Sábado en la mañana. Me levanté temprano para alistar una pequeña maleta con mi ropa y mi maquillaje, además de algunas chucherías para comer viendo la película.
Mi madre seguía dormida. Decidí hacerle un café y llevárselo a la cama.
–Buen día, má
–¿Eh? Hola, hola, hija–estaba media dormida. Abrió los ojos de golpe al ver el café.
–Wao, gracias, _________
–Pruébalo
Tomó un sorbo de la taza, su taza favorita. Cerró los ojos y sonrió.
–Está perfecto, hija
Sonreí de oreja a oreja. Me hacía felíz ver a mi mamá felíz.
–¿A qué hora viene Nicolas por ti?
–Como a las 2:00 pm
–Ya es como tiempo de que lo traigas a almorzar, ¿no, hija?
–Estoy planeando eso, má–dije entre risas–paciencia...Salí de su habitación para dirigirme a la mía. Terminé de bañarme y vestirme, aún debía acabar la maleta.
Me vestí con algo muy cómodo: un short de jeans, una sudadera rosa y mis vans azules.
Bajé a la cocina a prepararme un sandwich para desayunar. Mi mamá seguía en su habitación. Decidí no molestarla, tuvo una semana difícil en el trabajo.Mi celular sonó. Era Nicolas.
~Llamada~
–Hola, bonita
–Hola, Nico
–Voy en camino, ¿estás lista?
–Sí
–Bien. En un rato estoy ahí.
Colgué.
Eso de los "sobrenombres cariñosos" no se me daba muy bien. Soy bastante seca, no sé como ser cursi.En 15 minutos, Nicolas estaba en la puerta de mi casa. Subí a la habitación de mi mamá a avisarle y despedirme.
Salí, lo abracé. Amaba su perfume.
Me subí a su auto. Siempre tenía un olor peculiar, como a chocolate.
Llegamos rápido a su casa.
Saludé a sus padres, quienes ya me conocían y, a decir verdad, me amaron. Entramos a su habitación y nos acomodamos en su cama.
–¿Me prestas tu celular?
–¿Ya vas a empezar con la desconfianza?–se burló
–No, torpe. Es para conectarlo a Youtube.–le dí un pequeño empujón
Él me entregó el aparato y busqué a DalasReview. Otra de las cosas que teníamos en común.Ya se iban a hacer las 4:20 pm. Aún debía peinarme, vestirme y maquillarme. Nicolas me pidió que eligiera su atuendo. Salté hasta el clóset. *wow, su ropa. Toda de marca, toda tumblr y guay... ¡LA AMO!*
Le elegí un jeans rasgado a las rodillas, una camiseta converse blanca con un cd de vinilo en el pecho y unas timberland. *Mi chico ideal*.
Seguí revisando su clóset y encontré una camisa azul de cuadros negros.
–¡PRESTAMELA!–grité emocionada
–Jajajaja, claro, hermosa. Pruebatela.
Entré a su baño con mi mochila para cambiarme y probarme su camisa.
Salí y él quedó paralizado.
Yo llevaba un short de mezclilla rasgado, una blusa sin mangas totalmente blanca, unas converse grises bajas y la camisa azul de cuadros negros.
–Te.. Te ve... Ves...
Me lancé sobre él, quedando acostada boca abajo sobre su pecho.
–¿Hermosa?
Él asintió exageradamente. Solté una pequeña risa y luego, lo besé. Él, siguiéndome el beso, pasó sus manos por mi espalda hasta llegar a mi cadera. Estaba apunto de agarrar... Me, pero me separé de él por falta de oxigeno. Él sonrió, yo sonreí. Fue perfecto.Tiempo más tarde. Era hora de irnos.
Estaba pensando en decirle a todos que eramos novios en la fiesta. Siento que era un buen momento. Además estaríamos todos felices con una noticia nueva. Él estaba de acuerdo y, hasta se ofreció para anunciarlo.
Esto me ponía muy nerviosa. Era algo que todos habían esperado desde que hace un año era la única en el grupo que no tenía pareja.
ESTÁS LEYENDO
"Y, de pronto, llegaste tú..."
Teen FictionA los 15 años el amor es lo más confuso del mundo, altera todo tu universo y mueve piezas de tu rompecabezas... pero, a veces, es mejor ser un desastre, pero un desastre feliz.