La Cámara de los Condenados

Capítulo 12: Vacaciones de verano

El primer semestre escolar había acabado, las calificaciones ya estaban disponibles en la página web de la institución, Chris no necesitaba verlas, él sabía muy bien que había sacado buenas calificaciones debido a su gran esfuerzo, solo había algo lo cual de vez en cuando lo hacía preocuparse, Mike.

En todo el tiempo de clases que había pasado, Mike, nunca apareció de nuevo desde el primer día de clases cuando se fue por ver Chris, no se supo que fue de él, "¿Se cambió de escuela?, O solo entro en crisis nerviosa lo cual lo llevo a la locura y ahora está en una clínica de rehabilitación usando una camisa de fuerza", Chris sacudió su cabeza, "Venga, no debo de ser tan malo, tal vez solo si se cambió de escuela". Sus pensamientos fueron interrumpidos por Adrián, uno de los amigos que había hecho Chris.
–Entonces, ¿Están listos para nuestras vacaciones juntos?
– ¿Vacaciones juntos? – Pregunto Chris.
– ¿Qué no te lo dije? Liz está planeado hacer un campamento juntos, solo nosotros.
–Se oye muy interesante–. Hablo James, otro amigo. –Dile a Liz que si hay problemas con el transporte yo los puedo llevar.
James tiene veintiún años y ya posee licencia para conducir y un carro propio, se encuentra en el mismo grado que Chris ya que comenzó trabajando desde joven en un centro mecánico hasta poder juntar lo suficiente para poder pagar su escolaridad y ayudar a su hermano menor ya que sus padres fallecieron y están bajo la tutoría de una de sus tías la cual no tiene un trabajo estable.

La siguiente en hablar fue Emma, joven la cual era pandillera a temprana edad pero decidió cambiar el rumbo de su vida para, como dice ella, Si mi camino es bueno, mi vida será buena.
–Cuenten conmigo, al cabo estas vacaciones no tengo nada interesante que hacer.
Y por último Darién, un chico casual querido por muchas por ser apuesto aunque él no se sienta así y no le de importancia, muy modesto y muy amable con las demás personas.
–Tendría que pedirle permiso a mis padres antes, pero lo más probable es que si me dejen, así que también pueden contar conmigo.
Chris al ver que todos confirmaban su asistencia, también acepto, pero su familia parecía tener otros planes.

Al llegar a la casa pudo observar que sus padres, así como su hermana, estaban empacando.
–Hijo por fin llegas, empaca que esta misma noche salimos.
– ¿A dónde vamos mama?
Violet respondió la pregunta emocionada. – ¡Nos vamos a Hawái!
– ¿A Hawái?
–Así es chico universitario, nos ganamos una buena oferta para ir de viaje hasta allá toda una semana–. Contesto el padre de Chris el cual ya había acabado de ayudar a su esposa a empacar lo suyo. –Vamos que solo faltas tú.

Chris lo primero que hizo al entrar fue marcarle a su amiga Liz para que le confirmara cuando seria lo del campamento que planeaban para su suerte era dentro de tres semanas por lo cual podía ir con su familia a Hawái y regresar a tiempo para luego salir con sus amigos. Empacando lo necesario en una maleta que le habían dejado sus padres en el cuarto, todos ya estaban listos para partir.

El sol apenas comenzaba a salir cuando la familia de Chris ya estaba en el aeropuerto, su avión aún tenía que esperar media hora para despegar, tiempo que aprovechado por la familia para poner todo en orden y comprar algunos aperitivos antes de subir en el avión. Ya dentro, Chris y Violet se peleaban por ambos querer ir al lado de la ventana y para evitar más conflictos, Chris se fue con su padre, y Violet con su madre para que así ambos pudieran ver por la ventana y disfrutar la vista, era la primera vez que sus hijos viajaban en avión por lo que sus padres entendieron la emoción que sentía, como ellos ya viajaban mucho por sus viajes de negocios, ya no era la misma emoción que cuando fue su primer viaje a Miami en su luna de miel. La azafata dio órdenes de ponerse el cinturón de seguridad pues el avión estaba a punto de despegar.

Mientras Chris yacía durmiendo un poco, no pudo ignorar una voz que pronunciaba su nombre, lo pronunciaba tan bajo que el bello susurro lo penetraba hasta su subconsciente hasta que por fin decidió despertar y hablarle a su hermana quien era la que le hablaba.
– ¿Qué es lo que quieres, Violet?
Se escuchó una pequeña risa por parte de su hermana la cual respondió al acabar.
–Solo te quería decir que miradas por la ventana.