John:
Las palabras de Ian resonarían durante mucho tiempo en mi interior. Quería preguntarle más sobre el tema pero entendí que era algo privado y que si él quisiera contarme algo al respecto lo haría a su debido tiempo.
Aún así, me sentí en deuda. Ian me estaba ayudando mucho y además me había revelado algo de sí mismo que, estaba seguro, pocos sabían.
Por ende, dos mañanas siguientes a lo sucedido, escribí en un hoja de papel arrugada un mensaje y se lo pasé en el medio de una clase de historia.
Ví cómo Ian recibía el papel. Ví cómo lo leía, con el ceño fruncido. Y luego levantó la mirada y se quedó mirando a la nada, totalmente sorprendido y pensativo.
El mensaje decía: "No necesitas salvarme. Tal vez basta con ayudarme a que aprenda a salvarme a mí mismo".
Matt.
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Cartas de verano ("Historias de estaciones" tomo III)
Romance50 cartas de amor nunca enviadas.
