-Marie ha despertado – llegué vociferando por toda la sala de espera.
-¿Qué estás diciendo? – Silvia, la madre de Marie saltó de su lugar para tomarme brucamente de los hombros – ¡Doctor! ¡Doctor! – Sus gritos resonaban por todo el hospital – ¡Mi hija despertó! – Corrieron a su habitación y yo les seguí.El doctor examinó su pulso y sus ojos, nos pidió que saliéramos para que luego se integrara una enfermera. Silvia caminaba de un lado a otro tocando su frente. Me estaba poniendo nerviosa su apariencia atormentada se contagiaba con solo verla. Llegó Theo a mis pensamientos, ¿Cómo estaría él? Me desplomé contra la pared impaciente. Silvia seguía dando vueltas, su conducta estaba angustiándome al grado de morder mis uñas. Entre tanto pensamiento se asomó aquel sueño que tuve, donde Marie sufría un severo golpe en su cabeza y su rostro estaba repleto de sangre pero, que el agua desapareciera no podía ser la causa del accidente, algo más habia pasado y con Marie y Theo en ese estado no podría saberlo.
-¿Qué ha pasado doctor? ¿Cómo está mi hija? – el doctor salió de la habitación con un semblante sereno, no eran malas noticias pero tampoco buenas.
-Marie se encuentra en estado vegetativo, debido a un trauma difuso en los hemisferios del cerebro – Silvia lo contemplaba en completo silencio con un gesto desesperado – los pacientes que se encuentran en la situación de Marie suelen abrir los ojos, moverse e incluso emitir algún quejido pero siguen ajenos a su entorno; si todo marcha bien estará recuperándose en algunas semanas. Le hará muy bien que hablen con ella. Más tarde regresaré a examinarla.
-Doctor- lo detuvo Silvia – ¿ella podrá entenderme?
-No lo creo – respondió con frialdad para luego alejarse.
-¿Crees que podrías dejarnos a solas un momento? – Silvia abrió la puerta para entrar con Marie.
-Iré a ver a Theo y luego tendré que irme pero más tarde regresaré, por favor manténgame al tanto de todo.
-Así lo hare Valentina, gracias por venir y hacer que mi hija despertara.
-Yo no lo he hecho, ella es fuerte, lo ha logrado sola – sonreí y me despedí.
Esa mañana había despertado pensando que quizá tendría que ver la cara de Theo y exponer mi mejor excusa y ahora tendría que verlo en la cama de un hospital.
-No ha tenido visitas desde ayer que lo internaron – la señora de recepción tornó su gesto amable a uno preocupado - le hará bien su visita – ¿porque el no había recibido visitas? ¿acaso sus padres no sabían lo que le había sucedido?
-¿Él está consiente? – pregunté albergando una esperanza.
-No señorita, llegó en condición crítica, el doctor podrá darle más información – agradecí y me enfoqué en encontrar al doctor.
El hospital era enorme y buscarlo era casi inútil; a lo lejos lo vi hablando con una mujer delgada y joven, su vestimenta la hacía parecer de la vida galante aunque era hermosa. Me detuve a esperar pero ellos comenzaron a caminar y yo les seguí.
-Doctor – los dos voltearon a verme y yo avergonzada me acerqué – siento mucho interrumpirlos, pero quería preguntarle por la salud de Theo y que me indicara donde está su habitación – la mujer volteo a verme con recelo.
-¿y tú quién eres? – Preguntó altanera - ¿Por qué quieres ver a mi hijo? – me sorprendí al saber que ella era la madre de Theo, su apariencia denotaba cansancio y su maquillaje sin duda era del dia anterior.
-Lo siento señora, yo soy una compañera de la escuela, apenas me enteré y quise venir a verlo – respondí sonrojada.
-Pues lo veras después de mi – replico retándome.
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El bosque y yo
ParanormalValentina acaba de perder a su hermana gemela y su vida esta destrozada. En busca de paz visita el bosque en el que pasaba tardes enteras junto a ella. A partir de ese momento ya nada volverá a ser lo mismo Valentina esta a punto de encontrar...