The Mysterious Prophecy of the Gods. (Editando)

Pit.

    Perfecto, ésta sensación otra vez, y lo peor, todavía más intensa.
    Pensó Dark rodando sus ojos y descendiendo sobre el balcón de su aposento o mejor dicho, su prisión.
    Adentrándose notó como Amunet ya iba a mitad de habitación, tan cerca de la cortina la cual llevaba a la salida cuando de repente...
    — ¡DARK!
    Ese individuo de cantarina voz descendió en el balcón para en seguida adentrarse corriendo y abalanzarse sobre el mencionado.
    — ¿Qu... ?
    Sin permitirle formular la pregunta cayeron en la elegante bañera de mármol ubicada en el suelo del sitio. Así es, y Dark se quejaba tanto de su prisión.
    — ¿Pit?
    Ya estando de pie dentro de la profunda bañera el alado negro mostró confusión junto enojo en su rostro por el contrario de su contraparte, quien, le sonrió de oreja a oreja.
    —Oye, no hay tiempo para... — Amunet al voltear se quedó callada contemplando esa escena, sobre todo, al castaño tan igual al azabache.
    — ¿Qué diablos haces tú aquí? — Inquirió severo.
    —Aw, ¿por qué nunca me lo dijiste? — Amunet sonriente ya se encontraba frente a la bañera con ambas manos sobre su cintura.
    — ¿Decirte... qué? — Preguntó Dark intentando en vano evitar el abrazo de Pit.
    —Que tienes hermano.
    Esas palabras causaron su sobresalto.
    — ¿Qué?, ¡no!, ¡él no es mi hermano!
    Dark muy en lo profundo de su persona anhelaba fuese así.
    No había nada tan fastidioso como el hecho de ser nombrado "El doble de alas oscuras" o "Pitto", este último maldito sobrenombre puesto por la diosa de la luz, no saben cuánto lo detesta.
    Ser la sombra y el reflejo de Pit, era su condena por existir. Además de la confusión en todos al creer haría lo mismo que Pit o incluso creer en la falta de fuerza y originalidad en él había algo todavía más frustrante: la dependencia de su vida en Pit.
    En cambio, si fuese su hermano las cosas serían totalmente distintas, no lo llamarían con esos estúpidos nombres, se destacaría por su personalidad, lo respetarían, haría con su vida lo que se le antojase, ¡reconocerían su total desigualdad a Pit!
    Generalmente no se considera mala la cuestión de hermanos gemelos, por identificar la personalidad de cada uno obviamente ninguno de ellos es tomado por copia, ¡ah, pero claro!, como te vieron salir de un espejo sin una pizca de parecido al sujeto reflejado todos pierden la cabeza haciéndose la idea que de ahí salió una cosa llamada clon, de distinta personalidad, con ojos carmesí, ropa y cabellera negra, ¡justamente exacto!, ¿eh?
    —A mí no me engañas niño alado, son muy parecidos.
    Dark resopló saliendo por fin del agua.
    —Tonterías— Sin importarle estar empapado caminó lo más rápido que sus piernas se lo permitieron directo a la biblioteca del palacio.
    Tras él iba Pit acompañado de Amunet.
    —A éste paso Egipto estará inundado de plumas.
    Tan pronto Horus hizo el comentario referente a Pit Amunet se echó a reír.
    —Ay papá, no sé por qué tanta queja si todo el tiempo cargas con ellas.
    Rara vez Amunet le decía papá, la razón no era por su carencia de afectividad, sino por la inculcada formalidad llevada desde temprana edad.
    —Mi situación es distinta a la de éste niño.
    Lanzó su defensa obteniendo una última risa leve de la ojiazul.
    —A fin de cuentas lo son, ¿o no? — Dijo. —Sin embargo, hay un tema todavía más importante a abordar.