La Cámara de los Condenados

Prologo: Purgatorio

Ahí yacía yo, entre tantas almas esperando ser perdonadas por los pecados que han cometido para poder ascender al Cielo, el lugar de la "gloria infinita" sin embargo, ¿Será eso cierto?

Desde el principio de los tiempos, mejor dicho, cuando el ser humano cree en el cielo y en el infierno, el Cielo siempre ha sido más querido ya que en él, las almas podrán descansar en paz y disfrutar al máximo esa serenidad, un lugar donde va la gente buena, pero mirando alrededor mío, puedo observar gente que simplemente no merece ir, e igual se les da la oportunidad de entrar a ese paraíso y darles la oportunidad de "cambiar", se supone que todos aquí son aceptados, perdonados por sus pecados, sin embargo puede haber excepciones.

El infierno es a donde paran las personas que más han pecado en el mundo, el lugar de la tortura eterna, donde son cobrados todos los pecados, yo me pregunto, Lo que está bien para los malos, ¿Hace malos a los buenos?, todas esas almas ya hicieron todo el caos que pudieron y luego van a una tortura igual o peor que la que hicieron para enseñarles una "lección" y así "que tengan lo que merecen". El infierno es el lugar más temido por la mayoría, otros sin duda desearían ir a ahí porque ahí se encuentras sus artistas amados los cuales seguirán hasta la muerte, va... como me hacen reír las personas.

Y por último se encuentra el Limbo, el lugar entre la vida y la muerte, el gran vacío entre los mundos donde la obscuridad es tu única compañía, en algunos casos, ya que la mayoría que rondan por el limbo son los niños que mueren a su corta edad sin haber estado bautizados, debe ser una pena, tan jóvenes y terminar en un lugar así, sin antes haber probado algo de lo que llamamos vida. El Limbo es un lugar donde nadie quiere terminar, aunque yo conocí a una persona la cual deseaba ir a ese lugar.

Aquella persona, tal vez se encuentra en ese lugar en estos instantes, me hubiera gustado visitarla, pero, escucho voces, voces que susurran mi nombre, parece que ha llegado ese momento por el que llegue aquí, es hora de regresar al lugar a donde pertenezco y afrontar mi realidad de una vez por todas.