Freak Girl (Rubius y Tú) SEGUNDA TEMPORADA

Capitulo 31

Estaba más que feliz.

Yendo con mi hermano a ver a una persona que cambio mi vida.

Una persona que me hace sentir cosas inimaginables e inexplicables.

***

Nos encontrábamos en el portal de Rubén.

Ya era la hora.

Esta vez nada iba salir mal.

Lo siento en mi corazón.

Todo va a salir bien.

Timbré su piso.

...

Nada.

No contestaba.

Timbré Nuevamente.

...

No había respuesta.

Entonces decidí llamar al encargado para pedirle que me deje pasar (El ya me conocía de tantas veces que me vio pasar por acá. Así que supuse que no sería problema)

Me abrió la puerta tan amablemente y pasamos.

Subimos al piso de Rubén.

Decidí ir por las escaleras.

Mala decisión pensaran. Pero estaba muy nerviosa. Así que fue una escusa para tardar un poco más en llegar al departamento de Rubén y pensar las cosas que le diría.

***

Ya estaba en la puerta.

Charlie me espero en las escaleras.

Respire hondo.

Cerré mis ojos por un momento.

Volví a respirar.

Golpee su puerta.

...

No respondía.

Golpee nuevamente.

...

Tampoco.

Tal vez esté durmiendo, pensé.

Me recosté en la puerta para darme cuenta que la puerta estaba abierta y caí de espaldas al piso.

Recobrándome del golpe veo que las gatas vienen hacia mí con gran felicidad.

Las salude y me quede un rato con ellas.

Cerré la puerta y me adentré en su departamento.

Estaba todo oscuro.

Pero se podía ver un poco por las luces de afuera que se reflejaban en la ventana.

Habían algunos muebles desordenados.

Las sillas caídas.

En la cocina era todo igual.

Habían vasos rotos.

Todas las encimeras abiertas.

Que estaba pasando aquí?

Sin entender subí por las escaleras y fui recorriendo cada habitación para saber qué pasaba.

En la primera estaba todo más que bien.

Pero ya en la segunda vi vidrios rotos y también....

Sangre?

Me acerqué a revisar y, si, era sangre.

Tragué saliva muy preocupada.

Comencé a pensar lo peor.

Y como sensible que soy con estas cosas las lágrimas escapaban de mis ojos con un gran nudo en la garganta ya afirmando lo que podría haber pasado.

Seguí caminando por el pasillo.

Me topo con otra habitación y...

Era la que me había dado Rubén para que quedase el día que nos conocimos.

Las cosas seguían igual.

Pero percate que había algo en el suelo.

Era un libro?

No.

Era...

Mi diario intimo.

Que hacia allí?

Estaba abierto.

Al levantarlo y observar en la página que estaba abierta mi mundo se vino a bajo con todos los recuerdos de mi pasado.

Por qué siempre me pasa lo mismo al ver estas cosas?

Momentos en el que el suicidio era opción para todo.

Tire el diario al suelo y sin pensarlo entre al cuarto de Rubén.

Había ropa tirada.

Una maleta con cosas dentro en una esquina.

Y más vidrios rotos.

Seguí caminando y escuche ruidos en la habitación de al lado.

Me acerqué a la puerta lentamente.

Azul: Rubén?

Caminaba sin pensar lo que me encontraría.

Azul: por favor Rubén dime que eres tú.

Más lágrimas caían.

Me acercaba más y más a esa habitación.

Azul: Rubén? Contesta!