El agua salpica a su alrededor, se desborda sin control, las burbujas de aire que se crean dentro del agua salen a la superficie, los gritos ahogados, las risas del exterior, las manos enredados en el cabello castaño oscuro, la fuerza que ejercen, las personas que miran la escena, y, solo una chica llorando y suplicando por su vida, su rostro lleno de lágrimas que se pierden con el agua contaminada del retrete, que, previamente habían orinado.
Lander, el líder de un grupo de siete personas, una persona lujuriosa y detestable que sostiene con fuerza el cuello de Cara, hundiéndola en el retrete, y, a pesar de que manotea en el aire y patalea por ser liberada no es lo suficientemente conmovedor su sufrimiento como para que la deje ir, o siquiera respirar.
Mackenzie, Mahe, Jayden y Susan vitorean a su amigo, riendo, festejando y de vez en cuando turnándose para torturar a la pobre niña, mientras que Victor y Dallas hacen turno en la puerta de los baños de niñas para que nadie entre.
Una vez que sacaron la cabeza empapada de Cara, que toma aire con desesperación para luego toser, los chicos gritan excitados y emocionados por el momento.
Dejan caer con brusquedad el cuerpo de Cara que apenas se mantiene consiente, su rostro golpea el suelo y rápidamente el sabor metálico llega a su boca, seguramente se reventó el labio cuando se golpeó contra el suelo frío y lleno de agua. Ella, aun escuchando las voces de sus compañeros se arrastra por el suelo, intentando alejarse lo más posible de ellos, tratando de pasar inadvertida, pero es una tarea difícil, ya que aunque no lo desee, es el centro de atención en esos momentos.
Mahe se acerca ella, susurrando vulgaridades, o mejor dicho golpeando palabras con asco, como si ella fuera un ser despreciable y asqueroso siquiera de ver. Cara llora sobre el agua orinada, aun arrastrándose lo más lejos posible, pero Lander no se lo permite, empuja a su amigo que estaba casi inclinado sobre ella, se interpone entre su camino de huida, le toma del cabello empapado y con brusquedad le levanta el rostro, haciendo que su cuello tronara en el proceso, ella gime adolorida, alterada y a punto de desmallarse del pánico.
—¿Qué sucede princesa? —su voz asquerosa se escucha como si en verdad estuviera preocupado por su salud, pero estaba más que decir que estaba actuado. Jamás se preocuparía por ella, y todos en la habitación o incluso fuera de ella sabían que él no sentía compasión por sus víctimas.
Ella solloza, dando un gran tufaso sobre su rostro, algo que a Lander le molesta, con su mano libre toma su rostro, lastimándola, dañándola, pero no le importaba, al contrario, amaba ver a sus presas débiles y lastimadas. Le escupe la cara y la calla dándole una gran bofetada. Ella a lo que solo responde gimiendo.
—¿Te gusta? —en el modo del tono que usó es como si estuviera excitado ante tal escena.
La coloca boca arriba, la mano que tenía en su cabello la coloca en su cuello pero sin cortarle la respiración, mientras que la otra levanta la falta que llevaba puesta, rompe las mallas por la parte de su sexo, a lo que Cara comienza a gritar aterrada; la mano que estaba en el cuello ahora la coloca en su boca para callar los gritos, y su otra mano hace a un lado sus bragas y, sin compasión comienza a tocarla.
Los gritos ahogados se podían escuchar hasta fuera de los baños, pero los que se encontraba fuera no tenían el valor ni las agallas como para entrar y ayudar, así que estos decidieron, en silencio, como si se leyeran la mente, decidieron comenzar a despejar el pasillo, dejando a Cara sola.
Los dedos de Lander nada agiles toqueteaban sus labios, clítoris y la entrada de la vagina, pero delicadeza no estaba en su nombre, era tan brusco y tosco que la lastimaban. Los gritos que soltaba parecía como si no hubiera un mañana, aunque, al paso que iba, parecía que se iba a morir en ese momento
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CARA PERFECTA
Short Story¿Cuántos días son necesarios para tener una paz completa? Quizá nadie tenga una respuesta para eso, pero yo sí, y es una semana.