Capítulo 3.

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Dedicado a cada personita que me lee. Todos son especiales.

-¿Qué hay debajo de la luna y las estrellas?
¿Que hay debajo de nuestros pequeños corazones cerrados? Escondiendo lo que queremos compartir. Toma mi mano, yo te llevaré allí. Hay una llamada en tu línea, Hay una serpiente en tu cama; Y te está diciendo algo.....Escucha, Me gusta que sea así. Cuando te sientas solo, Vea ayudarte a ti mismo. Haz lo que desees- Cantaba Louis sentado en un tronco. Todos se habían ido a dormir menos el, tenía muchas cosas en que pensar, una de ellas era lo que le había dicho su madre cuando decidió ser arquero. No entendía porque sus padres no lo querían o odiaban el hecho que le gustan los hombres...

-Los hombres no lloran, no se dejan el cabello largo y no tienen novios, así que si quieres ser alguien el la vida déjate de estupideces diciendo que te gusta Alex.

-¿Cual es tu problema mamá? - dijo recibiendo una bofetada.

A Louis no le gustaba ser afeminado ni nada por el estilo, pero si tenía claro que era bisexual o tal ves homosexual. Pero nunca lo quiso aceptar por lo que le decía su madre, al irse de su casa, dijo que sería libre; que podría hacer lo que él quiera, pero no fue así. Todos los cazadores de Demonios eran heterosexuales; también eran más homofobicos que nada, así que decidió decirles y hacerse la idea que le gustaban las mujeres. Teniendo sexo con algunas. Pero eso no estaba funcionando.

-Ves a lanzar tus flechas. Acierta a su corazón, Si no reaccionan....Ama a quien te ame a ti. La tormenta perfecta ¿Qué te excita?
Puedes tenerlo todo, Ama a quien te ame a ti!
Debemos entrecerrar los ojos para ver lo que es real. Acércate más, junto a mí; Cuenta hasta tres y pierde el control. Si te gusta, házmelo saber- Cerró sus ojos y dejo que la brisa lo despeinara. Por otro lado un Harry sin sueño se levanto al escuchar cómo alguien cantaba, se colocó su chamarra de cuero, su pantalón y salió de la tienda de campaña. Observo a Louis cantando lo más bajito que podía, pero aún así se escuchaba, miraba al cielo, viendo el cielo estrellado. Se detuvo y siguió escuchándolo. Mientras tallaba sus ojos

-Algunos son pequeños. Algunos son altos, Algunos nacen con todo; Algunos para matar. Algunos sólo lo hacen por la emoción. Los arqueros apuntan su marca perfecta
Y tiran. Ama a quien te ame a ti - Termino de cantar y se levanto del tronco yendo hacia el bosque, Harry tuvo más curiosidad y lo siguió sigilosamente. Observo cómo el ojiazul movía sus brazos de arriba hacia abajo y como su respiración era calmada.

Caminaba sin rumbo alguno, solo mantenía su cabeza baja, sus manos en los bolsillos y una daga en el pantalón. Cada cierto tiempo soltaba un suspiro pero nada impedía que se detuviera, cinco minutos después se detuvo y comenzó a gritar, sacando todo lo que sentía en su pecho. Comenzó a golpear y a patear todo lo que estuviera a su vista, troncos, plantas.

Harry fue corriendo hacia el, preocupado de que le hubiera ocurrido algo. Cuando llegó hasta el lo observo con los ojos rojos e hinchados. Había llorado.

-¿Louis te encuentras bien?

-No.

-¿Quieres decirme qué ocurre?

-Solo quiero ser yo mismo- sollozo pateando las hojas de los árboles.

-Ven, hay que sentarnos- señaló el césped, sentándose en el con posición de flor de loto. -¿Que ocurre?

-Hace 6 años me fui de casa, quería cumplir mi sueño de ser un arquero y un cazador de demonios, mi madre semanas antes de que partiera me dijo que no quería saber más de mi, ya que le daba vergüenza tener un hijo...

-¿Un hijo que?

-Homosexual- suspiro.

Se había quedado sin palabras, no creía que Louis fuera Homosexual y no tenía nada en contra, lo volteó a ver y le sonrió.

-Soy gay- río.

-¿Q-que?- lo miró sorprendido.

-Si, eres la segunda persona que lo sabe.

-¿Quien fue la primera?

-Mi mamá, pero nunca le dije nada a mi padre, porque el repugnaba a los homosexuales, planeaba decírselo, pero el día que planeaba hacerlo tuvimos problemas, y gracias a esos problemas perdí a alguien especial.- dijo lo último con un tanto de tristeza.

-Lo siento mucho.

-Tranquilo eso ya pasó.

Se levantaron para regresar a las tiendas de campaña cuando una flecha fue lanzada quedando en medio de ambos.

-Corre Louis, no traemos armas para defendernos- tomó la muñeca del castaño y salieron corriendo de allí, todo estaba oscuro y no podían ver por dónde iban.

-Carajo, nos están siguiendo- dijo Louis observando unas siluetas negras que volaban por los cielos.

Corrieron hacia la dirección que fuera con tal de que no los mataran, a lo lejos observaron sus casas de campaña y corrieron más rápido.

-¡Ayuda! ¡Negros levántense que nos van a matar!-Gritó Louis entrando a una de las casas de campaña.

Todos salieron de la tienda rápidamente lanzando flechas a todos lados, Harry encendió una lámpara para poder ver en donde se encontraban los que los estaban atacando.

-¿Zayn?- susurró. No lo podía matar, no a el. Pero sería traición.

El chico castaño solo sonrió burlón, sabía que no le haría nada, porque si lo hacía sacaría a la luz todo lo que sabía de él.

Louis tomó la daga en los dientes y comenzó a subir a los árboles. La enterró en uno de los demonios que se encontraban ahí; su sangre era negra y fría, empujó su cuerpo muerto hacia abajo, y solo vio como la sangre salía.

Todo era una batalla de sangre, miro a todos lados buscando con la mirada si alguien necesitaba ayuda pero no. Lo único que vio fue a un Harry quieto como una estatua y corrió hacia el.

-¿Que haces? Mátalos- sacudía su cuerpo para que saliera de su transe.

-Oh si lo siento- reaccionó sacando una arma y comenzando a disparar.

Menos a Zayn.

Invertierten Seelen. (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora