Mili es una adolescente que se ve obligada a abandonar todo lo que conoce por una guerra iniciada hace siglos.
Las circunstancias la obligan a tomar decisiones de las que no está orgullosa. Tendrá que aprender rápido sobre un mundo que ella creyó e...
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-¿Mateo?
-El mismo -contestó con voz monótona.
-Ahm, q... Quisera saber...
-¿Qué tanto sé de tu conversación? -me interrumpió-bueno, pues oí que practicabas hechizos con un tal Tommy. No sé a qué se refieran pero quisiera saberlo ahora.
Demonios... ¿Y ahora qué?
-Y no trates de evadirme ésta vez Mili. Estuve investigando en qué países podrías estar. Y si es necesario iré a todos ellos y si es necesario robaré todos los bancos que pasen por mi camino-agregó.
¿Lo haría? ¿Mateo sería capaz de hacer lo que dijo? Seguramente sí. Mateo sería capaz de hacer todo éso y mucho mas. Él suele ser muy impulsivo.
-No quiero ponerte en peligro -suspiré.
-Tranquila, no lo harás.
-¿Cómo puedes estar seguro de éso? -le reproché -. Además... No me creerías.
-Yo siempre voy a creer en lo que digas Mildred, yo te... -se detuvo un momento -yo te quiero mucho. Eres mi mejor amiga y hemos crecido prácticamente juntos.
Mejor amiga... ¿Oyen ese crujido? Es mi corazón.
-Bueno, está bien -tomé aire -. Soy la princesa de un reino de hace mucho tiempo.
Hubo un momento de silencio, ¿Me creyó? Por supuesto que no, ¿Quién va a creer éso?
-No juegues conmigo -dijo molesto.
-No lo hago. Al principio yo tampoco lo creí; pero puedo hacer magia; aunque no como antes.
-¿También tu hermano?
-Ehm, sí. Muchas personas venimos de reino.
Otro momento de silencio. Vaya, ni siquiera sé si está permitido decir todo ésto... Y mucho menos por teléfono.
-¿Y están a salvo? -preguntó preocupado.
-¿En serio me crees? -que alguien crea en éstas cosas es muy difícil. A menos que lo vea por sus propios méritos.
-Bueno, siendo honestos, parece más una película. Pero todas las películas que has visto, las he visto yo -es lindo cuando nos juntamos para compartir gustos -. Además tu imaginación no es tan grande.
-¡Oye! -le reclamé y soltó una risita.
-Y si algo nos ha enseñado Hollywood; es que cuando alguien te dice algo ridículo, lo más probable es que sea la verdad. Así que sí, te creo.
-Aww -dije sin poder contenerme -. De verdad pensé que no me ibas a creer y...
-Éso me devuelve a mi pregunta-me interrumpió - ¿Están a salvo?
