CAPITULO 3

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Para ambos era una enorme sorpresa encontrarse allí, la música que sonaba se detuvo para ellos, sólo se concentraron en las emociones que provocaba tenerse uno frente al otro después de tanto tiempo.

-¡Carter!-dijo sin quitarle la mirada de encima

-Helen... ¿Co... Cómo estás?-la voz le tembló por un segundo

-Eh, bien pero...¿qué haces aquí? ¿No estabas en Los Ángeles?

-Aún lo estoy, sólo vine a colaborar con el FBI en un caso.

-Ah, ok...-Helen sonaba un poco desilusionada-debo volver afuera...-le dijo sin dejar de mirarlo.

-Helen, espera...¿podemos hablar un momento?

-No Carter, en verdad debo irme, vine acompañada y... creo que no es el mejor momento para esto-estaba evidentemente nerviosa, apretó los labios con fuerza bajó la mirada y se dispuso a salir de nuevo al salón.

Carter sin poder reprimir el impulso la sujetó del brazo, sentir de nuevo el contacto de su piel le encendió todo el cuerpo.

-Helen, estaré aquí no sé por cuanto tiempo pero me gustaría que conversáramos, estoy en el hotel Embassy Row-sus ojos le rogaban que aceptara.

Helen miró la mano que la sujetaba, ese tacto era tan familiar para ella pero al mismo tiempo muy doloroso, subió su cara para enfrentarlo y miles de recuerdos la golpearon con intención de noquearla, un nudo se le hizo en la garganta.

-No tenemos nada de qué hablar ya todo entre nosotros esta dicho, cada quien tomó el camino que quiso.

-Sabes que yo no quise este camino-su tono fue de reproche-pero tú decidiste por los dos.

-Suéltame Carter, por favor...

-¿Estás con alguien ahora cierto?

-Sólo déjame irme... espero que tengas suerte y resuelvas tu caso pronto.

-Lo haré, lo mejor es que me vaya pronto de esta ciudad-la soltó y le dio la espalda caminando de regreso con sus compañeros.

Helen se quedó mirando su espalda, aún sin creer lo sorpresivo de su encuentro, las piernas le fallaron, se apoyó en la pared intentando recomponerse antes de salir nuevamente, su corazón latía tan fuerte que lo sentía en todo el cuerpo.

La historia entre ellos jamás terminaría, era el único hombre que había amado de verdad, por mucho que se esforzara en intentar seguir su vida sin él, su ausencia le dolía cada noche.

Carter llegó junto a sus compañeros, había perdido todo el buen humor que tenía hacía unos minutos.

-Me voy, sigan disfrutando su noche.

-Qué cara traes compañero, parece que viste un fantasma en el baño-le dijo Jake dándole una palmada en la espalda.

-Así fue, aunque no lo creas, debo irme-miró alrededor estudiando los diferentes grupos que llenaban el local tratando de ubicar con quien estaba Helen, pero no la vio y el local estaba muy lleno, podía estar con cualquiera, salió a tomar un taxi no quería quedarse ni un minuto más allí y verla con otro acabaría por destruir sus fuerzas, las pocas que le quedaban frente a ella.

Le dio la dirección del hotel al taxi, subió a su habitación y se tomó de un solo trago una de las botellitas de vodka del mini bar, luego la tiró con violencia en la papelera, tenía muchos sentimientos encontrados, rabia, melancolía, deseo, amor, confusión, todo se le mezclaba sin saber muy bien como quitarse esa sensación del cuerpo, ella era su debilidad, así como la kryptonita para Superman.

Un pasado un futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora