Conforme iban pasando las clases ella parecía rodear medio campo con tal de evitar el grupo de amigos. Aunque en realidad parecía que la perseguían, en verdad ni siquiera la habían notado, ni siquiera Lander, él ya se había olvidado de ella.
Una vez que las clases hubieran acabado todos los alumnos salieron, Cara esperó a lado del auto de sus hermanos, cuando ellos llegaron, regresaron a su hogar, y luego de eso, todo fue como un día normal y corriente, como si nada hubiera sucedido.
La escuela se mantuvo tranquila durante bastante tiempo, más de lo que en realidad se esperaba, no volvió a verse por los pasillos algún abuso, ni humillaciones, todo iba muy bien, pero lo bueno no dura para siempre.
Pocos días después llegó un fuerte rumor que fue confirmado por el director y los profesores de la escuela. Un alumno se había suicidado.
Hubo investigaciones, pero nada, ni una pista que delatara porqué lo habían hecho. Todos los juzgaron y le determinaron depresión a causa de que sus padres estaban en proceso de divorcio y eso había acarreado muchos murmullos, miradas y dedos señaladores hacia él, pero jamás se hizo mención de que también sufría bullying por el mismo grupo, ese grupo de siete personas. También se dijo que tenía problemas mentales, aunque Cara jamás había notado nada raro en él, al contrario, había sido un chico normal y corriente, tímido y reservado, pero bastante agradable; lo sabía porque un año antes había hecho un trabajo con él. Habían hecho una investigación sobre la vida de los animales que son maltratados.
Steve, el nombre del chico, estaba completamente en contra de eso, del maltrato, tanto animal como a la persona, decía que era una manera muy cruel de ser, algo que no era normal y que podía ser catalogado enfermizo. Solo una persona con problemas mentales era capaz de disfrutar el sufrimiento ajeno, incluso su propio sufrimiento.
Steve solo tenía 18 años, era tan joven y con un gran futuro por delante. Sus padres estaban destrozados, querían una explicación, que le dieran un porqué, pero jamás lo hubo.
Esa tarde también fue diferente, no solo por la noticia del suicidio del chico, y en la forma trágica en la que había muerto, en lo que consistía colgarse frente a su hermano menor de tres años, del cual steve estaba encargado de cuidar; esa tarde al recibir esa noticia, los siete chicos que parecían dormidos parecieron despertar, como si un interruptor que había sido apagado ahora estuviera encendido.
A la hora de salida todos los chicos de la escuela casi corrieron huyendo de la escuela, intentando pasar desapercibidos.
Cara pasó por entre los pasillos, buscando un lugar por donde los siete chicos no la encontraban, pero parecía como si la sintieran y pasaban por el mismo pasillo por donde ella quería huir.
El ambiente era pesado, estaba cargado de tención y desesperación.
Nadie hablaba, y los que sí lo hacían apenas en un susurro, solo se escuchaban los zapatos al andar de todas las personas que recorrían los pasillos; se escuchaban los leves cuchicheos y las miradas estaban cargadas y dirigidas a siete personas que buscaban a alguien con ansias.
Conforme los minutos pasaban los siete comenzaban a sentirse exasperados, agotados y a la vez desilusionados de no encontrar al indicado.
Mientras tanto, Cara al final, luego de recorrer todos los pasillos en busca de uno solo sin los siete, al fin lo encontró y casi grita de alegría, corre casi despavorida en busca de la libertad que es la puerta. Mientras caminaba a la salida, su mente ya comenzaba a procesar, a pensar con euforia que pretexto podría usar para faltar el día de mañana a la escuela. Sabía que durante unos días estarían los chicos despavoridos y desesperados, así que era mejor mantenerse alejada.
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CARA PERFECTA
Short Story¿Cuántos días son necesarios para tener una paz completa? Quizá nadie tenga una respuesta para eso, pero yo sí, y es una semana.