CARA PERFECTA

CARA VIII

Esa noche fue difícil, le era imposible dormir. Las imágenes golpeaban su mente con fuerza. El rostro de Lander se hacía presente en cuanto cerraba los ojos.

Las risas de burlas de los chicos se escuchaban y retumbaban en las paredes de su cabeza, los rostros de todos se paseaban sin cesar, el leve murmuro de su nombre siendo pronunciado con desagrado, y no ayudaba el sonido de los gemidos desenfrenado de su madre.

Sus ojos oscuros miraban al techo de su habitación mientras intentaba olvidarse de todo.

De pronto, todo se detuvo. Los sonidos tanto los que provenían de su mente como los gemidos de su madre, por un momento Cara tuvo paz; sus miedos se detuvieron abruptamente, las sensaciones de ansiedad flotaron alejándose de su cuerpo y se encontraba ahí, acostada, tapada y se sentía desnuda a pesar de que se encontraba con ropa, se sentía vacía, y amó esa sensación, por fin se sentía completa, se sentía que al fin había encontrado su lugar, quería que todo se detuviera, definitivamente lo deseaba con toda su alma.

Cerró los ojos con lentitud y un par de lágrimas se derramaron por los bordes de sus ojos, una sonrisa se expandió por sus labios y sonrió tranquilamente.

—¿Cara? —la voz de unos de sus hermanos hizo que sus ojos se abrieran de golpe. Se sentó en su cama y lo vio, ahí, de pie, nervioso y ansioso.

—¿Sí? —respondió ella en respuesta.

El chico se acercó a ella con un poco de vergüenza y apenas dijo en un susurro:

—¿Estás bien?

—¿Bien a qué?

—Por lo de... —se detuvo un momento, tragó saliva y prosiguió—. Por lo de la escuela.

Cara se obligó a sonreír para que no vieran su debilidad.

—Todo se acabará pronto ¿No? Ellos irán a la Universidad y no los volveré a ver.

El chico asiente con la cabeza, completamente de acuerdo con su hermana, pero no tan complacido ni tan tranquilo como para dejar el tema a un lado. Se acerca a la cama y se sienta en la orilla. Los ojos igual que los de su hermana la miran. Su rostro serio alarmó a Cara, la puso nerviosa.

—Cara, si me quieres contar algo, hazlo, yo te ayudaré. ¿Lo sabes verdad?

Cara simplemente respondió con un asentimiento de cabeza.