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Josh me miró con los ojos como platos. Por varios minutos, su labio inferior tembló cada vez que intentó decir una palabra, incluso sus ojos se tornaron brillosos.
Se sentó sobre la silla que tenía a su espalda y bajo la cabeza zapateando de los nervios.
Pasado toda la sorpresa, se rió de forma absurda y seco una pequeña lágrima que caía de su ojo derecho.
En cuanto quise reírme, Josh estaba llorando de una forma nerviosa. Tal vez por enojo o por decepción. Me quedé sin habla. Josh no me miró.
Me mordi el labio.
Abrió la boca para decirme algo pero no lo deje terminar. Me había lanzado a sus brazos como si fuera un niña perdida y escondido mi cabeza en su cuello. Josh no respondió el abrazo.
Sus brazos colgaban a los costados de su cuerpo y parecía demasiado confundido como para siquiera.

"Basta" Solté. Levanté la cabeza y seque su lágrima con mi pulgar. "Nunca sería capaz de hacerte tal cosa"

Josh me separo de su cuerpo. Me miró con los ojos rojos, brillantes y llenos de ira. Al parecer, lo de ser actor no se me da tan mal.
Seco sus ojos con sus puños y me miró otra vez. Solo unos pocos segundos fueron suficientes para que su mirada se llene de odio. Miró a un costado: todos miraban y yo, intentaba no reírme.
Se puso firme y pasando por mi lado, desapareció del bar dejando una ola de silencio detrás de sí.
Mi mandíbula rozaba el piso. No podía creer su reacción y mucho menos después de el abrazo que le había dado. ¿Habia sido tan fuerte?
Claro que lo había sido. Tranquilamente podía denunciarlo.

Corrí hacia donde quiera que haya ido y me encontré en un patio en medio de la ruta totalmente vacío. Era imposible que se haya escapado con tanta rapidez. Corrí hacia la izquierda y luego hacia la derecha buscando siquiera una miniatura corriendo a lo lejos. Nada. Mire hacia el techo del lugar, ¿Por que no esconderse ahí? Es un lugar perfecto. Pero nada. Y como último recurso, corrí alrededor del lugar, pasando por los costados llenos de basura y los extremos llenos de botellas. Atrás, era todo un laberinto. Parecía que atrás del bar, tan inesperado en medio de la ruta, había pequeños departamentos, prácticamente un cuadrado donde entraba una cama y un inodoro. Frunci la nariz.
Josh tenía que estar por acá.
Mire a mi alrededor y no encontraba nada, incluso pensé en golpear las puertas y preguntar si habían visto a un muchacho de pelo rosa dando vueltas alrededor. Pero iba a ser totalmente alarmante para ellos. "¿Quien es el hombre de pelo rosa? ¿Un ladrón? ¿Tenemos que temer?" Mala idea. Por suerte, no fue necesario. Josh estaba en el fondo, sentado en una escalera podrida que podía hacerse añicos en cualquier momento, pero ésta parecía comprender a Josh: un muchacho delgado que muy en el fondo era tan frágil como una hoja.
Me acerqué con el paso lento porque si era muy brusco, probablemente recibiría una madera en la cabeza o un Josh que huye de mi como si fuera alguien totalmente desagradable. No quería eso.

"Vete, Tyler" dijo en silencio.

"Josh..." Empecé.

"No quiero hablar contigo ahora mismo."

"¿Por qué?" Pregunté. "Ha sido una simple broma, no esperaba..."

"No esperabas qué, Tyler? Que me sienta atacado y totalmente ofendido?" Levantó la voz y de poco apretó sus manos en las maderas. "¿Piensas que lo hice porque quiero secuestrarte, Tyler? Hacer algo para dañarte?"

"Nunca pensé eso..." Desmenti. ¿O sí lo pensé?

"¡NO MIENTAS, TYLER!" Se puso de pie y se acercó a mí tan rápido que no tuve tiempo a reaccionar. Con su dedo índice apunto a mi pecho y acerco su rostro al mío como si fuera a darme un cabezazo, o peor, intimidarme de la peor forma posible: con sus ojos color miel hipnotizantes. "Si hay algo que sé, es que todo de lo que me estás acusando es mentira." Se acercó más a mi rostro.

"Nunca te acuse de nada." Solté a secas.

Josh sonrió de costado.

"Si tan solo supieras..." Se dió vuelta y y comenzó a reírse solo, como si la situación fuera rotunda y totalmente divertida.

"Si tan solo supieras, ¿qué?" Me quede parado en el mismo lugar que antes y lo miré, esperando una respuesta. No me la dió. Me acerqué rápidamente a él y lo tomé por la camisa. "Si tan solo supieras, ¿QUÉ?" Acerque su rostro al mío y apoye su frente contra la mía con ira. Tenía los dientes apretados y sentía que la paciencia se iba de mi y alguien totalmente ajeno y oscuro a mi tomaba el poder.
Josh dejo de reírse. Me miró a los ojos y en menos de 5 segundos, estaba besándome.
Sus labios estaban mojados y sabían salado. Fue un beso largo, como si no quisiera soltarse de mi. Como si temiera que lo suelte.
Me tomo por los hombros y las lágrimas siguieron cayendo por sus ojos olvidando que la situación había tomado un cambio rotundo.
Y en cuanto a mi, mi estómago se retorció de una forma exagerada. Afloje mi mano y sin darme cuenta la tenía apoyada en su pecho, como si me asustara que se acerque demasiado pero al mismo tiempo quería asegurarme de que no se aleje. Toda esta situación tenía un cambio rotundo y muchos hilos uniéndose. Pensé, por un segundo, que Josh todavía pensaba en nuestro primer beso como yo, de alguna forma random, también pensaba en eso a veces.

UNA ROSA CONDENA [Joshler] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora