30

3 1 0
                                    

Linda estaba acostada del lado derecho mi cama completamente desnuda. Yo, de mi lado, ni siquiera sentía la necesidad de mirarla o acercarme a ella para demostrarle siquiera un poco de interés.
Eran las 6 de la mañana. Jordan todavía dormía y yo todavía no podía pegar ni un ojo. Al final, lo que busque para sentir un poco de necesidad sobre algo/alguien, no me funcionó, me abrió un poco más el vacio que sentía.
Ya estaba cansado de que nada me funcione.

Me levanté y me volví a bañar. El agua me corría por el cuerpo, tibia, caliente de a ratos, hasta volverse totalmente fría después de un rato. Un golpe en la puerta me devolvió a la realidad de que era hora de salir y me deslice fuera de la ducha a paso lento, envolviendo la toalla en mi cabeza.
Jordan entró pensando que estaba desocupado y se encontró con un Joshua Dun como mi madre me trajo al mundo.

"Hey Jordan, has visto mi toalla?" me reí mientras me acercaba a él.

"Por Dios, Joshua" gritaba mientras salía con cara de asco y se iba por el pasillo a su habitación. Me volví a reír y me gustó la sensación de ser feliz.

Tal vez hoy sí sería un buen día.

"Hoy podríamos ir a desayunar, no?" Le dije bajando por las escaleras, vestido, afeitado y hasta con desodorante.

Jordan se preparaba una jarra con agua para hacerse un té. Levantó la mirada y arqueo una ceja.

"¿Te pusiste así porque hay una mujer en tu habitación?" dijo. Le dio una mordida a su tostada y no me quitó la mirada de encima.
Me había olvidado de ella, pero actúe como si no hubiese dicho eso.

"¿Y vos? Yendo al colegio después de varias semanas. ¿Qué pasó?"

Tardó varios segundos en responderme después de tragar.

"Hay un partido. Juegan compañeros míos contra el otro curso"

Asentí con la cabeza mientras le robaba una tostada. Masticando, le golpeé el hombro con el puño.

"Te acompaño."

"¿Con esa cara? Parece que no duermes ni comes hace días" Se sirvió el agua caliente sobre una gran taza.

Tenía razón. Lucía peor que un paciente psiquiátrico, pero tampoco dormía ni comía bien hace varios días así que no me preocupé demasiado. Me encogí de hombros y estuve a punto de decirle que mi cadaver tal vez se vería parecido, pero Jordan no toma esos chistes para bien.

"Tendrás que aceptar que así es la familia"

Me preparé un café con un poco de licor y a los 20 minutos estabamos saliendo de casa. Le dejé una nota a Linda para que sepa donde guardar la llave al irse y caminamos - yo en realidad, Jordan iba en su bicicleta-durante 30 minutos al colegio donde Jordan estudia y yo había estudiando.
Estaba todo absolutamente cambiado. La entrada estaba llena de plantas y cuando yo iba con suerte había pasto. Habia muchos más niños que antes y ahora no era blanca, sino que estaba pintada con un color oliva bastante claro. Combinaba con las plantas pero parecía que entrabas a un vivero y no a un colegio.
Lo mismo adentro, todo nuevo y llenos de adolescentes que no tenian ni la menor idea de la historia que tiene este colegio. El recuerdo me revolvió el estómago; el aula donde estudie dos años hasta repetir, la biblioteca donde nos escondiamos a jugar a las cartas y... Lo que mas me entusiasmaba ver, estaba clausurado. Una pequeña habitación donde a penas cabían dos personas que se usaba para guardar cosas para donar, estaba cerrado con dos cintas rojas que prohibían el paso. Me dolió un poco verla.
Cuando era chico me escondía ahí en los recreos y leía los 20 minutos libres que teníamos hasta que sonaba el timbre. Años después, nos escondíamos con Tyler a fumar algo o después de haber hecho algo malo, como tirar un petardo en el aula. Otras veces, solo era el lugar de Tyler. Se encerraba a gritar y llorar porque Penny no lo dejaba en paz nunca y lo alejaba de mi. Y yo no lo supe hasta que me lo contó después del encuentro que tuvimos en su casa.

"¿Me vas a acompañar o vas a quedarte mirando la pared mucho tiempo más?" me dijo Jordan. Estaba varios pasos adelante mio y me miraba apurandome. Rode los ojos y lo seguí lo que quedaba del pasillo hasta entrar en el gimnasio. Estaba lleno de gente de muchas edades, padres o conocidos de los jugadores, pensé. Jordan vio a sus amigos y se acercó despacio mientras yo dudaba si ir con él o juntarme con los adultos del barrio. Al final me quedé donde estaba, entre medio de los adultos y los jóvenes.

La directora se paro en medio del gimnasio y agradeció a todos por presentarse a la final anual de un partido bla bla bla. Dejé de escucharla a la tercera palabra, pero sentí cuando se me aceleraba el corazón al escuchar su nombre.

"Hemos recibido una donación de parte de una familia que siempre fue muy fiel. Todos recibidos de este colegio" dijo. Miro a su alrededor como si mirara a una multitud amandola. Siempre odie a esa mujer. "Muchísimas gracias a Tyler y Jenna Joseph por la gran colaboración."

Ambos equipos empezaron a entrar al gimnasio acompañados de sus debidas porristas o animales del equipo y se armó un típico partido de basketball de colegio. Niños gritando, maestros charlando y mucho mucho ruido. 

Me quedé perplejo. Miré para todos lados buscando a Tyler y no lo encontré. Solo vi un rostro que me hizo pensar en él, pero era tan diferente y tan parecido al mismo tiempo.

Se presentaron los capitanes de cada equipo y se dieron la mano como si no fuera que lo último que querían eran aplastarle la cara al otro con el puño. No llegaba a ver sus rostros, pero identifique a uno porque lo nombró la directora, Lucas Sykes del equipo de los rojos con un nombre raro. Y del otro lado uno 30 centímetros más alto y mas ancho que Lucas, Jay Joseph. El rostro que tanto me confundió. La última vez que lo había visto Jordan y él eran a penas bebés. 

Me puse de pie y ni siquiera me tomé el tiempo de avisarle a Jordan. Corrí hasta el pasillo y lo busqué por todos lados, detrás de las casillas de suplentes, en la dirección, en las aulas. Sabía que Penny podía ponerlo nervioso en lugares así, pero dudaba que haya venido solo. El patio, la sala de maestros, el baño. Nada. Era desierto el interior de la escuela, todos estaban mirando el partido. 

¿Para qué me iba a quedar ahora? 

Vine con la intención de pasar un buen rato con mi hermano, distraerme, no pensar en alcohol, pero lo único que conseguí fue revolver un pasado que deseaba con todas mis fuerzas que fuera mi presente. 

Pero nunca lo sería. 

Caminé por el pasillo principal hasta la entrada pateando bolas de papel tiradas en el piso. 

Tenía una botella de ron en casa que era de mi padrastro y no la probé. Tenía tanta pinta que pensaba tomarla en algún momento especial, total, todavía tenía mis reservas de whisky. Supongo que este es el momento especial. 

Pasé por la puerta censurada otra vez. Había prestado tan poca atención a la puerta por pensar en Tyler que lo primero que vi cuando frené a observarla fue que estaba llena de marcas. Algunas hechas con navaja o algo puntiagudo, en su mayoría nombres. Otras eran solo dibujos hechos con fibrón o lapicera. Ya entendía porque la habían cerrado.

"Parece que ahora ya no es solo nuestro lugar"


UNA ROSA CONDENA [Joshler] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora