Pequeños Problemas.

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Agilizaron su vuelo yendo lo más rápido posible al palacio. Al llegar corrieron a través de los pasillos llamando al Señor del Aire sin ser respondidos, pasando de aposento en aposento no obtuvieron rastro alguno de él.
—No, no, esto no puede estar pasando.
—Seguramente salió con los demás dioses o a continuar su importante búsqueda.
—No, se supondría una junta se llevaría a cabo con algunos dioses aquí, no habría forma de...
El sentir como algo halaba su vestido desde el suelo detuvo su nervioso hablar.
— ¿Papá? — Cuestionó incrédula al fijar su vista a la causa, el cual terminó por estar en brazos de Amunet.

    —No empecemos a nombrarlo, ¿qué tal si no es Horus?     Dark al fruncir el ceño notablemente junto al inconfundible tono de voz molesto daba una inequívoca señal: no gustaba de los niños

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    —No empecemos a nombrarlo, ¿qué tal si no es Horus?
    Dark al fruncir el ceño notablemente junto al inconfundible tono de voz molesto daba una inequívoca señal: no gustaba de los niños.
    Odiaba todo lo implicado a pequeñeces ruidosas y desastrosas, pero cuidar de ellos, ni de chiste lo haría.
    —Sólo hay una forma de saberlo.
    Amunet puso al pequeño Horus sobre el suelo para después abrazar a Dark.
    Horus al ver aquello se dirigió furioso a la pantorrilla de Dark, golpeándola con sus diminutos puños no consiguió separarlo de Amunet, por el contrario, el chico le correspondió sonriendo arrogante.
    Desesperado entonces el tierno dios impactó su pico sobre el pie de Dark.
    — ¡Maldita sea! — Alzó su pierna por inercia separándose de la chica.
    —Sip, es él— La hermosa joven de clara piel tomó de vuelta en brazos a la criatura.
    —Sí, bueno, yo no soy objeto de desquite a sus berrinches— Protestó fulminado a Horus con la mirada.
    —Si él se transformó, eso implicaría...
    Al voltear encontraron el complemento a su explicación.
    —La transformación de los demás dioses.
    Cuatro críos similares a Horus salieron de la biblioteca.

    —Anubis, Sobek, Thot y Bastet— Seguido de eso soltó un suspiro de alivio

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    —Anubis, Sobek, Thot y Bastet— Seguido de eso soltó un suspiro de alivio. —Menos mal y no fueron más dioses.
    Colocó a Horus en el suelo.
    —Vamos a la biblioteca— Indicó siendo obedecida por los cinco mientras ella y Dark se quedaron. —Antes de maldecir a toda la existencia haste a la idea de que no nos queda de otra, debemos cuidarlos hasta encontrar cómo revertir el efecto.
    —Esto no tiene sentido, ni siquiera concuerda con las palabras del papiro ¿Por qué querría Seth volverlos a su infancia?
    —Tú mismo acabas de plantearlo. A Seth no le serviría para nada un grupo de dioses en etapa tres— Amunet acariciaba su mentón pensativa. —Y justamente pasó cuando todo el personal está en su día de descanso...
    —Y, ¿cómo se relaciona eso con esto?
    —No creíste que los dioses nos cuidamos totalmente solos, ¿o sí?, para eso también están los mortales, para proteger nuestras espaldas.
    — ¡Ah!, entonces admites la dependencia de su bienestar en nosotros los mortales.
    —Y ahora sí te conviene llamarte mortal,¿verdad? — Rió pellizcando levemente la mejilla de Dark. —A veces te complicas demasiado contigo mismo por orgulloso. En fin, considero muy sospechoso este suceso.
    Aunque inevitablemente desenmascaremos al responsable enviado por su cobarde superior me inquieta la verdadera naturaleza del incidente, incidente cuyos motivos estaban plenamente unidos con lo contrario de prolongar la vida de los dioses— Dándose la vuelta empezó a caminar hacia el umbral de la biblioteca.
    — ¿Qué quieres decir?
    —Pudimos haber interpretado la palabra "pérdida" como rapto, desaparición o quizá ida— Hizo una pausa volteándose. —Pretendían asesinarlos.
    No era un secreto el inmenso odio de Seth hacia sus semejantes, pues bien sabía todo el mundo sobre su exagerada ambición por hundir a los dioses, a excepción de Horus, a él plenamente deseaba cavarlo en una tumba.
    Dark además de recabar todo conocimiento sobre la dimensión vecina también aprendió al derecho y al revés las anécdotas de cada dios, donde combatieron contra Seth en un intento por matarlos.
    No había mayor rencor en la creación que el de este amargado dios.
    Siendo así no era de extrañarse que intentara asesinarlos por milésima vez, sin embargo, el papiro le dio otro significado como para provocar inquietud tanto en Amunet como en el propio Dark, debido a ser un objeto serio lleno de poder sus palabras no podían ser cuestionadas, más aún si recalca por primera vez algo lo cual ya se sabe y es constante, porque entonces, ya va enserio.

The Mysterious Prophecy of the Gods.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora