La busqueda

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Llegamos a mi casa y Chack me mira:

—¿Que vas a hacer?—cojo aire y suspiro sin mirarlo,realmente no se que voy a hacer.

—Estudiar y luego imagino que saldré, aún me quedan sitio por pedir trabajo. En algún sitio necesitaran gente nueva...

—Te acompaño...—sabia que me diría eso y en verdad no quiero, no quiero que me vigile ni sienta la necesidad de estar pegado a mi. Quiero que haga su vida normal, odio la idea de que se preocupe demasiado por mí , se que teme que en cualquier momento me rompa definitivamente. Y se que teme no estar ahí para mi, sabe de lo que soy capaz, en mis momentos bajos la autodestrucción me supera, es tanto el odio que siento hacia mi persona...me aborrezco tanto a mi misma...—No Cleo.....voy a ir contigo, no tengo nada que hacer...mi madre se pasa el día trabajando...—me cruzo de brazos enfurruñada—Voy a ser un chicle, pegado a ti todo el día.

—No quiero que te veas obligado a nada Chuck...estaré bien...—ríe sarcásticamente, cuando me mira su expresión es sombría. Se que ahora esta enfadado.

—¿Se puede saber que puta mierda dices? ¿porque cojones debería sentirme obligado? ¿Cuando vas a darte cuenta que estoy contigo y jamás será una obligación estar a tu lado? ¿que tipo de amigo crees que soy Cleo?—me siento culpable al momento y bajo la mirada.

— Esta bien, lo siento....—Me quedo observándolo. Algo le pasa, no sabría decir porque estoy tan segura, ni los motivos que me llevan a pensarlo. Pero lo conozco y está raro—¿Vienes y meriendas en casa ? ¿ O tienes que ir a tu casa a algo?—El niega.

—La verdad es que no tengo que ir a nada—Asiento y me voy bajando del coche.

Estamos en el aparcamiento de la urbanización donde vivo. No podemos meter el coche así que solemos dejarlo fuera aparcado  y entrar caminando. Me voy encaminando con mi amigo a mi lado. Saco el teléfono y me dispongo a llamar a Marian. Aunque dudo que pueda venir. Pongo el teléfono en mi oído mientras su teléfono da tono y oigo a Chack a mi lado:

—No va a poder salir. Su madre no la deja salir entre semana....y menos después del fatídico 4 del examen de matemáticas— Acabamos de pasar el control de acceso, cuelgo suspirando.

—No contesta.....—saco las llaves de casa y guardo el carnet que me acredita. Me detengo cuando llegamos a la puerta y sin pretenderlo mis manos comienzan a temblar. Los recuerdos me golpean, como un cubo de agua fría en pleno mes de agosto, mis piernas no se mueven, estoy paralizada, como si estuviera clavada al suelo. Olvido a Chack a mi lado y me quedo viendo la cerradura. Esto ya parece un ritual. Todos los días me sucede lo mismo, no veo ni siento nada más que éstos putos recuerdos.Puedo ver como si hubiese sido ayer...mama tenia turnos dispares. Por lo que a veces llegábamos a casa y ella nos esperaba con un tazón de chocolate para merendar y unas tostadas o con un vaso de leche. Solía tener la música en casa puesta y correteaba la casa cantando y bailando mientras dedicaba su tiempo a colocar algo o mover las cosas de sitio. Otras veces estaba viendo la televisión en el sofá y nos obligaba a tumbarnos con ella a verla. Ella siempre nos alegraba el día, por muy duro que hubiese sido, tenía esa habilidad. Tenia ese don, mi madre era la dulzura personificada. No se cuanto llevo aquí, mirando la cerradura con mis manos temblando y mi pulso desbocado. Ésta vez he olvidado que Chack está conmigo. Sus manos frotando mis brazos y abrazándome por detrás me devuelven a la realidad. Me reconforta su calor. Saber que está ahí, debo admitir que es mas fácil así, mi pecho pesa menos.

 Poso una mano sobre la suya aún frotando mis brazo y entramos en mi casa. Subimos los escalones al primer piso. Dejo la mochila en el salón y cuelgo mi chaqueta. Mi amigo me imita y nos dirigimos a la cocina. Me siento en la mesa cansada. Comer me supone otro gran puto esfuerzo. Chack levanta las cejas a modo de interrogante. Se que no lo va a dejar así, para el soy un libro abierto:

—Aun tengo esos cereales que te gustaron la otra vez—Me dispongo a levantarme para sacar la caja y el me obliga a sentarme de nuevo en silencio.

