Al contrario de Busan, últimamente el clima en Seúl ha estado de locos. Hay días en que la ciudad amanece con un resplandeciente sol en el cielo, pero hay otros en que las inesperadas gotas de lluvia caen sin cesar en la ciudad.
Pues, para agrado de unos y desgracia de otros esta noche la lluvia es la que ha decidido reinar, teniendo a Yongguk mirando por la ventana, viendo relajadamente las gotas caer. Inspirándolo quién sabe para qué tipo de versos. Líricas. Poemas gritados a todo pulmón por su profunda y oscura alma.
Se siente una paz neutral en el apartamento debido a la soledad. Soledad que terminará la mañana siguiente, debido a la llegada de Himchan.
Concentrado en sus pensamientos y con los ojos cerrados se recuesta en el sofá. Tarareando una y otra vez una melodía que le ha venido a la cabeza. Ahora su respiración se ha vuelto pausada, pues al parecer está a punto de caer inmerso en el mundo de los sueños. Pero de pronto se sorprende tremendamente al escuchar el insistente timbre que no deja de sonar.
Se levanta de su asiento presuroso dispuesto a abrir la puerta y cuando por fin la abre, lo que se encuentra es la imagen de Junhong. De un empapado y desconsolado Junhong. Cientos de lágrimas están brotando de sus ojos. Lágrimas que por ahora no han sido notadas por Yongguk a causa de la cabeza baja que mantiene el muchacho.
—¿Junhong qué ocurrió? —dice en un tono preocupado y se apresura por hacerlo entrar—. Pero si estás todo empapado.
Junhong no cambia su posición. Tan solo está parado en medio de la sala. Chorreando gotas de agua a través de todo su cuerpo y lágrimas provenientes de su corazón.
—Ven, debes cambiarte esa ropa empapada.
Yongguk lo toma del brazo y lo lleva hasta su habitación para tomar una toalla y envolver el cuerpo mojado de aquel muchacho.
—Ten, ve al baño a cambiarte —dice dejando una muda de ropa en sus manos—. Tal vez mi ropa no te quede del todo bien. Quién te manda a ser tan alto.
Junhong asiente con la cabeza y obedece de inmediato.
Cuando sale del baño ya no encuentra a Yongguk en la habitación. Camina un poco más y finalmente lo topa en la cocina.—¿Ya comiste? ¿Quieres que prepare algo para ti?
No hay respuesta.
¿Comida? No. No es comida por lo que Junhong ha recorrido media ciudad corriendo bajo esta tempestad. No es la razón por la cual sus pesadas lágrimas resbalan por sus mejillas. No es la razón por la cual siente estrujado su pobre corazón.
Yongguk se lo queda mirando, sin siquiera tener idea del verdadero motivo por el que se encuentra allí.Junhong está pensando una y otra vez en su próximo movimiento. Ahora, que por fin se ha decidido, se acerca a Yongguk de golpe para luego tomarlo por los hombros y así poder tenerlo aprisionado a la pared. Haciendo ventaja de su altura lo inmoviliza para luego depositar un fuerte y desesperado beso en sus labios.
Junhong se mueve torpemente sin recibir respuesta alguna. Aquello ya se lo esperaba. Sin embargo él no para. Continúa de manera insistente ese vaivén de sus labios.
Pero luego, para su sorpresa y deleite, los labios aprisionados debajo de los suyos empiezan a corresponderle, respondiendo suavemente.Las lágrimas empiezan a caer otra vez. Dándole a aquel beso cierto sabor salado, cierto sabor a amargura y tristeza.
Junhong se separa de pronto. Mientras, Yongguk tan solo se limita a mirarlo en silencio, un tanto escéptico a causa de toda esta situación.
—Yongguk hyung... Perdón, pero... ¡No tienes idea desde hace cuánto tiempo he querido hacer esto! —dice aún entre sollozos—. Yo no tenía idea que tú... que tus gustos... —no puede continuar, pues se ahoga en su propio llanto llevando una mano a la altura de su rostro para limpiarlo—. Pero de repente vienes tomado de la mano de Himchan hyung, alardeando que son pareja. Y yo... Yo... me siento el idiota más grande del mundo —toma un respiro, tratando de tranquilizarse—. Pero, por mucho que me duela nunca haber tenido alguna oportunidad contigo, está bien, lo entiendo. Creo que Himchan hyung es la persona más adecuada para ti, porque es mayor, y te cuida y... y... no es tan solo un mocoso obstinado como yo.
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Luces. Cámara. ¡Acción! [DaeJae]
Fanfiction¿Se imaginan que alguna vez los conejos decidan actuar alguna de las cientos de historias que hemos inventado para ellos? Es más, ¿que hasta se atrevan a hacer las picarescas y codiciadas escenas Yaoi? Pues bien, más o menos de eso va esta historia...