#Capitulo 29

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–¿Aún no quieres comer nada?.–Asentí. Después de recibir aquel mensaje todo apetito que pude haber tenido se esfumó.–Sigo pensando que es mala idea que no lo hagas.

–No voy a morir de hambre, Zac, solo no he comido desde esta mañana.

–Y ya es de noche, al menos toma algo..–Me ofreció un vaso de leche blanca y la acepté, solamente para que se calme.– ¿Por qué eres tan atento conmigo?

–Solamente soy preocupado, no quiero que mi compañera de casa muera de hambre..

–No te entiendo.

–¿Qué quieres que te diga?.– Se encogió de hombros.

–Digo, tú sabías quién era yo, y con quien estoy, estaba.– Me corregí.– Sabes los problemas que te traerían tenerme aquí, ¿Por qué alguien se arriesgaría así?

–Si piensas que estoy enamorado de ti, te equivocas..–Sonrió y yo solo negué mientras reía.– No lo sé, Harley, simplemente no me gusta cuando tratan mal a las mujeres, y si tuviera que volver a hacerlo lo haría.

–Eres un idiota.– Le sonreí.

–¿Por salvarte de tu infierno?

–Por hundirte conmigo.– Su ojos quedaron observando los míos por unos largos segundos y luego viajaron a mis labios, poco a poco fue acercándose a mi.– Yo...

–¿Si..?.– Sus intenciones aún no cambiaban y seguía dispuesto a besarme.

–Mejor iré a dormir..– Me alejé lo más rápido de ahí.
No me dio tiempo ni de pensar cuando mi celular comenzó a sonar. Era un número que no tenía agendado.

–¿Hola?

–¿Dóndes estás?

–¿Ivy?

–Quien más.–Sonreí. La extrañaba.– ¿Dónde te metiste rubia?

–A que no me creerás.

–Tengo una idea..–Me acomodé en la cama de espalda, ya que creo que es una llamada larga.

–¿Y cuál es?

–Estas con un tipo llamado Zac, ¿adivine?

–¿Quien te ha contado?

–¿Cómo es que terminaste en su casa?– Evadió mi pregunta.

–El me ofreció quedarme aquí..–Aunque no pudiera verme me encogí de hombros.– Ahora dime quién te ha contado.

–Fui a ver a tu novio, tan desagradable como siempre, al no verte ahí, supuse que tuvieron un problema..

–Estás en lo cierto.– Interrumpí.

–Le pregunté dónde estabas, me mandó al carajo, luego me dijo algo de Zac, y me volvió a mandar al carajo.

– No deberías haber...– Un estruendoso ruido interrumpió mi conversación con Ivy.

–¿Qué fue ese ruido, Harley?

– Yo... No lo sé.– Dejé el celular sobre la cama ignorando la llamada y los insistentes llamados de Ivy y salí a ver.– ¿Zac?.– Llegué a la sala de estar y estaba Zac de espaldas a mí con una capucha negra.– ¿Zac?.– No me respondió.– ¿Pasa algo?

–Lamento decepcionarte, pero yo no soy Zac.– Se dio vuelta quitándose el gorro y sonriéndome.– ¿Me recuerdas o ya te olvidaste de mí?

–¿Qué haces aquí?

–¿Ni un abrazo? ¿Ni un beso? Estás perdiendo tu esencia, Harls..– Se fue acercando poco a poco a mí y mentiría si dijera que no tengo miedo, estoy tratando con todas mis fuerzas mantenerme a la defensiva.

–¿Qué es lo que quieres, Joker?

–¿Joker?.– Comenzó a reír y enseguida basto.– ¿Ya no "Mr.J" o "Puddin?.– Negué.– ¿Quién mierda te crees que eres para llamarme así?.– Ahora si estaba cagada, él seguía acercándose a mí y yo había chocado contra la pared.

–Así te llamas ¿no?.– La estoy cagando más.

–Dejémonos de rodeos.– Puso una mano apoyada al lado de mi cabeza y la otra en su bolsillo.– ¿Recibiste mi mensaje?.– Tragué duro y asentí.– ¿Si o no?

–Si...

–Entonces sabes a lo que vengo.– Dejó un beso en mi cuello y luego se separó de mi.

–¿Por qué..?

–¿Por qué?.– Comenzó a reír nuevamente.– ¡¿Me acabas de preguntar por qué?!.– Su mano apretó la zona antes besada y se mantuvo ahí.– Porque eres una zorra asquerosa.

–Yo no te he hecho nada, pudd..–Me interrumpió con una leve palmada en mi mejilla.

–¡No se te ocurra llamarme de esa manera!

–Mr.J...

–Así está mejor.– Se alejó por fin.– Ahora a lo que venía.– Tomó asiento y me ordenó sentarme a su lado.– Por lo que pasamos juntos he decido darte el honor de elegir como quieres que te mate.

–No vas a matarme.– Estaba temblando, desde la punta de mis pies a las yemas de mi dedos manuales.

–¿Por qué no habría de hacerlo?

–Yo.. porque..

–¿Vas a responder o temblar todo el puto rato? No me hagas perder mi tiempo.

–Estás siendo... muy cruel.– Estaba al borde del llanto.

–¿Cruel? Pero si te he dejar decidir.– Se encogió de hombros.– Pero dime rápido, porque no tengo tiempo para tus mierdas y lamentos.

[...]

Estábamos en la cima de un edificio, yo en el borde con el apuntando hacia mi cabeza.

–Yo habría elegido algo más cómico.– Habló frente a mí.– Te creía más divertida.– Tras el estaban todos sus hombres, algunos mirando asustados, otros con lastima, mientras que a mí ya se me habían escapado un par de lagrimas.– Creo haberte dicho alguna vez que si no estabas conmigo no estarías con nadie, porque lo que es mío, no será de nadie más.– Su voz era tan fría, que me hacía dudar de si alguna vez me quiso aunque sea un poco.– Me desafiaste, y terminaste perdiendo, lamento decirte ahora, que yo no tengo sentimientos.– Estaba llorando cada vez más.– Que yo no te quise..

–No es cierto.– Dije entre sollozos, aunque yo no me lo crea lo dije.

–¿Quien sabe más de lo que yo siento que no sea yo? Nadie.– Recargo el arma y golpeó con fuerza mi frente.

–Mátame, pero por favor no sigas hablando..

–Te duele que diga que no te..– Lo interrumpí.

–No lo digas, no más...–Cerré los ojos y espere a que el momento pasara.– Mátame.– Pero no sentí nada.– ¡Mátame!.– Sentí que la pistola en mi frente se quitó pero luego volvió con más fuerza.– ¡Mátame maldita sea!.– Y escuché un sonido saliente de aquel arma, todo se volvió negro para mí, y eso es lo último que recuerdo.

Begging you.-Harley Quinn, The Joker. ||editando||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora