Voy a ser tu maestro |HOT| {Terminada}

Capitulo 4

-Ni te lo pienses. Te pagaré con dinero, no con otra cosa.

-En ese caso te costará un ojo de la cara. – él se separó de la moto, suspiró – con lo que me hubiera gustado acostarme con Lucia.

_tn_ abrió los ojos.

-¿Con Lucia? Pensé…

-¿Pensaste que contigo? – Chris se rió – Estas buenísima, pero me va mucho más esa rubia. – Hizo un gesto con las manos, como siguiendo las curvas del cuerpo de una mujer – Cada vez me pone más.

-Vale, vale… no me des explicaciones. – Suspiró ella esta vez – Lo intentaré, pero no te
aseguro nada, ella te odia… y me pensaba que tu a ella.

-No, solo la hago enfadar… es que me excito cuando hace eso.

- Chris , por dios…
-Venga, _tn_, ¿me dirás que yo no la pongo ni un poco a ella? – se apartó e hizo un gesto, señalándose el cuerpo. Y si, estaba bueno. El líder del equipo de futbol tenía un cuerpo trabajado.

-Seguramente. Aun que nunca me ha dicho nada… - alzó la vista – Pero eres su tipo… físicamente. – Terminó la frase para que no se hiciera ilusiones, más allá.

-Entonces tengo las de ganar… ¿qué tal mañana por la noche?

-Lo intentaré… mañana por la mañana te digo algo. – Miró hacia al lado. Una Harley
Davidson del último modelo estaba aparcada, apoyada en el muro de la escuela.

- ¿Te llevo? – Chris se sentó en el piloto y encendió el motor de la moto – Deja tu escúter aquí, mañana me la llevo. Sube. – ella lo hizo, poniéndose su casco. Y se perdieron a toda prisa por la ciudad, en ese hermoso atardecer.

Justin negó con la cabeza, dirigiéndose a su escritorio para recoger todo.

-Quizás es su novio. – pensó en lo de esta mañana – No, no puede ser – rio – esta mañana han tenido un enfado de esos… - metió los libros en su cartera, junto con la carpeta - ¿pero por qué me preocupo? – bufó – Justin, es una alumna.

Bajó las escaleras, saludando a la señora de la limpieza. Se metió en su coche y se fue a su casa, metido en esos pensamientos. En esos pensamientos, donde _tn_ era la protagonista.

-Gracias. – Dijo bajándose de la moto.

- De nada – se acercó a ella. Le dio un beso.

- ¡Chris!

-¿Qué?

-¿No querías una cita con mi mejor amiga?

-Sí, pero eso no quita el hecho de que deje de pensar lo contrario de ti. – Sonrió y arrancó
- ¡Nos vemos, _tn_!

Entró en casa.

- ¿Hola? – nadie contestó. Se metió hacia adentro del edificio. - ¿Mamá?

Su madre estaba sentada en el sofá, durmiendo. Le dio un beso en la mejilla.

-Ah, hola, cariño… - dijo con un tono cansado. – Lo siento, no escuché la puerta…

-No te preocupes. – le sonrió – si estas cansada, duerme.

-No, no… tengo que hacer la cena… tu padre llegará pronto.

_tn_ se despertó a las seis. Tenía que coger el bus, ahora que no tendría moto durante una semana. Se alistó y cogió la T10 donde aún quedaban cuatro viajes. Su madre dormía. Mientras que su padre roncaba, en el sofá del salón. Siempre que discutían, él dormía allí. Pero esta noche, estaba tan cansada, que no había oído nada.

Cerró la puerta con precaución y se colgó bien la maleta en la espalda. Fue a la parada del bus.
Pronto llegó.

-Buenos días. – dijo el revisor.

-Buenos días. – contestó ella. Y metió la tarjeta por el aparato, que pronto le tachó otro viaje menos. El estú.pido conductor, no se esperó a que ella tomara asiento o se agarrara a algo. Arrancó. De la presión, _tn_ se tambaleó y chocó contra alguien.

-Ui, lo siento.

-No… no pasa nada. – ella se sonrojó al ver quién era. - ¿_tn_?

-Ah… hola Justin… - le sonaba más a compañerismo que a una relación de 'profesor-alumna'; ese nombre. – Profesor Justin… - rectificó.

-¿No tenias un escúter? – sonrió él, agarrándose a la barandilla de arriba del autobús.

-Si… pero ayer me encontré las ruedas pinchadas… y hasta que Chris no me la arregle… - ahora Justin aclaró todo. Por eso estaban hablando ayer. Lo que no entendía, es porque le daba vueltas y vueltas a esa chica. - ¿Y tú no tienes coche?.

-Si… pero ayer… - rió por la casual situación – Mi hermano Ryan lo cogió… y volvió bebido… y bueno ya sabes, las cosas que pasan. Mi coche está en el taller.

- ¿Así que nos vamos a ver durante estos días en el bus, no?

-Así es. – sonrió Justin-

El bus se iba llenando. Cada vez más apretados. A _tn_ se le cayó la T10 al suelo. Se agachó para buscarla. Justin se sonrojó, al ver su culo en frente suyo. _tn_ no encontraba la T10, y para colmo el autobús se movía. Casi se cae. Justin la agarró por la cintura. Él tuvo una erección instantánea, esa parecía la postura de ‘la sorpresa’. Y _tn_ la sintió. Enorme bieberconda, clavada en su trasero. A la mier.da la T10. Ya compraré otra. Se mordió el labio ante la fricción que hacia la bieberconda de Justin contra su nalga. A pesar las ropas, ella la notaba. Pues eso le dio paso a la imaginación… Justin lo tenía grande. _tn_ recordó el comentario de Lucia.
‘Deja de ser un tostón’. Y eso es exactamente lo que haría. De vez en cuando podía ser madura por su edad. Pero otras, podía ser salida, tanto como Lucia. Volvió a rozar su culo contra la erección de Justin. Ahora adrede. Y él lo supo. Se acercó a su oreja.

-No vuelvas a hacer eso… - dijo, casi perdiendo el control. Aun que de verdad, quería volver a sentir el roce del trasero de _tn_ contra su Bieberconda ya endurecido.

- ¿Y qué hará al respeto? – empezó a hablarle de usted, eso lo excitó aun más. Los pezones de _tn_ se irguieron. - ¿enviarme a detención? ¿Castigarme? – ahora pasó toda su mano por allí. Justin tembló, las piernas le fallaron. – Oh si… castígueme. – gimió bajito ella.

Justin le cogió un muslo y la apretó contra él. Empezó a meter su mano por la falda tejana. Había tanta gente que aparte de apretados, los tapaban por completo. Nadie se enteraría de nada. _tn_ abrió las piernas, y le dio el paso que necesitaba.

- Mmmh... ¿has visto lo que has hecho? - gimió en su oído, asegurándose de que su erección quedara entre pierna y pierna de _tn_. - Puede que si te tenga que castigar...

-Por favor. – se giró y le susurró a la oreja. El ambiente se había puesto a arder en pocos minutos. –

Justin se empalmó más al sentir que ella ya estaba mojada… al despegar el hilo del tanga de aquella hendidura y rozar su índice donde sabia, exactamente, que a ella le daría el máximo placer. _tn_ se mordió el labio, sintiendo como los dedos de Justin entraban y salían de ella, sin ningún miramiento, sin parar. Evitó gemir, mordiéndose la parte interior de la mejilla. Pronto sintió el gusto metálico de la sangre que le inundaba la boca. Iba a correrse.