—¿Me los guardaste?!Por eso te quiero tanto¡—Empieza a sacar dos vasos y sirve leche en ellos. El ya sabe donde está todo en mi casa.

—No te emociones....Yer no come cereales y yo...bueno...no me apetecía...—Cambia el rostro y me hace una mueca.

—A ti últimamente nunca te apetece comer—Me pone delante el vaso con cereales y se sienta frente a mi con el suyo. Hago una mueca y veo como mi amigo se queda mirándome. Le hago un gesto con mas manos con intención de calmarlo. Empiezo a comer muy despacio para evitar las nauseas.

Quince minutos después Chack ya ha acabado hace rato y solo mira su móvil esperando que yo acabe. Resoplo y le acerco mi vaso para que lo acabe. Parpadea y me mira:

—Me acabé los cereales...solo queda leche pero no puedo mas Chuki....—lo veo ladear el rostro queriendo resistirse—Si me obligo no podré retener nada en el estomago y lo vomitare todo...—Se acaba mi vaso de leche de un trago y mira el reloj.

—¿Nos ponemos ya con sociales y lengua?—Yo asiento.

—Ya he perdido mucho el tiempo...
Caminamos hasta mi cuarto, siempre los hacemos sobre mi cama, salvo cuando estaba Mamá, ella nos obligaba a sentarnos en el salón. Decía que era imposible estar cómodos así. Río al recordar como nos echaba la bronca. Cierro la Puerta detrás de Chack. Él se me queda mirando fijamente durante unos instantes:

— ¿Que pasa?— le pregunto finalmente y el estira su mano y con una expresión de tristeza infinita estira su mano y limpia una lágrima de mi mejilla. No me he dado cuenta de que estoy llorando....dejo escapar una sonrisa forzada y me limpio la cara con la manga. Tiro de el hacía la cama y empiezo a sacar los deberes.

Un buen rato después ambos hemos acabado. Me apoyo en su hombro. Estoy muy cansada y tengo sueño pero tengo cosas que hacer. Me levanto:
-—¿Vamos?— Chack asiente. Nos calzamos y ponemos la chaqueta. Salimos de casa con unos Cuantos curriculums y vamos hasta su coche. La verdad es que así acabaré antes. Nos recorremos las calles y me voy bajando y entregando solicitudes de empleo. El último de ellos lo he entregado en la plaza mayor, en el kiosko. Allí hay mucha afluencia de gente. Todos los días jóvenes y no tan jóvenes se sientan en sus bancos para pasar la tarde. Los señores y señoras se compran sus periódicos y sus revistas. Los niños y adolescentes sus golosinas, paquetes de pipas y tabaco. Yo misma he comprado aquí muchas veces. Cuando me subo en el coche de Chack no puedo con mi alma. Conduce a casa en silencio y yo poco a poco me quedo totalmente dormida. El vaivén del coche siempre ha tenido ese efecto en mi. En mi cabeza rememoro la cantidad de veces que papá me Cargaba al llegar a casa y duele. Incluso dormida el dolor me acosa. Siento el coche parar y se que hemos llegado. Abro los ojos con mucho esfuerzo y me bajo autómata total, en modo automático. Chack se baja también y me detiene por el brazo sin decir nada. Se agacha frente de espaldas y entiendo que quiere que me suba a su espalda y llevarme cargada, como mamá mono lleva a su bebé monito. Río y me subo semidormida. Él me sujeta por las piernas y yo me enlazo los brazos en su cuello sin ahogarlo, y vuelvo a quedarme dormida al instante.

Cuando despierto son las 5 a.m para no variar y estoy en mi cama con ropa y todo.¡¡ Dioses!!¿Yo me he dormido vestida?El mundo se debe estar acabando.¿Como he llegado a mi cama?

Sigo mi rutina como todos los días, me ducho y me visto. Acomodo mi cuarto y preparo comida para Yeremi. Lo voy guardando en su maleta cuando se levanta:

— Buenos días—me da un beso—¿Que tal? —Lo miro y sonrió.

—Descansada....—me siento para hacerle compañía, aun me queda un rato.

— Me lo imagino, Chack te trajo anoche cargada y profunda. Ni te enteraste cuando te dejo en la cama y se fue—sonrío, debo darle las gracias a Chack.

—Quería cenar contigo¿porque no me despertaste?

— Estabas agotada y necesitabas dormir....—me cruzo de brazos enfurruñada. Yeremi se acerca y revuelve mi pelo.

—Te hecho de menos Yer....parece que no te veo en días.

— Yo también a ti. Hoy es viernes. Ésta noche hacemos algo ¿te parece?—asiento entusiasmada.


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Por tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora