Maratón 1/2
-Ella volvió por ti solo por el dinero, Justin… porque sabe que vas a ganar la competición… y porque si está contigo, tendrá derecho a parte del cheque.
Justin soltó una aguda carcajada. _tn_ negó con la cabeza. Lo que ella suponía… lo que Ryan le había dicho.
-¿No me crees verdad? – dijo ella dejando la taza y la cucharilla en el lavavajillas.
-Cielo… de veras te pido que no inventes excusas tontas, solo por celos.
-¿Qué? – se giró _tn_ - mira, que no me creyeras por que tienes los ojos vendados, aún la pasaba… pero que pienses que me lo estoy inventando por celos… Por dios, Justin, tengo un orgullo… y más grande que esa idi.ota que te tiene comiendo de su mano.
-No hables así de Jasmine.
-Hablo como quiero de quien quiero. – contestó ella – y si no me crees, ya te las veras. – se dirigió a subir las escaleras – ¿Aun que sabes qué? Cuando te des cuenta de su jugada, me echarás de menos. Pero yo ya no estaré aquí. Porque deja que te diga algo, Justin, a mi nadie… nadie, me usa de segundo plato.
Justin estaba sentado en el sofá. La lluvia caía fuerte, contra el cristal de la ventana. No sabía porque se sentía tan… chafado. O quizás sí. _tn_ lo abatía. Era la única mujer que le había plantado cara, hasta entonces. La única, que de verdad, lo podía llegar a asustar. ¿Pero por qué? Solo era una niña…
Se escuchó un ruido, algo que caía por las escaleras. Él se giró. Dejó la Coca-Cola encima de la mesita y apagó la tele.
-¿Dónde vas? – le dijo observándola. _tn_ de espaldas, arrastraba una gran maleta rosa chicle, por las escaleras. Y a cada peldaño… ‘clack’, ‘clack’. Las ruedecitas hacían ruido. – deja que te ayude… - dijo agarrando el asa de la maleta.
-No, puedo sola. – lo apartó y bajó la maleta hasta el replano.
-¿Dónde vas? – le repitió Justin, preocupado.
-Me voy, me voy de aquí. – ella suspiró, mirando al suelo. Justin sabía que había estado llorando, de nuevo. Tenía el tono rojizo en sus ojos. ¿Por qué? Había tantas preguntas en su mente… y todas relacionadas con ella. – Justin… - alzó la vista – yo no puedo seguir en esta casa.
-¿Pero porque? ¿Dónde iras? ¿A tu casa? ¿Con Oscar?
-Cualquier cosa es mejor que estar aquí, contigo. – eso fue como un puñal para Justin.
La frase se repitió una vez tras otra… _tn_ era lo último que quería: convivir con él.
-Dime al menos por qué…
-Porque si Justin… por qué no puedo estar escuchando… a través de las paredes, como le haces el amor a aquella mujer que te está engañando… - se dirigió a la puerta y giró el pomo – a otra mujer que no soy yo. – los ojos se le humedecieron de nuevo.
-No entiendo… - dijo Justin, cogiéndola del brazo – no te vayas.
-No me pidas eso, dios mío. Y si, lo entiendes más que nadie, como va esto. Lo que hemos tenido tú y yo, ha significado algo más… al menos para mí. Me has sabido escuchar… y no como un simple polvo, me has ayudado… y me has sacado de donde me tenía ese cabrón… - miró a Justin y sonrió – Aun que ahora el cabrón eres tú. Porque ni Oscar me había hecho tanto daño.
Justin no sabía que decir. Solo arqueó una ceja.
-No me mires así –dijo _tn_ soltando una risita que hizo que el mundo de Justin temblara. – Todo esto es una locura, ya lo sabes… - abrió la puerta. La lluvia caía tan fuerte que mojó algo de las baldosas de dentro. – Y más ahora, que he terminado enamorándome de mi propio profesor.
Le dedicó una última sonrisa a Justin, y salió de aquella casa. Arrastrando la maleta, poniéndola entre las piernas. Subiéndose a la moto, y marchando.
_______________
_tn_ se arregló el pelo con un broche de color verde. A juego con la camisa. Siempre coqueta. Lunes. Primera hora, con Justin. Perfecto… que asco. Salió con la maleta en los hombros y ya perfectamente arreglada.
-¿Te gustan las magdalenas?
-Claro – le sonrió a su hermana. La tenía en un pedestal, ahora que le había permitido quedarse a vivir con ella el resto de los meses.
-Entonces, desayuna algo… encima de la mesa. – ella miró. Leche, zumo natural, y algunas que otras pastas.
-Gracias.
-¿Me tendrás que dar las gracias por todo?
-Claro, eres mi hermana… y te agradezco lo que estás haciendo por mí.
-No me las des, solo lo hago porque te quiero, mocosa. – sonrió y le besó la frente – Ahora corre, que si no llegarás tarde.
_tn_ cogió una de las magdalenas y las mordió. Relleno de mermelada, como le gustaban a ella.
-Mhm… - dijo saboreándolo. – me piro Abi… te quiero. – le dio un beso a la mejilla y se fue, dando otro bocado a la pasta.
Se fue a subir a la moto, pero en ese momento pasó un coche. La lluvia de estos días había dejado charcos. Y no solo de agua. De barro.
-¡Joder!
-¡Lo siento, nena! – pitó el conductor del BMV.
-Si, sobre todo esto… - se intentó limpiar, pero los chispazos de barro se habían quedado en los pitillos. Ensuciando los pantalones, y la chaqueta tejana. Suerte que el jersey lo cubría esta. Pero igualmente, algunos mechones del pelo limpio de _tn_, habían recibido igual. Se intentó limpiar con un pañuelo, pero el barro era de difícil de quitar. – A la mier.da. A quien no le guste, que no mire. – Se puso el casco y arrancó, dirección a la escuela.
****
sigan falta uno.
ESTÁS LEYENDO
Voy a ser tu maestro |HOT| {Terminada}
FanfictionA la señorita Carmen se le había enfermado el marido. Por lo que _tn_ sabía, era bastante grave. Cáncer de hígado... la gente decía que se podía morir de eso. Lo peor no era que el marido de Carmen, la aburrida profesora de música, se estuviera a pu...