Capitulo 12

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Carter no dejaba de buscar alguna solución para salir de allí con vida o por lo menos ganar tiempo para que lo encontraran, trataría de atacar a sus captores si se le daba la oportunidad, no moriría sin dar la pelea.

Esperó a que alguno de ellos llegara para empezar a actuar, ya tenía varias horas allí y seguramente vendrían por él en cualquier momento y tenía razón dos de los hombres entraron y esta vez con intenciones de torturarlo.

Lo levantaron con violencia cortando la atadura de sus manos, colocaron sus brazos por encima de la cabeza y ataron una cadena alrededor de sus muñecas, pasándola por encima de una tubería dejándolo colgado verticalmente, sus pies no tocaban el suelo, vio la oportunidad de atacar aunque fuese a uno de ellos y en un movimiento rápido apresó al mas cercano con sus piernas apretando tan fuerte que pudo escuchar en un segundo como sonaba su cuello y caía al piso, el otro hombre sorprendido por la acción de Carter le dio varios golpes en el estómago dejándolo sin aire, en ese justo momento entró Tom y entre los dos comenzaron a golpearlo dejándolo inconsciente.

Tom se acercó al hombre caído para verificar si estaba vivo pero no tenía pulso, sintió una furia contra Carter pero se controló y llamó inmediatamente a Nick para informarle lo sucedido.

-Ocurrió algo... este policía acaba de asesinar a uno de los nuestros.

-¿Me puedes explicar cómo es eso posible? Te dije que tuviesen cuidado no es cualquier policía, encárgate de arreglarlo, estoy tan cansado de todo esto... creo que me iré por un tiempo-el tono de Nick era de evidente molestia.

-¿Piensas dejarnos con este problema encima?-Tom no creía lo que escuchaba.

-Debemos desaparecer nuevamente, necesito que arregles lo de Carter luego cada uno tomará un camino por separado, países diferentes, identidades nuevas y sobre todo nada de actividades que los lleven a nosotros, no podemos hacer más nada, la única solución es que nos alejemos lo más posible de esta investigación.

-De acuerdo me desharé de este policía, te llamaré después.

Tom y su compañero decidieron hacerle pagar a Carter la muerte de su amigo, así que antes de eliminarlo harían que lamentara haberse metido con su grupo, le propinaron muchos golpes como si fuese un costal de arena, tomaron un generador de corriente y lo acercaron a su cuerpo, la electricidad pasó por todo su ser estremeciéndolo de dolor, un poco consciente se quejó apretando los dientes, luego de varias descargas y hacerle sangrar hasta los oídos lo bajaron del amarre y lo dejaron en el suelo muy mal herido, amarraron sus pies y manos ya terminarían con él pero primero se encargarían de su compañero como lo merecía un ángel de la muerte.

Estaban seguros de que allí no lo encontraría el FBI el lugar estaba abandonado desde hacía mucho tiempo y quedaba muy lejos de la ciudad, le daría una buena despedida a su compañero y luego volverían por Carter, por el momento lo dejarían encerrado en una especie de oficina amordazado y bien amarrado era imposible que en esas condiciones lograra escapar además estaba muy herido y débil, se fueron dejándolo solo allí calculaban que volverían en dos horas por él.

Al otro lado de la ciudad Helen y los agentes del FBI preparaban alcabalas y una búsqueda intensa en todas las zonas que estimaban podían ocultarse los ángeles de la muerte, mientras organizaban los operativos Helen no dejaba de sentir una opresión en el pecho, estaba segura de que Carter estaba sufriendo y mucho, la angustia de no saber dónde buscarlo la tenía al borde de la desesperación pero debía concentrarse para dar con su paradero.

Harían varios grupos dividiéndose por sectores, ella tomaría la zona este donde habían almacenes y algunos edificios abandonados estaba casi segura de que era ese tipo de lugares los ideales para deshacerse de alguien lo malo de eso era que la zona era muy extensa y pasaría un buen tiempo rastreando cada edificio, el resto de sus compañeros tomarían el oeste, norte y sur de la ciudad.

Todo el operativo era complicado ya que no tenían sospechosos identificados, sólo esperaban no llegar demasiado tarde para rescatar a Carter, era como buscar una aguja en un pajar, los agentes del FBI no tenían demasiadas esperanzas porque el tiempo jugaba en su contra y no tenían ni una sola pista que seguir, sin embargo no se darían por vencidos.

Cada grupo duró horas en los recorridos por las diferentes zonas sin ningún resultado, Helen no dejaba un solo edificio sin revisar pero no conseguían ni rastros de Carter ni sus captores y poco a poco perdía las esperanzas de encontrarlo.

A varios kilómetros de allí, una camioneta negra se estacionaba fuera del lugar donde estaba Carter inconsciente, un hombre se bajó estudiando el lugar, entró al edificio y encontró la habitación donde estaba el policía tendido en el suelo y evidentemente mal herido, se acercó a él tomando el pulso y verificando si aún respiraba, como pudo lo levantó y lo montó sobre su hombro como si fuese un costal, lo llevó hasta la camioneta colocándolo en el suelo del asiento trasero, lo cubrió con una especie de forro negro y partió a toda velocidad.

Carter apenas podía escuchar el motor del auto y sentía como se movía, su destino era incierto pero si de algo estaba seguro era de que lo querían vivo o de lo contrario fuese quien fuese el que conducía hubiese acabado con él en ese sitio de una vez.

Sentía mucho dolor en el cuerpo y los oídos le zumbaban como si una granada le hubiese estallado cerca, tenía los brazos y piernas entumecidos y le dolían sólo con intentar moverse, sentía el latido de su corazón más acelerado que nunca producto de la corriente que le habían aplicado y una debilidad general producto de la deshidratación, en esas condiciones no podía dar pelea, así que espero ver a donde lo llevaban y quien era su nuevo captor, con el vaivén del vehículo y su condición física entró en una especie de sueño sin tener conciencia del tiempo que duró el viaje, sólo despertó alerta cuando sintió que el auto se detenía, no podía ver nada ya que la persona le había colocado un cobertor encima, aún seguía amordazado.

La puerta del auto se abrió y sintió como lo halaban fuera pero sin quitarle la tela de encima, parecía que todo estaba oscuro, escuchó como se abría una especie de portón mecánico, el hombre lo tomó sobre sus hombros caminando unos cuantos metros luego lo dejó sobre una superficie suave, una vez allí le quitó el cobertor de la cabeza pero igual no podía distinguir nada todo estaba oscuro, le quitó el amarre de los tobillos y sin decirle una palabra lo dejó solo cerrando la puerta.

Carter no entendía nada, si eran los ángeles de la muerte ¿por qué no terminaban el trabajo? Tampoco eran sus compañeros del FBI, ¿entonces en qué manos había caído ahora?, estaba seguro que dentro de muy poco lo averiguaría.

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Un pasado un futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora