En todo lo que llevaba el año, no había día que se pasara tan rápido como hoy. Llegué a casa más temprano que de costumbre.
Subí a mi habitación y me senté en mi escritorio a usar mi laptop.
*¡Detesto la tarea!*. Investigaciones, vocabularios, ¿Un resumen de una novela? ¿Qué novela?. *¡Odio todo!*.Terminé en tres horas. Sentía mis párpados pesados, así que me acosté a dormir.
Yo jamás soñaba. Mi mente siempre estaba en blanco cuando dormía. Pero esa tarde fue diferente. Lo único que recordaba era un golpe fuerte. Me recordaba a mí en un hospital llorando, junto a Carolina y Jared. Una imágen pasó por mi mente. Era yo, frente a una camilla. Sostenía la mano de alguien, pero era demasiado borrosa para identificarla. Yo solo lloraba y repetía lo mismo: "Yo te amo. No me dejes."
Desperté de golpe. Estaba sudando. Mis nervios me atacaban. Bajé por un vaso de agua. Mi madre ya estaba en casa, en la cocina preparandose un café.
–Hola, ______. ¿Dormiste bien?–se volteó y notó mi ansiedad.–Mi amor, ¿estás bien?
–Tuve un sueño extraño, mamá. Estaba en un hospital, llorando junto a mis amigos.–me senté en el comedor–Recuerdo una camilla y a alguien en ella. ¿Tú estás bien? ¿Te..te sientes bien?
–Sí, hija. Estoy perfecta. Solo fue un sueño, mi amor.
Le dí un buen trago al vaso de agua intentando tranquilizarme un poco. Me quedé en el comedor hablando con mi mamá. Esos pocos momentos en los que ambas estabamos en la casa, eran los que más aprovechaba.Tiempo después subí a mi habitación. Tomé mi libreta y empecé a dibujar. Puse una playlist de electronica que encontré en youtube en mi laptop. Al poco rato volví a caer dormida. Mi mente siguió en blanco, como de costumbre.
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"Y, de pronto, llegaste tú..."
Teen FictionA los 15 años el amor es lo más confuso del mundo, altera todo tu universo y mueve piezas de tu rompecabezas... pero, a veces, es mejor ser un desastre, pero un desastre feliz.