Capitulo IV

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A la mañana siguiente del espectáculo desperté de una manera en la que hacía tiempo que no despertaba, felíz.

Me dirigí a la cocina para observar lo que Nathan cocinaba, eran panqueques, olían muy bien.

-Hola Claire- saludó Nathan.

-Hola Nathan- correspondí el saludo con una sonrisa en el rostro.

Nathan se sorprendió y me dijo -Crei que no sonreias-

-Pues ahora lo hago- respondí.

Grace apareció y me dijo -Gran actuación la de anoche Claire, el público creyó que estabas desconcertada.

-Lo estaba.

El desayuno transcurrió normal, no éramos muchos, la mayoría segun Grace duermen mucho.

Unos gritos incomprensibles perturbaron nuestro desayuno, una mujer apareció de las lejanas, estaba usando un vestido blanco el cual estaba sucio, desgarrado, su cara le hacía buen juego.

-¡Asesina!- gritó al ver a Grace, ella estaba desconcertada, pero aquella misteriosa mujer tenía unos ojos que irradiaba odio -¡Mataste a Ethan!.

-Señora, le puedo asegurar que no maté a nadie- respondió ante aquella acusación.

-Mentirosa, lo mataste, estabas allí aquella noche- dijo la mujer mientras se acercaba a pasos agigantados hacia Grace.

-Por favor calmese- Nathan se había entrometido para calmar dicha situación.

-No, tú estás implicado, todos lo están, todos son asesinos, mataron a mi marido, al amor de mi vida, lo hicieron, y ahora mienten.

Daryl logró salir de su remolque y apreciar el desorden que causaba aquella mujer.

-Tienen su sangre en sus manos- de la mesa tomó un cuchillo con su mano temblorosa le apuntó a Grace -Pero no se va a quedar así, les pagaré con la misma moneda- se dirigió hacia Grace, cuando corria su pie se vio atrapado por una pequeña raiz que salia levemente del suelo, cayo al pasto, sufrio un golpe el cual hizo que quedara inconciente.

-Esta viva, aun respira- dijo Grace mientras tocaba su cuello levemento -Becky sabra que hacer, llevenla con ella.

Nathan y Daryl levantaron a la misteriosa señora hacia el remolque de Becky, era bastante ligera puesto que no parecia ser un grave problema su peso para poder cargarla y llevarla hacia su destino.

Toqué la puerta del remolque de Becky, un remolque blanco con cafe en el exterior y un pequeño cartel de ella con la leyenda "La fabulosa escapista" colgaba de una pared del exterior, Becky abrio la puerta, tenia una taza de cafe en la mano y unas hojeras en sus ojos demostraban una carencia de sueño.

Daryl y Nathan entraron con la extraña mujer, -Tenemos compañia- exclamó Nathan, acercaron a la mujer a un sillon cercano y fue alli donde la colocaron

-¿Quien es ella?- preguntó Becky dandole un pequeño sorbo a su cafe.

-Una histérica, la viuda Jackson supongo- respondió Nathan.

-Dejenme adivinar, hay que despertarla.

-Sufrió un golpecito en la cabeza- dijo Daryl -Uno pequeño-

-Parece estar inconciente, lo mas conveniente seria esperar unos momentos, mis formulas no son milagrosas, bueno casi- exclamó Becky.

-Aproximadamente, ¿Cuanto nos demorariamos?- pregunto Nathan.

-No lo se unos quince minutos tal vez-

-Becky- dijo Nathan tomando del hombro a la pelirroja -¿Podemos hablar?

La escapista le guiñó un ojo con la cabeza le hizo una señal para afirmarle su peticion, se dirigieron a la parte de atras del remolque.

-Vaya hay van otra vez- dijo Daryl en voz baja.

-¿A que te refieres?- pregunté.

-Es complicado de entender, verás Nate ama enormemente a Becky, y creo que Becky le corresponde, deberían estar juntos, pero solo Dios sabe porque no lo están.

De la habitación salió Becky, se dirigió a un pequeño anaquel de madera lo abrió, con los dedos comenzó a buscar un frasco, -Aja-.

-Daryl, acercame a la invitada- dijo Becky, destapó el frasco, tenía un olor muy penetrante como si alguien hubiera mezclado cloro con leche podrida.

La misteriosa señora despertó de golpe, asustada y muy confundida -¿Donde estoy?- preguntó con voz suave.

-Estas en el circo Henriette, hace veinte minutos entraste gritando y casi matas a alguien con un cuchillo o bueno querías- respondió Nathan.

-No recuerdo nada de eso- afirmó la señora, bueno lucía joven no llegaba a los cuarenta -¿Quienes son ustedes?.

-Mi nombre es Nathan, el es Daryl, Rebecca y Claire, y ahora díganos ¿Quien es usted?.

-Ni nombre es Lylian Jackson- respondió -Mi marido era Ethan Jackson.

-Tenías razón​- exclamó Becky -Es la famosa viuda Jackson.

-¿De que habla ella?, ¿Ustedes tuvieron o saben algo del homicidio de mi esposo?.

Me mostré desconcertada, aparentemente era la única que no estaba actualizada con los secretos y acontecimientos de esta ciudad.

-Lee esto- dijo Nathan arrojándome un periódico.

En la primera plana y en letras grandes decía "Otro crimen de Misterio" comencé a leer la noticia -La noche de ayer, a las afueras de un bar de la carretera 24 fue encontrado sin vida el cuerpo de un hombre local, Ethan Jackson de 35 años de edad, fue encontrado con 17 puñaladas de corte limpio en el pecho, todas de distinto grosor y distinta herramienta y además de tener una grave ausencia de sangre en sus heridas y como cereza de pastel su ojo izquierdo fue removido.

-Ese crimen es básicamente un completo misterio, no tiene lógica ni coherencia desde cualquier lado de donde lo mires.

-Pero eso no explica el porqué estoy aquí- manifestó Lylian.

-Ni siquiera nosotros sabemos que es lo que usted hace aquí- respondió Daryl.

Miré la fotografía del periódico, el hombre tirado en la acera, los charcos de lluvia y esa expresión de frialdad que se encontraba en su rostro reflejaba la muerte, reflejaba su muerte, solo el sabía quién lo había asesinado, se llevó el secreto a la tumba, literalmente

El Gran EspectáculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora