por qué surgen esas ansias incontrolables de saltar al vacío?

Porque...

...realmente quiero besarte.

Un Momento de QuietudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora