La pelea

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Nos alistamos, dejo el bocadillo de Yer en la cocina con una nota que dice "He tenido que salir antes. Te quiero" Y nos vamos, hoy es jueves y como Chack se ha quedado conmigo no tiene ni su mochila ni se ha duchado, así que pasamos por su casa. Agradezco que haya traído su coche, me ahorrare ir en bus, aunque por otro lado, pierdo la oportunidad de ver a Jason de nuevo, ignoro esa punzada de decepción, también he de admitir que hay otro motivo para haberme ido tan pronto, no podía mirar a mi hermano a la cara, no después de lo de anoche. 

En mi mente no dejo de darle vueltas, él lo tiene más duro que yo, ha de enfrentarse a una realidad mas dura que la mía y ahí esta, fuerte y entero y encima hasta sonriente. Lo envidio de verdad. Soy débil, soy una maldita carga. Llegamos a casa de mi amigo cuando aún falta un rato para que empiezan las clases. Espero sentada en su cuarto mientras el se da una ducha rápida y se prepara. Salimos de su casa con el tiempo cronometrado.

Llegamos al instituto y no puedo evitar coger aire y extraerlo casi a cámara lenta mentalizadome del duro día que aun me queda por delante. Recibo una agradable caricia en la espalda de mi amigo, reconforta dome. Marian nos espera en la puerta, leo incertidumbre en su mirada, nos vamos acercando y veo el alivio en sus ojos cuando nos ve. Cuando estoy a un paso de ella , se avalanza sobre mi, fundiendome en un fuerte abrazo. Se queda así un momento, incluso después de que suenan las campanas ella no me suelta. Se que esta llorando y sonrió, le devuelvo el abrazo y me aparto:

—¿Estás bien?—me mira a la cara acongojada. Asiento y tiro de ella hacia la puerta.

—Estoy bien, siento los problemas que os he causado. Vamos, nos cerrarán la puerta.

Marian y Chack empiezan hoy en otra clase, porque su optativa es diferente a la mía. Chack me acompaña hasta Francés, que es mi optativa. Nos detenemos en la puerta abierta y antes de que entre, mi amigo me detiene y me sujeta por el rostro, con sus manos en mis mejillas, se que esta preocupado:

—Cleo....¿Estarás bien?— apoyo mis manos en las suyas, en un intento de calmarle. Para mi Chack no es como mi hermano, hermano ya tengo uno al que adoro....es como si el fuera esa otra mitad de ti que te complementa, pero no de manera romántica si no más fraternal.

—Estoy bien y si no....lo estaré, haré mi mejor intento Chuki— ríe al oír mi apodo, muchas veces le digo así cariñosamente.

—Si empiezas a sentirte mal, aguanta, son solo dos horas, te veo en gimnasia. Te quiero—me da un beso en la mejilla y se va justo cuando llega el profesor.

Entramos ambos y me quedo paralizada al verle ahí¿Que hace el aquí?¿Desde cuando da Francés si nunca lo había visto? Me quedo parada mirándolo sin disimulo, a veces no puedo disimular mis reacciones o gestos, se me va la vida en ello. Me sonríe complacido, como si hubiese leído a través de mi y oigo al profesor:

—Señorita Cleo....¿sucede algo?— corro a mi asiento que esta dos puestos a su lado. Apenas somos 5 en clase y el profesor no quiere que nos sentemos juntos para evitar distracciones. Nos tocan dos horas de Francés, la verdad es que me encanta el idioma, se me da bien. 

Y a pesar que suelo participar bastante en clase y la disfruto hoy no es así. Solo le presto atención a el, todo el me llama, su perfume que ya se me ha metido en la cabeza, sus ojos, que siento clavados en mi, su aliento y su puta respiración ¿Que me está pasando?. Nos ponemos a hacer una redacción y la acabo rápidamente. Llevo 3 años estudiando Francés, siempre elijo la misma optativa. El profesor se acerca hasta la mesa de Jason y hablan sobre algo aunque no escucho que, después el profesor se incorpora;

Por tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora