Me recosté en el hombro de Carolina mientras tomaba su mano con fuerza. Varios pensamientos pasaron por mi mente rápidamente. Momentos que viví con Nicolas. No pude evitar sonreir.
Después de tanto tiempo por mi cuenta, mi consciencia apareció:
*Sí, sonríe. Eso era lo que Nicolas más amaba de tí.
Pasaron los mejores momentos juntos. Si él decide irse, piensa que, al menos, sus últimos meses fueron los mejores contigo.*
Seguía sonriendo. No podía obligarlo a quedarse. Él sabía lo arriesgado que sería seguir viviendo después de esto.
Era hora de aceptarlo. Él debía irse.Después se un rato, caí dormida en el hombro de Carolina, quién, en efecto dominó, se durmió en el hombro de Diego, y él, recostado a la pared junto a él. Los doctores tardaron un largo rato en informarnos sobre el estado de Nicolas. Dormí unas dos horas. Cuando desperté, estaba recostada al hombro de Susan. Junto a ella estaba mi padre. Solo ellos quedaban en la sala de espera.
Al abrir mi celular, estaba en notas. La primera nota decía "Ábreme". Obedecí.
"______, mis padres vinieron por nosotros. Hayblame cuando despiertes. Mantente tranquila.
Te quiero, Carol."
–Hija, ya es muy tarde. Podemos venir mañana a ver a Nicolas.
–Yo.. Yo no me quiero ir...
–¿Qué quieres hacer?
–Quiero pasar la noche aquí, junto a Nico.
–Niña, estas loca.–dijo Susan–debemos irnos. Entre más te aferras, más difícil será.
–Okay...Esa noche no pude dormir. No podía dejar de pensar en Nicolas.
~Flashback~
–¿Y éste lugar?
–Es mi lugar secreto. A veces vengo aquí a pensar.
–Aquí decidí algo importante... _______, ¿quieres ser mi novia?"
–Ss.. Ss... ¡SÍ!
~Fin del Flashback~
Varias lágrimas salieron sin aviso. Cada vez era más difícil. Lo peor era que me culpaba por no haber dicho algo de mi anterior sueño. Yo nunca soñaba nada, si esa vez vi algo era una advertencia.
–¿Porqué no avisé? ¡Esto es mi culpa!–me susurraba a mí misma una y otra vez entre sollozos. Yo lo había visto y no dije nada.Al siguiente día me levanté más tarde de lo usual. No quería levantarme. Mi humor era tan insoportable que ni yo misma querría hablarme.
A las 4:30 pm mi padre pasó por mi mamá y por mí, junto a Susan, para ir al hospital. Al llegar, los padres de Nicolas ya estaban ahí. Su madre me dijo que había pasado la noche. La noche más difícil de su vida.
–¿Qué han sabido de Nicolas?–les preguntó mi padre.
–Sigue en coma. Los doctores dicen que no pueden hacer nada... Él tiene la última palabra.
Sentí mi estómago apretado.
–¿Puedo verlo?–pregunté
–Claro.Dirigí a su habitación con un nudo en la garganta. Me senté frente a él y tomé su mano.
–Nicolas, sé que puedes escucharme...–hice una pausa para guardar el llanto.–Sólo tú puedes elegir. No te obligaré a quedarte, pero tampoco estoy diciendo que no me harás falta. Sólo quiero que no me dejes sola. Cambiaste mi vida, Nicolas.–cubrí mi boca con la palma de mi mano aguantando.–Le diste color a mis días. Nicolas, gracias. Gracias por cruzarte en mi camino y darme el mejor año de mi vida. Sabes que no soy muy cursi, pero... Te amo, y siempre te amaré.
En ese momento, sus padres entraron a la habitación.
–¿Necesitan que me vaya?
–No. _____, queríamos hablar contigo.–dijo su padre.
–Sólo queríamos decir... Gracias. Hace mucho no veíamos ese brillo tan especial en los ojos de Nicolas. Lo cambiaste para bien. Era más animado, sonreía mucho más.–expresó su madre.
–Sabemos que, después de esto, será difícil volvernos a ver...–siguió él–Por eso, queríamos agradecerte de ante mano haberle cambiado la vida a nuestro hijo. Este, sin duda, fue su mejor año.
–Gracias a ustedes por haberme aceptado. Yo amo a su hijo, nunca dejaré de hacerlo.
Me acerqué a él y le dí un tierno beso en la frente.
–Los dejaré solos.–dije al salir.No pasaron ni 10 minutos cuando, de pronto, había otra complicación con Nicolas. Estaba más alterada de lo usual. Estaba sudando. Mis piernas temblaban. Sostenía fuertemente la mano de la madre de Nicolas.
*No te vayas, Nicolas. No me abandones...*
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"Y, de pronto, llegaste tú..."
Fiksi RemajaA los 15 años el amor es lo más confuso del mundo, altera todo tu universo y mueve piezas de tu rompecabezas... pero, a veces, es mejor ser un desastre, pero un desastre feliz.