30. Descansa.

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Unas horas antes...

Con un poco de dificultad en el momento de entrar por el umbral de la puerta, Jongup ingresa a la habitación. Enseguida dirige sus pasos a la cama y allí deposita a Himchan, bajándolo cuidadosamente de sus brazos.

Jongup tiene la esperanza de que por fin se quede quieto, que duerma un poco, que descanse. Pero suelta un cansado suspiro al ver que Himchan enseguida se incorpora y queda sentado en el borde de la cama. Permanece con la mirada todavía algo mareada, dando vueltas a su alrededor sin detenerla en nada en concreto.

—¡Jongup-ah!

—¿Sí, hyung?

—Pásame mi teléfono.

Jongup da un vistazo rápido alrededor pero no lo ve por ningún lado.

—¿Dónde está?

—Y yo qué sé.

Jongup suspira.

—Hyung, es tarde. Mejor descansa.

—Jongupie. Ven, ven. Siéntate aquí a mi lado.

Himchan no le da tiempo de rechazar la oferta porque lo toma del brazo y lo obliga sentarse junto a él.

—¡Jongup-ah! —le da palmaditas cariñosas en la espalda—. Mi pequeño Jongupie... Hazle caso a mami y nunca te enamores. ¿De acuerdo? Debes permanecer tan puro como hasta ahora. ¡Mira a tu hyung! Esto es un ejemplo de lo que no tienes que hacer, ¿de acuerdo?

Himchan suelta una carcajada que suena animada al principio pero que paulatinamente se vuelve cada vez más lastimera. Y a Jongup le parte el alma verlo así.

—Hyung... Deberías dormir ya.

Jongup intenta recostar a Himchan pero éste se aleja de él y se levanta de la cama. Camina por ahí, como buscando algo con la mirada.

Jongup bosteza somnoliento y se levanta siguiendo a Himchan. No tiene idea de dónde rayos la ha sacado, pero ve como ahora Himchan está agitando una botella de soju en sus manos. Luego intenta abrirla, pero por mucho que se esfuerza, todos sus intentos resultan infructuosos.

—¡Jongup-ah! ¡Ábrele esta cosa a mami!

—Hyung, no creo que debas seguir bebiendo.

—¡Yo seré quien decida eso mocoso! ¡Tú solo ábrela!

—Hyung...

—Eish... lo haré yo mismo.

Enseguida Himchan se lleva el pico de la botella de soju a la boca en un intento de abrirla con sus propios dientes.

—Hyung, ¿qué haces?

Jongup enseguida se acerca a quitarle la botella para evitar que se lastime, pero irónicamente causa el efecto contrario. A causa de todo el forcejeo, la tapa mordisqueada provoca una pequeña raspadura en el labio inferior de Himchan. De la minúscula línea roja enseguida emana una pequeña gota de sangre. Himchan se lleva una mano a la boca y al notar el color rojo en sus dedos y el sabor metálico en sus labios, suelta un alarido.

—¡Jongup-ah!

—Lo siento.

— ¡Yah! ¡Moon Jongup! ¡Voy a morir desangrado! —reclama escandalosamente.

Jongup sienta a Himchan en la cama y esconde la botella muy lejos de él. Corre al baño y busca en el botiquín de primeros auxilios un poco de alcohol para desinfectar la herida.

Vuelve y se sienta a un lado Himchan. Toma un hisopo de algodón y empieza a limpiar delicadamente la pequeña raspadura en el labio.

—Arde... —se queja Himchan seguido de un puchero.

Luces. Cámara. ¡Acción! [DaeJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora