Carta 7

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John:

Como Ian me había hablado una sola vez y ya era casi fin de año, no me tomé la molestia de volver a fijarme en él. Estaba preocupado por otras cosas. Además, gracias a vos, mis formas de relacionarme con el resto no eran las mejores.  Por ende ese verano llegó como cualquier otro, aunque muy dentro mío algo se iniciaba para cambiar de a poco. 

Probablemente recuerdes ese verano ¿verdad? Mamá hizo una cena especial por haber terminado mi primer año de secundaria. La cena incluyó, por supuesto, tu borrachera. Habías conseguido un trabajo como seguridad en un fábrica de montaje y estuviste toda la noche quejándote de que era un trabajo de mierda y que el año había sido una completa estafa  y que la comida estaba fría y "¡no sabes ni hacer una puta cosa bien mujer!" y mamá que te ignoraba y trataba de sonreírme. En fin, un fiasco de verano. 

Aún así esos meses fueron bastantes tranquilos comparados con otros. Trabajabas de noche y a pesar de que llegabas cansado y quejándote, tomabas una copa de vino y caías rendido en la cama. Durante la mañana dormías y a la tarde a veces desaparecías por lo que mamá y yo tuvimos oportunidad de respirar tranquilos. 

Por supuesto que ninguno de los tres sabíamos entonces lo que se avecinaba.  Por supuesto que soñábamos con ilusiones de otra vida. Por supuesto que no nos preparamos para lo peor y fue así que las cosas terminaron como terminaron.

Matt.

Cartas de verano ("Historias de estaciones" tomo III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora