17. Hazlo, soy tuyo.

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Como sinceras disculpas por haberlos obligado a filmar algo que ellos en definitiva no querían, el director les ha dado el fin de semana entero libre a Youngjae y Daehyun. Esa repentina y extraña muestra de amabilidad los sorprendió tremendamente, sin embargo, aceptaron el descanso sin pensárselo dos veces. Pues un fin de semana entero libre del estrés de las filmaciones no les vendría nada mal, no cuando las promociones del grupo están muy cerca también.

Daehyun ha querido aprovechar este tiempo libre para tener aquella "cita" que tenía pendiente con Youngjae. Ha tenido varias ideas a dónde llevarlo, es más, hasta el mismo director le dió secretamente un par de entradas todo pagado a un spa erótico fuera de la ciudad. Ese día Daehyun se quedó como piedra tras recibirlas. Intentó reclamar, pero el director tan solo le dió un par de palmaditas en el hombro y se alejó de él dando graciosos brinquitos.

Por mucho que le hubiese gustado ir a aquel lugar con Youngjae, lo descartó por el momento, pues desde hace mucho que ha tenido la idea de llevarlo a un lugar, que según él, es mucho mejor.

—Daaae...

—¿Uh?

—Me duele el trasero.

—¿Te lo sobo?

—No idiota. ¿Podemos descansar?

—No.. Ya falta poco..

—¿Estás seguro de lo que haces?

—Sí, sí. Solo.. solo aguanta un poco más.

Bicicletas. Esa es la gran y estupenda idea que ha tenido Daehyun.

Qué mejor modo de aprovechar su tiempo que hacer un poco de ejercicio al aire libre en un frondoso cerro de su cuidad natal. Lleno del aire más puro y alejado de todo el ruido y estrés de la civilización.

Le había contado a Youngjae que este era uno de los lugares más especiales que conocía, en el que pasó la mayor parte de su niñez y en que había un precioso lugar con maravillosa vista que quería mostrarte. Tal fue la labia que usó Daehyun que Youngjae terminó aceptando, aunque no tan convencido que digamos.

Todo estaba saliendo bien, exceptuando el momento en que Daehyun decidió abandonar el sendero establecido para turistas y aventurarse por su cuenta, argumentando que conocía aquel lugar como la palma de su mano y que sabía de una ruta más rápida para llegar hasta el dichoso lugar mágico ese.

Desde ese momento, han pasado casi tres horas dando vueltas sin tener idea de cómo regresar.

—Daaaae tengo hambre.

—Yo también.

—Entonces regresemos.

—No hasta que lo encontremos.

—Daehyun, admítelo. Estamos perdidos.

—Claro que no.

—¿No? Estoy seguro que es la décima vez que pasamos por este árbol.

—Youngjae, todos los árboles se parecen.

—Pero no en todos escribiste DaeJae hecho el cursi.

Daehyun lo fulmina con la mirada, pero Youngjae lo fulmina aún más.

Continúan pedaleando un poco más por un sendero algo estrecho, el cual parece que no ha sido usado en años.

—Daehyun.

—Dime.

—¿Hace cuánto que no vienes aquí?

—¿Eh? Hace unos.. diez o quince años.

Youngjae se detiene frenando a raya su bicicleta.

—Se acabó, regresaremos.

Luces. Cámara. ¡Acción! [DaeJae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora