Capítulo 7: Un descanso

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Oscuridad, era lo único que Chris podía ver al abrir los ojos, sin contar también que su cuerpo estaba algo tieso, no podía moverse, era como si estuviera atado, o aun peor, encerrado. Aun con la poca movilidad que poseía en ese momento, logro aventar con fuerza lo que tenía frente a él, siendo la tapa de un ataúd de madera casero.

Al salir del ataúd, pudo observar a través de las ventanas en lo alto de aquel lugar que ya era de noche. Sin saber la hora, se dirigió lo más rápido que pudo a su casa, esto le tomo varios minutos, ya que el paso al que iba era lento ya que le gustaba observar la belleza de la ciudad nocturna, como todo era muy calmado supuso que era madrugada. Al llegar a su casa introdujo suavemente su llave en el cerrojo de la puerta y después la giro con mucha delicadeza para provocar el menor ruido posible. Al entrar lo primero que pudo ver era a su hermana que yacía en el piso dormida frente a la puerta, noto que en sus manos sujetaba una cartulina que decía: Sigue dándolo todo en la universidad. "Ella siempre es tan linda". Se dijo, después la cargo en los brazos y la llevo hasta el cuarto de ella, donde la recostó y la cubrió bien con las cobijas, después pudo ver la hora en el reloj que tenía su hermana menor al lado de la televisión en una mesa frente a la cama. Chris fue hacia su cuarto y ahí se recostó, aunque fueran las cuatro de la madrugada, aun así esperaba poder descansar un poco para tener fuerza suficiente para la mañana siguiente llena de labores hogareñas y cualquier otra cosa que surgiera sin previo aviso. "Parece que nada será normal de ahora en adelante...". Pensó antes de consolidar un sueño profundo.

La Cámara de los CondenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora