Capítulo 22: El tercer encuentro

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– ¡Increíble, inaceptable, inadmisible, impropio, absurdo, ridículo, inaudito...!
–Vamos, tranquilízate, no hay razón para estar tan enfadado.
–Le dimos solamente dos reglas, y las rompe, al mismo tiempo que es lo peor del caso.
–Lo sé perfectamente, pero has estado tan enfocado en tu irá que no has notado que ya ha llegado con nosotros.

Abriendo sus ojos, Chris pudo observar que el piso era cristalino, podía ver su reflejo en el. Sabía exactamente donde estaba, se pudo de pie mientras escuchaba a la voz angelical y demoniaca discutir. Mirando alrededor, aprecio que el cielo estaba totalmente despejado, no había ni una sola nube a lo largo como las veces anteriores en la que había llegado, era una maravillosa vista, incluso a lo lejos pudo observar un paisaje con grandes y verdes árboles, no los había visto por la poca vista que tenía las veces anteriores, le sorprendió ver tan hermoso lugar. Sim embargo no estaba ahí para apreciar la vista, y la voz demoniaca de lo recordó.
–Joven malagradecido, ¡¿Cómo te atreves a romper las reglas?!
Chris trato de conservar la calma, sabía bien que había hecho y porqué, solo hacía falta aceptar el castigo.
–Sé muy bien lo que hice, y aceptare el castigo que merezco.
La voz angelical tomo la palabra.
–Hemos visto todo lo que has hecho, y déjame felicitarte por tu noble acción, realmente tienes mucho valor y sabes muy bien cuando sacrificar todo con tal de ayudar a tus seres queridos, sin embargo, lamento decirte que a pesar de que haya sido por una buena razón, las reglas son las reglas Chris.
–Entiendo, díganme cual es mi castigo, por favor.
La voz demoniaca fue la que acepto decírselo.
–Primero activaste ambos poderes y forzaste una cámara, no toleraremos tal abuso de poder, por eso mismo te revocaremos de tu puesto, ya nunca se activara ni una sola cámara más, estas despedido, ya jamás podrás...
–No te alteres–. Dijo la voz angelical. –Ya dejaste claro que nunca más tendrá ese don.
–Eso espero, y lo segundo es que por haber causado tú la muerte y él haberla aceptado dentro de la cámara, es como si tú eligieras su destino, por eso mismo tu condena también es morir, ya no regresaras al mundo de los vivos.
La respiración de Chris seguía tranquilo, Mike ya se lo había contado por lo que sabía exactamente qué pasaría.
–Pero...– Dijo la voz angelical. –Si recuerdas bien, te pedimos que nos salvaras pues si aquel muchacho hubiera completado el ritual, nosotros hubiéramos muerto, por eso mismo te dije aquella vez que es como si estuviéramos en la Cámara de los Condenados y aceptáramos seguir con vida, y realmente lograste salvarnos.
Chris se sorprendió al escuchar eso.
–Entonces, ¡Eso significa...!
–Así es, quedamos en deuda contigo, por lo que tenemos que obedecer una petición tuya.
La voz demoniaca murmuraba algunas cosas pues parecía no agradarle mucho esa idea, sin embargo se veía obligado a hacerlo de todos modos, Chris tranquilo pensó en que les podía pedir, todo era más que obvio, sonrió y les dijo su petición.
–El joven que murió por mi culpa, Axel, quiero que lo regresen a la vida si no es mucha molestia.
– ¿Estás seguro, Chris? –. Pregunto la voz angelical.
– ¿Prefieres la vida de ese insignificante antes que la tuya? –. Agrego la voz demoniaca.
–Ha pasado por mucho, y su vida no tiene por qué acabar así, más aparte, hay una persona que no me perdonaría nunca el que yo haya matado a su hermano, por eso se los pido, no quiero nada más.
Ambas voces se quedaron calladas un momento hasta que la angelical tomo la palabra.
–Pero que corazón tan noble tienes dentro de ti, la verdad me recuerdas mucho a quien tenía tu habilidad antes de que llegaras, su nombre... era... no recuerdo con exactitud, pero si recuerdo bien que cuando la veíamos nos pidió que la llamáramos simplemente, Val.
– ¿Y por qué les recuerdo a ella?
–Ella también tiene un corazón muy grande, bastante bondadosa, siempre trataba de hacer que todos continuaran viviendo, de hecho ella también llego a romper una regla, tomo una decisión de continuar con vida pues su hermano había sufrido un accidente y solo quería irse pues odiaba su vida pero ella lo evito, y al hacer eso debía obedecer una orden por parte de su hermano.
– ¿Y sabes que fue lo que pidió?
–Claro, él le pidió a val que absolutamente nunca se apartara de su lado.
–Vaya, eso sí es una promesa difícil de cumplir...
–Pero lo logro, tiempo después su hermano al pasar por muchos penares se suicidó apenas un día después de ver a Val, fue duro para ella.
–Y hasta ahí llego la promesa de estar siempre a su lado, la muerte sí que puede arruinar mucho.
–Para nada Chris, no acabo ahí, ya que a causa de juramento, Val sufrió un infarto y falleció poco tiempo después para ir a donde se encontraba su hermano, pero lo que no sabía es que reencarno.
– ¿Y ya no pudo verlo?
La voz demoniaca se exalto un poco.
– ¡Ya deja de hacer tantas preguntas y deja que termine para que te puedas ir más pronto!
–Basta no seas duro con él, es solo curioso. En fin, ella acudió a nosotros, nos solicitó un gran favor. Que al volver pudiera acomodar su forma física para aparentar la edad que quiera en su antiguo cuerpo, para así poder estar más fácilmente a su lado.
– ¿Lo aceptaron?
La voz demoniaca tomo la palabra.
–Claro que lo aceptamos, no fue un favor, fue una maldición. Todas las personas que reencarnan en otro cuerpo pierden absolutamente todos sus recuerdos de su vida pasada para comenzar la nueva, y ella estaría destinada al estar al lado de una persona y apoyarla siempre, sin que esta tenga la mínima idea de quién es, solo imagina el sufrimiento que debe pasar el poder cuidar de un hermano el cual nunca más se acordara de ella.
–El joven reencarno unas cuantas veces–. Hablo la voz angelical. –Y ella iba tras él, yo dudo que sufriera con eso, yo digo que realmente lo disfrutaba pues podía seguir ayudando a la persona que más quería, sin embargo, todo trato tiene un límite y ella desde hace ya años no estaba obligada a seguir cumpliéndolo, pero quien sabe si seguirá tras él, no sabemos nada sobre su paradero desde que le hicimos ese favor.
–Entiendo bien–. Chris sonrió. –No me parezco a ella, seria Alice quien se hubiera parecido más a ella si hubiera estado en mi lugar, yo no soy de tan gran corazón como dices.
–Si lo eres, no hay porque menospreciarse, pero lo siento Chris, ya no puedes estar más tiempo es hora de que te vayas.
–Así es Christopher–. Hablo la voz demoniaca. –Tu parada es el Purgatorio, espera ahí hasta ser juzgado y enviado a donde tengas que ir.
–Gracias por todo, realmente disfrute mucho esto y el hablar con ustedes.
Dijo Chris para posteriormente ser la voz angelical quien le diera la despedida.
–Gracias a ti por tu este valioso tiempo, suerte a donde quiera que vayas.
La voz demoniaca no se quería quedar atrás y también se despidió a su modo.
–Nunca te pedimos que vineras aquí y nos has causado muchos problemas, pero debo admitir que has hecho un gran trabajo, bien por tu esfuerzo, adiós.

Y con esto, Chris cerró los ojos unos segundos, comenzó a escuchar voces, y para cuando abrió ojos, se encontraba en el Purgatorio junto con las demás almas en espera de ser juzgadas.


La Cámara de los CondenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora