UNA ROSA CONDENA [Joshler]

3

Los labios de Josh se curvaron en una sonrisa y sus ojos se achinaron rápidamente. Su cabello rosa caía en picada sobre su frente y le daba un aire rebelde, superado.
Estaba sudando, por lo que supuse que había venido apurado. O corriendo.
Lo rebaje con la mirada sin disimular mi cara de sorpresa y tartamudeando un poco, lo hice pasar. El sudor me caía por la sien y bajaba hasta mi sudadera negra, mojándola. Me seque un poco con la manga de ésta pero sabía que no serviría de nada; la presencia de Josh seguiría haciéndome sudar.

"Soy una persona educada," solté "pero no por eso dejaré que estés mucho tiempo dentro de esta casa."

Josh dejo de sonreír. Arqueo una ceja con la mirada fija en la mia y por un segundo pensé en qué tendría en mente hacerme.
Miro alrededor y jugueteó con lo primero que encontró sobre la mesa. Recorrió el pequeño pasillo de la entrada y en cuanto memorizo cada detalle, me volvió a mirar. Sonrió de costado y corrió todo el pelo rosa que cubría su rostro.

"No soy una mala persona, Tyler" Murmuró. Bajo la cabeza y jugueteó con sus pies por unos segundos. "Sabes que no te haría daño a ti."

"N-no te conozco ni un poco" Tartamudee. "No sé si eres capaz de controlarte."

Se sentó en una silla que Jenna siempre deja en el pasillo para subir al altillo y me miró, cruzó las piernas y suspiró.
Parecía tan relajado que me ponía nervioso, ¿Por qué lo dejé pasar?
Saco de su bolsillo un paquete de cigarros aplastados y prendió uno. "Jenna no permite que se fume adentro" pensé en decirle, pero no quería sonar tan controlado por mi mujer. Le dio una calada al cigarro y la manga de su remera se bajó un poco; tatuajes cubrían gran parte de su muñeca.
Yo quería hacerme tatuajes, muchos, pero no era adecuado.
Bajé la cabeza y jugueteé con mis dedos.

"¿No te has olvidado de Penny, verdad?" Soltó.

Dejé de respirar por unos segundos. ¿Penny? ¿Acaso era algún amigo de nuestra infancia que no llegaba a recordar?

"¿Quién es Penny?" Frunci el ceño y apoye mi espalda contra una pared.

Josh dio otra calada a su cigarro y me miró con los ojos entrecerrados. No podía distinguir si esa era su mirada o si estaba cabreado. Hace tiempo que ya dejé de conocerlo.

"Solías llamarla así." murmuró. "A tu ansiedad."

Abrí la boca para decir algo pero las palabras quedaron trabadas en mi garganta, intentando salir y al mismo tiempo queriendo con todas sus fuerzas quedarse allí.
Asentí con la cabeza.
"Ahora sí la recuerdo".
Cuando tenía 16, vivía a media cuadra de la casa de Josh. Nos juntábamos a beber, fumar y hacer estupideces de adolescentes de vez en cuando, hasta que Penny apareció. Josh no sabia con que lidiabamos, así que le puso nombre y hablaba de ella como su peor enemiga; la misma que le había robado a su mejor amigo. Dejamos de vernos, y al poco tiempo, me mudé para poder hacer algo con mi vida y estudiar.
Claramente no funcionó.
Penny sigue a mi lado, siempre fiel.

"Ven a tomar algo conmigo, Tyler" soltó josh sacándome de mis pensamientos. "Como en los viejos tiempos en la granja, anda".

Lo dudé. Tenia consulta en menos de una hora, ¿Seria tan malo faltar?
Sé que debo ir, Jenna me estará esperando, pero...
"No lo hagas, Tyler".
Corrí el baño sin decir nada y me quité toda la ropa a tirones. Podía imaginarme la mirada de Josh, sin entender que estaba pasando. Me meti en la ducha, me enjabone y limpie toda parte de mi cuerpo con movimientos rápidos pero precisos. Si al salir de la ducha, Josh estaba ahí, iría con él.
Pasaron 20 minutos hasta que termine de ducharme y cambiarme. Salir al pasillo era algo que me ponía nervioso.
"Que no esté allí, por favor".

"No pensaste que me iría, ¿no?" Estiro sus brazos y me tiró un objeto hacia el pecho. Por un momento me asuste, pero al tomarlo entre mis manos ni reacción fue de sorpresa. Eran sus llaves. "Tú manejas, estoy muy ebrio para esto."
Se puso de pie, abrió la puerta y salió a través de ella.