21. Estamos jodidos.

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—¿Y bien, qué tal su viaje?

Al escuchar esa pregunta, Himchan se acerca sonriente a donde está sentado Youngjae, con el fin de bajarle el cuello de su camiseta y que así se vean algunas de las marcas que todavía no se han borrado del todo.

—¿Ves esto Jongup? Fue puro sexo desenfrenado.

—¡Oye! —Youngjae de inmediato reacciona dándole un manotón para así alejar aquella mano de su cuello.

—Creo.. que no quería saber tanto —dice Jongup tratando de olvidar la perturbadora escena.

Himchan ríe sin parar, para luego acercarse sigilosamente a Youngjae y dejarle un par de besos en aquel estilizado e irresistible cuello. El muchacho acaba de tomar una ducha, por lo que la blanquecina piel bajo sus labios se siente sumamente fresca.

—¡Epa hyung! —Daehyun, al percatarse de aquello, se acerca de inmediato y toma a Himchan por el cuello de su camiseta, a la vez que menea la cabeza negativamente como advertencia—. No. Ni de broma.

—Como digas, entonces a ti.

Himchan intenta acercarse a Daehyun, pero éste es más ágil y se escapa de inmediato de sus brazos.

—Eish.. Ya madura...

—Algún día.

Himchan abandona la sala para dirigirse por un momento a la cocina y así tomar una de las manzanas que hay en el mesón.

—Solo estaba jugando —comenta burlonamente Youngjae mientras acaricia las zonas por las que se pasearon los labios de Himchan.

No es que le guste mucho que digamos el excesivo cariño que en ocasiones le da el mayor, pero debe admitir que le encanta ver la cara de celoso que pone Daehyun cada vez alguien se acerca de más a él.

—No lo defiendas —refuta Daehyun mientras examina el lugar, decidiendo dónde sentarse.

Detiene su búsqueda y decide sentarse sobre nada más y nada menos que, Jongup. Es algo casi involuntario. Como si el cuerpo de ese muchacho fuese más cómodo que el sofá más lujoso de todos. Además que, eso hace poner furioso a Youngjae. Tal vez lo disimule bien, pero a estas alturas Daehyun es un experto en saber el significado de las fugaces miradas que les da de vez en cuando. Y, pues, con orgullo nota a la perfección lo que está provocando.

—Hyung por cierto, ¿qué haces aquí? —suelta Youngjae como un intento de cambiar su foco de atención y así no matar con la mirada a Jongup. Después de todo, él no tiene la culpa. Estúpido Daehyun—. Yongguk hyung te ha de estar extrañando.

Himchan toma asiento en unos de los muebles de la sala mientras continúa devorando su manzana.

—Vine porque Jongup no puede vivir sin mi, además que a Yongguk hoy le tocó filmar. No quería quedarme solo en casa.

—Uh.. entonces eres tú el que no puede vivir sin Jongup, no al revés —concluye Youngjae.

—¿Eh? Pero si él fue el que me pidió que viniera. ¿Cierto bebé?

—Ajá. Yo lo llamé —confiesa finalmente Jongup.

Daehyun, un tanto sorprendido, voltea para poder ver a los ojos al muchacho que está debajo de él. —¿En serio? ¿Por qué?

—Lo.. extrañaba, creo.

—¿Extrañarlo? ¿A él?

—Ajá —dice casi perdiendo la paciencia por el interrogatorio—. ¿Quién me iba a hacer la cena? ¿Tú?

—Pequeño bribón —Himchan le lanza una de las semillas de su ya casi inexistente manzana. Semilla que casualmente, aterriza en uno de los ojos de Daehyun.

Luces. Cámara. ¡Acción! [DaeJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora