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La noche había sido larga. Josh no había hecho más que vomitar después de estar emocionalmente perturbado. Reia, lloraba y hasta gritaba. Llegue a asustarme.
Caminamos horas por la ruta en busca de ayuda, hicimos dedo y con un pedazo de ladrillo roto escribimos en un cartón viejo hacia donde queríamos ir. Aunque no lo crean, caminando eran más de 2 días. Aún peor: ni pasan autobuses.
Las rutas estaban llenas de almacenes o bares viejos casi vacíos pero ninguno tenía ni un poco de señal. Con nuestra suerte, era de esperarse. Después de caminar casi 10 km, el sol ya no nos dejaba concentrarnos. Josh con resaca era mucho más difícil de manejar de lo que parecía y si yo me sentía cansado, no podía imaginarlo a él. Sus ojeras negras y sus ojos achinados demostraban la falta de sueño y de fuerzas. Tampoco habíamos comido.

"Debería haber traído dinero..." murmure. "Ya podría estar en casa o en un motel viejo, al menos, pero no..." suspire. "Le hice caso al gran Josh Dun."

Josh se rió.

"No solo suenas como un imbécil, sino también como una persona frágil e incapaz." Escupió a un costado de la ruta. "Sabes que eres capaz, Ty."

"No me digas Ty." Me limité a responder.

Ty me decía mi familia. Mis seres queridos. Ty me decía Jenna.

Sólo quería llegar a la casa, acostarme y pedirle perdón. Nada mas.

"Pero no te perdonará" Silencio. Callate.

La ruta comenzó a vaciarse. Era raro porque era una ruta transitada incluso en día del año. Había dos opciones: La gente decidió no viajar hoy, un dia hermoso para hacerlo, o... habíamos tomado la ruta equivocada.
Miré a Josh. Este miraba sus pies y tarareaba canciones mientras hacía movimientos con sus manos, como si estuviera tocando la batería. Arqueé una ceja.

"Josh" dije. "Creo que tenemos un problema".

"Si es que quieres orinar, puedes hacerlo por esas plantas" soltó. "Como todo hombre."

Rodé los ojos.

"En esta ruta no hay autos, Josh." Dije con los dientes apretados.

Alzó la mirada a su costado y por primera vez pareció percatarse de lo que estaba pasando. Sus ojos se abrieron más de lo normal y me miró fijo. Estaba en lo cierto; era la ruta equivocada.
Josh agarró su cabeza con ambas manos y se apoyó sobre sus rodillas.

"Tyler, dime que tomaste la ruta izquierda y no la derecha" murmuró.

"¿Como? ¿Estas echándome la culpa?" Me reí.

"¡SOLO DÍMELO!" Gritó.

Me paré en seco. Era la segunda vez que me gritaba en menos de un día y no podía tolerarlo. No soy capaz de tolerar que la gente me grite.
Me mordí el labio para no volver a gritarle y respire profundo antes de responder. "La clave de todo es mantener la calma, Ty." Me decia Jenna.

"No lo sé, Joshua" estire mis brazos con torpeza. "Estaba ocupado acarreando a un borracho, NO LO SÉ"

Josh se rió, nervioso. Se notaba que estaba conteniendo las ganas de golpear algo o volver a gritarme.
Probablemente estábamos camino a llegar a cualquier lugar menos a donde queríamos ir y era mi culpa.
Cerré los ojos con fuerza y por un momento pensé que tal vez esto podría ser un sueño. Tal vez estaba en mi casa, en mi cama, con mi mujer.
Los volví a abrir.
No era un sueño.
El polvo chocaba contra mi rostro y se pegaba al sudor de mi frente. Sentia los ojos llorosos y la piel ardiendo. Necesitábamos salir de esta ruta de alguna forma u otra, porque de lo contrario moriríamos con varias opciones: 1. Nos matamos el uno al otro, 2. Deshidratación, o peor, 3. Nos roban y matan.
Algunas son un poquito exageradas, pero todas son posibles.

"Si tomaste la ruta derecha, estamos yendo a otra ciudad, Ty..." Se lamento. "Estamos probablemente a mitad de camino a otra ciudad".

"¿Y qué esperas que haga?" Me quejé. "¿Que pida disculpas? Oh Josh, perdoname por, mmm..." Me toque la barbilla, dudando. "NO DEJARTE EN LA RUTA VOMITANDO"

Rodó los ojos pero no dijo ni una palabra. Estaba en lo cierto y él lo sabía. Seguí caminando dándole la espalda y me puse firme sabiendo que esta vez nadie podía contradecirme o gritarme, porque hice lo correcto.

"Ty..." Murmuró Josh.

"Ya te he dicho que no me llames así."

"Ty..." repitió. "¿Eso es un motel?"

UNA ROSA CONDENA [Joshler] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora