O N C E

186 17 7
                                        

Zarfel: Sin información

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Zarfel: Sin información.
Zarfel: Sin datos disponibles.
Zarfel: Mago de Amssilikos del siglo CVIII
Zarfel: - - -

Estuve cinco días buscando información sobre el tal Zarfel, y no encontré nada.

Cinco días desperdiciados en hojear todos los libros de la biblioteca que pudiesen contener información útil... ¡Y sólo me encuentro con que no hay información disponible!

Esto debe ser una broma. Creo que ahora llegó el momento de preguntarle a Leo.

Dada la hora que es, supongo que debe estar con Alan en el jacuzzi del castillo.

—¡Hola Mili! —saludó mi desobligado hermano —¿Vienes con nosotros?

—Eh, no gracias. A diferencia de ustedes, holgazanes —ambos me miraron ofendidos —, yo estoy haciendo algo importante.

—Y... ¿Se puede saber qué es ése algo tan importante?

—¿Alguno de los dos sabe quién es Zarfel?

—¿Quién? —cuestionó mi hermano. Volteó a ver a Alan, pero al parecer éste tampoco sabe nada.

—No lo sé. Lo he oído nombrar, pero no tengo ni la más remota idea.

Suspiré decaída.

—Gracias de todas maneras.

Ellos asintieron y volvieron a sus asuntos. Yo salí del lugar y empecé a caminé por los pasillos, hasta que me estrellé con alguien y ambos caímos al piso.

—¡Perdóname Sergio!

Me levanté y ayudé a levantar a mi amigo.

—No te preocupes. También iba distraído —ambos reímos —¿A dónde ibas con tanta prisa?

—A ningún lado en específico —dije distraída —, pero... ¿De casualidad no sabes quién es Zarfel? —pregunté esperanzada.

—No. He oído varias veces su nombre... Y cuando fui a la biblioteca descubrí que no había nada de información sobre él —sí, ya lo había notado.

—Gracias —le respondí.

—Por nada, tengo que irme —lo miré interrogativa —. Alguien me espera en el patio Oeste —y sonrió —. Si necesitas saber quién es Zarfel pregúntale a tu hermano o a Alan; o a Rhodes.

—¿Y dónde lo encuentro? —pregunté.

—¿A tu hermano? —dijo confundido.

—¡No! A Rhodes —sonreí y le di un golpecito en la cabeza.

—Ah, pues, Rhodes el guardián de la paz casi siempre en su habitación o en el patio Este, el clima veraniego le gusta mucho y normalmente está sentado en la fuente, casi siempre lo acompaña Admes.

Los Cuatro ReinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora