#Capitulo 32

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[...un mes después]

Las cosas con Mr.J ya se habían solucionado, todo iba bien, de hecho no podía pedir más, estábamos nuevamente juntos, y más sólidos que nunca, a mi parecer.

–Harls...– Levanté mi cabeza ya que me encontraba postraba sobre la cama.– ¿Has visto mi pistola? La pequeña..– Estaba rascando su nuca, cosa que hacía cuando estaba nervioso o impaciente.

–Creo que la vi en el cuarto de baño..– Aún teníamos un tema pendiente, el bebé, ambos sabíamos que seguía aquí, en mi panza, pero no lo hemos hablado.

–Siempre sabes dónde está todo..– Salió del baño ahora con la pistola en mano.– ¿Te ocurre algo?

–¿Por qué lo preguntas?.– ¿Acaso soy muy obvia?

–Has estado ahí..–Apuntó el lugar al que yo estaba.– Acostada, todo el día..–Se encogió de hombros.

–Aún es temprano, puddin.

–De hecho..– Echó un vistazo al reloj en la pared.– Son las una y media de la tarde..

¡¿Qué?!
Me estoy volviendo una maldita perezosa.

–Ya me levantaré..– Me senté en la cama y tomé un poco del vaso de agua que tenía a mi lado.

–Como quieras.–Se volvió a encoger de hombros.– Yo saldré por ahí con algunos hombres, volveré tarde, así que no me esperes despierta..– Otra vez lo mismo. Beso mi frente y se dispuso a marcharse.

–¿Mr.J?.–  Se giró justo antes de cerrar la puerta de la habitación y me presto atención.

Iba a decirle que teníamos que hablar algún momento del bebé, del embarazo, estaba apunto de decirle, lo iba a hacer.– Ten cuidado.– Pero no pude. Supongo que sigo siendo la cobarde de siempre. Asintió y cerró la puerta tras de sí, justo cuando se volvió a abrir lancé un cojín que impacto justo en la cara de mi puddin.

Problemas.
Uno.
Dos.
Y...

–Vale, vale...– Levantó el cojín del suelo y se sentó a los pies de nuestra cama.– ¿De qué vas? ¿Me dirás que te ocurre o tengo que adivinarlo?

Adivínalo.– No me ocurre nada, estoy bien.

–Me acabas de fracturar la cara con un cojín..– Me gustaba el humor que tenía hoy, pero sentía que lo iba a arruinar si decía algo.

–No seas dramático..– Le sonreí e imitó mi acción.– Estoy de lo más bien.

–No te creo.

–Estoy bien..–Insistí.

–¿Estás así por falta de s..

–¡No! ¿Qué?.– Lo interrumpí.

–En algún momento me lo dirás, te seguiría insistiendo pero debo irme.– ¿Acaso no amarlo?.– Cualquier cosa me marcas, trataré de llegar antes, pero de todas formas descansa.– Se acercó nuevamente a mi pero esta vez me dio un pequeño pico en los labios.

[...]

Las horas habían pasado casi volando, el cielo se estaba oscureciendo y mi puddin aún no llegaba.

–Algún día de estos me pasaré por ahí, avísame cuando el energúmeno no esté contigo.– Rodeé los ojos.

–Vale, tranquila, ven cuando quieras, casi nunca está..

–¿Segura que estás bien?.– Estaba hablando con Ivy por celular, después de que se enteró, incluso antes que yo por cierto, no ha dejado de llamarme todas las semanas, inclusos aveces varias veces en el día.

–Estoy perfectamente Ivy, incluso acaba de llegar Mr.J..–Le mentí para que se quedara tranquila.– Y trajo unos panqueques junto a él, y se ven del infierno..– Fingí una risa.

–Vale, te dejo entonces, sabes que me debes llamar para cualquier cosa..– Me volvió a repetir como por séptima vez desde que comenzamos a charlar.

–Lo sé, Ivy..–Luego de despedirnos y colgar llegó todo a mi cabeza de golpe. Mi puddin aún no llegaba, mi celular marcaba las 21:52 y no respondía mis mensajes.

–¡Tú!.– Señalé a unos de los hombres que no fueron con el qué pasó por frente de mi, por cierto me encontraba en la sala de estar (living).– ¿Eres nuevo? Nunca te había visto..

–Lo soy, Srta. Quinn, mi nombre es Mason..– Extendió su mano hacia mí y dudosa la acepté, después de todo necesitaba su ayuda.

–¿Mason, sabes dónde está el Joker?.– Negó rápidamente, miente.– Si lo sabes, dímelo por favor...

–No tengo idea.

–Sus hombres siempre saben su paradero..–Volvió a negar.– Si no me dices haré que te despidan..– Puedo ser muy cruel cuando lo quiero.

–Usted no haría es..

–¿Qué no lo haría? Porque me parece que invades mi espacio personal ahora..– Hice ademán entre nosotros y había unos dos metros de distancia.

–No podría acusarme de..

–Si podría, pero, te estoy dando otra opción, o me dices dónde está, o te vas..– Jugué con la punta de mi cabello mientras sonreía.

–Yo le juré al señor no decir nada.

–Así que no puedo saber dónde está...–¿Estará en algo malo? Obviamente. ¿Habrán muertes? Lo más probable. ¿Me implica? No lo sé.– ¿Te ha dicho por qué no debo saber?

–Dijo que para cuidarla.

–¿Es broma?

–No, Srta. Quinn..

–Prometo no ir a buscarlo si me dices..–Negó.– Si no lo haces me iré.

–No puede, nos dejó órdenes estrictas sobre no dejarla salir..

–Entonces supongo que me dirás...

– Av. Fitzoliver, en el callejón... Ahí se encuentra.

–Bien.– Antes de que me dijera algo más salí rápidamente de ahí y tomé una de las motos que se encontraban fuera.– "Av. Fitzoliver".– Me repetía.
Si mal no recuerdo esa calle de encontraba hacia el norte de Gotham, por lo cual me dirigí hacia allí y no me resultó muy difícil encontrar el lugar.
A lo lejos logré escuchar unos gritos y supuse que por ahí se encontraba, giré en la moto hacia la derecha y di de frente con el callejón, apagué el motor, y ya que el lugar era lo bastante largo el sonido de mi llegada no los alarmó para nada. Mr.J estaba de espaldas hacia mí, al igual que dos hombres que lo acompañaban, frente a ellos habían tres hombres más, y si mal no veo uno de ellos es Zac.

–No lo harás..– Habló Mr.J sin saber de mi presencia aún.– No dirás nada.

–¿Por qué no abría de hacerlo?.– Los ojos de Zac se encontraron con los míos pero rápidamente volvió a fingir que yo no estaba ahí.– ¿Por qué no abría de decir que apostaste a Harley y gané?

–¿Qué?.– Dije con un hilo de voz y todos se voltearon hacia mi.

Era obvio que no podíamos estar bien tanto tiempo.

¿Esto me implicaba?
Absolutamente.

Begging you.-Harley Quinn, The Joker. ||editando||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora