23. Enigmas.

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El alba está por venir, y él todavía permanece con la mirada perdida en el techo de su habitación. No ha pegado el ojo en toda la noche. Ni la anterior a ésta. Porque, cómo hacerlo, si todos los remordimientos que se alejan como nubes flotando hacia el horizonte en el día, regresan como una furiosa tempestad por las noches.

Lo siente moverse a su lado, de espaldas hacia él. Muere por abrazarlo, por sentir aquel calor al que está tan acostumbrado. Pero no lo hace, pues ahora no se siente digno de él. No se siente digno de nadie.

Estira su mano para al menos rozar con la punta de sus dedos su sedoso y negro cabello, pero a la mitad del camino se detiene y toma su mano de vuelta, escondiéndola, como si hubiese estado a punto de cometer uno de los más graves delitos.

Dar vueltas en la cama una y otra vez es cansado. Inútil. Tedioso. Por eso, decide levantarse y dirigirse al baño. Enciende la luz y cierra la puerta, pues no quiere que la brillantez moleste a sus ojos, perturbando su sueño.

Mira su reflejo en el espejo, pero sin importar cuánto examine sus facciones, no se reconoce. Se supone que todo lo que había anhelado en una pareja, lo había encontrado en Himchan. ¿Entonces por qué..? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué dejarse llevar de pronto por esa repentina pasión que lo está llevando hasta el filo de su sano juicio? Mira de nuevo su reflejo en el espejo, esperando que aquel joven le responda sus dudas. Pero nada. No obtiene respuesta. Por el simple hecho de que aquella pregunta no tiene respuesta. No la hay. No exististe. Porque, quién podría interpretar el laberinto de emociones que es la mente humana. No. Nadie lo entiende. Todos, presos por sus propios miedos, tan solo se limitan a juzgar en base a lo ya previamente establecido, en base a lo "moralmente correcto". Encerrándose en estas cuatro grises paredes que te impone la sociedad, sin siquiera tomarse la molestia de imaginar que.. detrás de esos altos muros, hay algo más.

Despierta cuando nota que hay unas molestas gotas brotando de sus ojos y bañando su rostro, al igual que el chico dentro del espejo. Abre la llave y empapa su rostro en un intento de que esas molestas gotas saladas se pierdan. No es un inconsciente soñador. Sabe perfectamente que con todo este asunto, lo único que está consiguiendo es desdicha y dolor a aquellas personas que son tan importantes para él. Toma la una toalla entre sus manos y empieza a frotar su rostro fuertemente. Como si con aquella fuerza física pudiera disolver los pensamientos que lo están atormentando.

Mira su reflejo por una última vez. Ojeras pronunciadas, ojos ligeramente rojos por sollozar, cabello excesivamente despeinado. Sí. Definitivamente es él. Y no. Definitivamente no tiene idea de cómo sobrellevar todo este complejo asunto.

Da un pesado suspiro y abre lentamente la puerta, intentando no hacer demasiado ruido y así evitar despertarlo.

Pero lo que en definitiva no se esperaba es que Himchan esté allí, recostado en la pared a una lado del umbral de la puerta. Esperando por él.

—Estuvieste llorando.

Nota como aquello no ha sonado para nada como una pregunta.

—Perdón por despertarte. Aún es temprano, vuelve a dormir.

¿Volver a dormir? Ni siquiera se ha dado cuenta que él no ha sido la única víctima del insomnio durante toda la noche.

Yongguk da un par de pasos, sin saber bien a dónde dirigirse. No quiere volver a la cama, pero tampoco quiere que piense que está evitando estar a su lado.

—Desde que te conocí, me pareciste un enigma fascinante de descifrar —Yongguk detiene sus pasos al escucharlo, todavía dándole la espalda—. Pero la verdad, ahora, descifrarte es algo que me está pareciendo sumamente frustrante.

Al ver que Yongguk no hace lo mínimo por inmutarse, se acerca y se para frente a él. Buscado desesperadamente su mirada.

—Ya no sé lo que pasa por tu cabeza cuando me ves. Ya no estoy seguro de lo que refleja el oscuro océano de tus ojos. Ya.. ya no estoy seguro de nada Yongguk.

Ve como aquella mirada que permanecía perdida, ahora se posa en sus pupilas. Examinándolas con detenimiento.

—Lo único que tienes que saber, es que te amo.

Aquellas palabras, en efecto, logran enternecerlo, pero siente que no son suficientes.

—No quiero palabras vacías Yongguk. Quiero hechos. Quiero.. quiero exclusividad.

Una lágrima corre por la mejilla de Himchan, pero él mismo la limpia de inmediato retomando su altiva postura.

—Si para ti, todo esto es solo una farsa que se te hace difícil desmontar, solo dímelo y no me hagas perder mi tiempo más.

—No..

—¿No qué? Por Dios Yongguk, dime algo. Ayúdame a entenderte. Quiero que seas tú el que me dé un motivo para no marcharme ahora mismo de aquí.

Lo mira a los ojos, preso de la angustia, tratando de encontrar las palabras adecuadas para aquella decisiva respuesta.

—No quiero retenerte. No soy nadie para hacerlo. Eres libre de irte, si así lo decides. Pero, de hacerlo, mi universo entero se desmoronaría, porque eres mi roca Himchan. Eres el ancla que me mantiene con los pies en la tierra y evita que me pierda en la inmensidad de mis ensoñaciones. Eres el impulso que me hace seguir adelante cada día. Eres inspiración.. eres risas escondidas y sabor a hogar por las mañanas. Eres mi amigo, mi hombro de apoyo, mi compañero, mi amante. Eres.. lo eres todo.

Himchan rueda los ojos en un intento de que las lágrimas no escapen y bajen por sus mejillas.

—Dices que soy tu todo. ¿Entonces por qué..?

—Perdona.. pero yo tampoco lo sé.

Quiere tomarlo entre sus brazos. Se muere por hacerlo. Pero no se atreve. Pues él mismo ha creado una barrera invisible. Como si con aquello no fuera a hacerle más daño.

—Eso no me ayuda en nada. Necesito saber que donde estoy pisando es suelo firme. Algo sólido a lo cual aferrarme, sin miedo a caer. Necesito.. que seas solo para mí.

Teme hacer promesas que no está completamente seguro de poder cumplir. Pero, al parecer, su miedo a enfrentar el vacío que quedaría tras la ausencia de Himchan es mucho más grande.

—No debes preocuparte por eso, porque lo soy.

Toma aquellas palabras y las graba a fuego en su memoria, para, en su debido momento, evocarlas y convertirlas en una verdad absoluta.

O, al menos intentarlo.










* * *

... ahí me quedé, en una mano el corazón y en la otra excusas que ni tú entendías.

POR ESO ESPERABA CON LA CARITA EMPAPADA QUE LLEGARAS CON ROSAS (con mil rosas para mí~ ;-;) PORQUE YA SABES QUE ME ENCANTAN ESAS COSAS QUÉ ME IMPORTA SI ES MUY TONTO, SOY ASÍ.
Y AÚN ME PARECE MENTIRA QUE SE ESCAPE MI VIDA IMAGINANDO QUE VUELVES (a pasarte por aquí~ ;-;) DONDE LOS VIERNES CADA TARDE COMO SIEMPRE LA ESPERANZA DICE QUIETA, HOY QUIZÁS SÍ.

Y es que empiezo a pensar, que el amor verdadero es tan solo el primero. Y es que empiezo a sospechar, que los demás son solo para olvidar... ;-;

¡DEJIÓN TE AMO!

Khá? ¿Estar sad? ¡Yo no estoy sad! ¡¡Tú estás sad!! :'v

Luces. Cámara. ¡Acción! [DaeJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora