Capitulo 5

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-Justin… - dijo ella. - ¿Justin? ¡Profe! – él se sobresaltó del asiento. – te quedaste dormido, hemos llegado.

Él se inclinó en la silla. Suerte que llevaba la chaqueta a la altura de la cintura. Intentó que la erección, causada por el sueño se bajara rápido. Se levantó.

-Oh… lo siento.

-Nada… es normal, a esta hora, cualquiera se duerme. – dijo ella bostezando.

Se giró, él fue detrás de ella. La observó. Si, solo un sueño. Aun que como me hubiera gustado no despertarme. 
Martes por la tarde. La clase de gimnasia, a veces muy aburrida y dura, y otras simple y divertida. Depende como le cogiera a Chase. Hoy estaba de buen humor, así que prácticamente, iba a ser divertida.

-Bueno chicos, hoy haremos un juego deportivo… - miró a todos en general, con aquellos ojos casi negros que tanto incitaban a algunas. Era un hombre de unos treinta años, y los tenía súper bien puestos. Sobre todo en ciertos sitios. Sonrió y botó la pelota. – A matar.

Todos los chicos sonrieron. Era un juego que les encantaba. Tirar la bola, dura, hacia cualquier persona para ir eliminando.

- Vamos a hacer dos grupos, os quiero mezclados, tanto chicas como chicos. Vamos a ver… - miró – Lucia, una de las capitanas. – Ahora muchos chicos levantaron la mano. Que infantiles.


-¡Yo! ¡Elíjame a mí!

-No, ¡a mí, Chase!

-¿Queréis callaros? – Miró en general – Elegiré a otra chica… más bien, ¿Lucia, a quien retas?

-A _tn_. – dijo sin pensárselo.

-Bueno… - ella se puso al lado de Lucia, para elegir al resto del equipo.

-Empiezas tú, Lucia.

-Elijo a Chris. – dijo, mirando al resto de la clase – Y quita esa sonrisa, solo por que se te da bien lo de la pelota.

-Y que sepas que cualquier tipo de pelotas… - dijo, manoseando peligrosamente a Lucia, que se lo quitó de encima, rápidamente, sonrojada.

Así siguió la clase, hasta que empezaron a jugar al juego de matar. Cada vez quedaban menos personas, algunas se salvaban, etc..

Justin estaba dando clases en primero A. Miró hacia el patio del instituto, donde se daban unas clases de gimnasia. Se fijó mejor. Era la clase de tercero, la de _tn_. La vio, en un lado de la pista, inclinada, con las manos en las rodillas, tensada, y con el culo en pompa. Y con esos pantis de chándal negros, junto con la camisa blanca.

-¿Profe? – dijo una de los alumnos.

-Ah… dime Mario…

- ¿Está bien el ejercicio? – Justin se puso nervioso. Era la primera vez que no prestaba atención a uno de sus alumnos, a causa de… de otra alumna. Sí, eso es, tan solo otra alumna.
Negó con la cabeza.

-¿Podrías repetirlo, por favor? – El chico sonrió y asintió, recitando de nuevo el ejercicio.

¿Qué le estaba pasando?

- Oye, Lucia… - le dijo, mientras recogían las cosas.

-Dime….

-Tengo que pedirte un favor muy grande…

-Cualquier cosa, ya sabes. – le sonrió la rubia.

-Ayer… me encontré las ruedas de la moto pinchadas… y abolladuras por la parte delantera…

-Oh, maldito Luis, seguro que fue él… - dijo sin que _tn_ terminara de contárselo.

- Ya… pero la cuestión… es que Chris… - Lucia se puso seria de golpe. – No me mires así, aun no te he dicho nada.

-Ya, pero me lo imagino, viniendo de ese bastardo.

-No… no es tan malo como piensas… - suspiró, colgándose la maleta en la espalda – Él me dijo que me arreglaría la moto… si tu aceptabas salir a cenar hoy con él.

-¿Qué? – dijo ella incrédula. – pero si me odia. – ahora se rió.

-No… le gustas, y mucho. Casi vomito ayer al describirme la manera en que lo excita picarte. – Lucia se rió aun más.

-_tn_...

-Lucia, por favor… no tengo setecientos pavos para arreglar la moto… y a mi madre ni pensarlo de pedírselo. Además, Chris está…

-Que ya lo sé, tonta… si eso es lo que necesitas, acepto. – sonrió, colgándose la maleta también en la espalda – pero me debes una.

-Si, si… te debo una. – sonrió – pero si has aceptado con tal facilidad es porque te mueres por acostarte con él.

-No te creas… no está mal, pero no hay para tanto.

-¿Qué no hay para tanto? – dijo _tn_. – Bueno, no es mi tipo, pero está muy bien.

-Ya, tu tipo, es el profe de música. – se rió, saliendo de la clase con _tn_. - ¿A que si?

-¿Por qué dices eso? – le pregunto, sonrojándose, a Lucia – nunca me acostaría con un profesor.

-No seas tonta. Está para comérselo, hasta yo aceptaría acostarme con él.

-Es que tu, Lucia, lo siento mucho, pero eres una zorra. – se rió _tn_. Lucia también se rió, a pesar de todo.

-Una zorra que lo vale. – rectificó – pero venga ya, ¿has visto como te mira?

-¿Qué? – dijo _tn_, aun más incrédula, ya roja como un tomate –

-Me dirás que no… en esa mirada veo algo más que una relación de alumna y profesor. Por dios, tienes un polvazo, _tn_, mírate. El uno para la otra.

-Cállate ya… sabes que no es verdad…

-Vale me callo – siguieron andando – pero cuando te encuentres al profesor Justin entre tus piernas, me darás la razón.

-No me acostaré nunca con Justin.

- Mira, ya lo llamas por su abreviatura. Por ahí se empieza. – sonrió. – Oye me voy, mi madre ya está allí con el coche.

-Si, ves, ves… yo me quedaré a la biblioteca del insti… el bus no sale hasta dentro de una hora… - le dio dos besos a su amiga y ella se fue. _tn_ se dirigió a los adentros de la escuela, hacia la biblioteca.

Sintió otra vez una melodía, pasando por delante de la sala de los instrumentos. Se asomó, y esta vez entró sin escrúpulos. Se quedó observando cómo Justin tocaba el piano, de perfil. Y parecía un ángel caído del cielo. Nunca se había sentido atraída por un profesor… pero esto ero el colmo.
Justin era prácticamente perfecto… y hermoso. Sonrió, apoyándose en la pared.

-¿Tocas cada día? – dijo en una voz tibia que confortaría a cualquiera.

-Oh… - Dejó de tocar. Se rió. – es lo que más me gusta… la música.

-Se nota. – sonrió y se fue a sentar frente a Justin. Se apoyó en el piano. – Me encanta como tocas. – lo miró a los ojos… y le hubiera gustado decir ‘y tu; me encantas todo tu’.

-Gracias. – Justin se giró. – llevo algunos años. – tiró su pelo hacia atrás y se arremangó las mangas del jersey. Ella observó sus fuertes brazos.

-¿Tocabas la guitarra, no, también?

-Así es… - dijo levantándose y cogiendo la guitarra española que había apoyada cerca de allí. La afinó un poco.

-Tócame algo… - le dijo, volviéndose a sentar frente a él. Justin alzó la mirada y sonrió. Eso no había sido una pregunta, ella quería que le tocara alguna canción con la guitarra. El corazón de Justin se aceleró. Iba a hacer algo más que eso.

-¿Alguna en concreto?

-La canción que tú quieras. – le sonrió _tn_, cruzando las piernas. Justin se fijó en esas largas y femeninas piernas. Y por un momento las quiso acariciar, tocar… besar. Hacerla sentirla toda suya. Se quitó esos pensamientos de encima.

Empezó con unos acordes.

-Oh… es aquella… ¿She will be loved? – Sonrió.

-Si… ¿te gusta? – dijo siguiendo tocando.

-Muchísimo… supongo que porque… - hizo una pausa y miró al techo – me gustaría ser amada por alguien. – sus ojos se humedecieron.

-Ei… ei… - él se sentó a su lado. – Cuéntame… - le pasó un brazo por el cuello. Ella se apoyó en su hombro.

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Voy a ser tu maestro |HOT| {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora