Un pasado un futuro

Capítulo 30

Tom había sacado su arma más rápido que Nick y justo cuando subía para apuntarle al pecho sintió el disparo en la pierna, sin embargo logró dispararle aunque sabía que no de muerte, entre la gente corriendo no pudo más que huir para evitar ser atrapado por la policía que seguro no tardaría en llegar con el alboroto, sólo lamentaba mucho no haberle dado un tiro certero a ese traidor.

Tendría que llamar a su equipo y decirles que su líder ahora era un soplón que tal vez ya el FBI supiera sus identidades, debían movilizarse más cuidadosamente, no entendía por qué Nick hacía eso, ellos habían sido prácticamente como la familia que perdió durante todos esos años y ahora ¿protegía a un policía? La rabia no lo dejaba sentir dolor.

Llegó a la casa donde se estaba quedando por pocos días, el disparo no era grave pero no podía salir herido a la calle, seguro lo estarían buscando, tenía experiencia en ese tipo de heridas y se curaría el mismo, buscó algunas vendas y antisépticos y se sentó en una silla bajando el pantalón justo hasta ver el orificio de donde brotaba la sangre, se curó lo mejor que pudo haciendo presión lo suficientemente fuerte hasta parar un poco el sangrado, como suponía no era nada serio pero dolía de los mil demonios.

Ahora que sabía que no podía confiar de nuevo en él no podía dejarlo vivo, sabía demasiadas cosas no sólo sobre ellos sino también del mundo donde se movilizaban, seguramente había precio por su cabeza, le costaba pensar en el como un objetivo pero no le dejaba más opción.

Comenzó a realizar la búsqueda del resto de sus colegas, el proceso tardaría un poco porque les había girado las instrucciones de Nick, desaparecer lo más lejos posible sin hacer ningún tipo de trabajo hasta que se enfriaran las cosas, lo hacían siempre y tenían años de experiencia, pero tenía un código interno para hacerlo.

Comenzó a crear varios blog en la internet donde colocaría información clave que sólo ellos entendían, dejaría ciertos mensajes con frases muy precisas que indicarían a los ángeles de la muerte que había un infiltrado entre ellos y que era muy peligrosa ahora su situación, no diría que era Nick porque a pesar de todo no quería que nadie más que él se encargara de eliminarlo.

Habían pasado tantas cosas juntos, se entrenaron con los mejores y durante ese tiempo compartieron mucho, un día Nick le contó el porqué hacía lo que hacía, había perdido a su familia y no tenía a nadie más en el mundo al parecer el dolor de su pérdida se convirtió en odio y aprovechó ese sentimiento para hacer lo que mejor hacía, su puntería era única así que se convirtió en el mejor asesino a sueldo.

Ahora entendía el porqué siempre conservó el código de no aceptar trabajos que incluyeran niños, mujeres o cualquier persona inocente, nunca fue totalmente sincero con él, lo apreciaba mucho y le dolía en el alma sentirse traicionado por el que consideró su amigo.

Conocía la mayoría de los sitios que mantenía Nick en la ciudad así que buscaría en cada escondite hasta dar con él, necesitaba tenerlo de frente nuevamente y asegurarse de que lo que pensaba era cierto, no quería creer que los traicionaba, él no.

Además quedaba algo pendiente, el policía al que defendía y que había matado a uno de ellos no podía quedar impune, el lo protegía por alguna razón y averiguaría por qué, supo que algo había cambiado en Nick desde lo sucedido con su ex novia pero de eso hacía ya varios meses y no veía relación, sin embargo de alguna manera haría pagar a ese agente por la muerte de uno de sus compañeros, de eso sí estaba seguro y cuando tuviese la menor oportunidad se vengaría.

Comenzó a crear una red de páginas donde sólo sus ángeles de la muerte podrían encontrar la clave que él les enviaba, era un trabajo que llevaría varios días pero de igual forma no podía hacer nada fuera de allí con la pierna como la tenía, mientras se recuperaba trabajaría para hacerles llegar el alerta a todos no quería más bajas en su equipo, del jefe se encargaría él muy pronto.