Capitulo XIV

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Tomamos el arma del oficial West, no era la gran cosa era simplemente una revolver barata con empuñadura de madera, Grace insistió en llevarla menos mal para mí, aquel recuerdo de lo de Atlantic City sigue muy vigente en mi memoria.

En el cuaderno donde se encontraban los nombres y fotografías de los supuestos contactos de Chase, encontramos una persona que talvez pueda ayudarnos, de hecho eran tres personas, estaban dentro de la ciudad casi en el centro.

Tomamos un taxi y nos dirigimos a una calle con distrito comercial, una calle llena de puestos de venta de comida, la dirección nos llevo directamente a una carnicería.

Nos acercamos al mostrador de la carnicería dónde había un sujeto de unos cuarenta años de edad con un enorme cuchillo cortando la carne y creando con ello una serie de filetes que serían vendidos al público -Ya vamos a cerrar, ¿Se les ofrece algo?

-Estara buscando a alguien, se llama Tom Bryce.

-Si trabaja aquí, un sujeto muy raro diría yo, me temo que está apuntode irse- comentó aquel hombre -Lo pueden encontrar en la puerta trasera.

Salimos del local agradeciéndole a aquel hombre sus indicaciones, nos dirigimos a la puerta trasera de lo que parecía ser la carnicería, puertas dobles de metal fungian como entradas.

-Bien, espero que tu as bajo la manga funcione- dijo Grace mientras se colocaba un cigarrillo en la boca y sacaba un encendedor, lo accionó con los dedos y la flama emergió encendiendo su cigarrillo.

-Funcionara, lo prometo- mencioné mientras me posicionaba cerca de la puerta esperando a aquel hombre con su fotografía en mano.

Un hombre con un parecido similar a aquel hombre cuya fotografía estaba pegada en el cuaderno apareció abriendo y cerrando las puertas de metal y uniéndolas con un candado, inmediatamente le dije a Grace para que se percatase de la llegada de aquel posible Tom Bryce y para que lo notase aun mas le acerqué la fotografía para que distinguiese ese increíble parecido o inclusive viese que es el mismo Tom.

-Hora de poner en marcha el plan- susurré, aquel hombre comenzaba a alejarse de la carnicería a paso ligero, era obvio que no nos había notado -Sigueme

Nos pusimos en marcha, comenzamos a caminar tras aquel hombre, el no nos notó ni un solo segundo en ningún momento llamamos su atención, lo seguimos durante dos calles -Ahora- le susurré a Grace cuando desenfundo las llaves de un automovil, le había explicado a Grace lo que teníamos que hacer para que todo saliese bien, básicamente era intentar persuadirlo par que nos dijera lo que queríamos saber, todo debía ir bien no quiero que termine cómo fue en Atlantic City.

-Disculpe- dijo Grace dulcemente, el hombre dejo de abrir la puerta para dirigirle una mirada a la rubia que estaba muy cerca de el -¿Usted conocé a Tom Bryce?

-Soy yo, ¿Necesita algo?- dijo ya con su mirada cansada por las horas de trabajo que causó que el estar en la carnicería.

-De hecho si- expresó Grace -Queremos información de un conocido suyo.

-Espero que sea importante, ¿De quien se trata?

-Se llama Chase Stwart- Cuando Tom escuchó ese nombre se mostró un poco extrañado pero después salió corriendo mientras miraba atrás, era muy rápido tanto que sería completamente inútil salir corriendo detrás de el, pero el hombre estaba olvidando un detalle: el mirar hacia delante, Tom se tropezó con una pequeña maceta rota, dió dos quizá tres torpes pasos antes de caer de frente en el piso sucio de aquella callejuela.

Caminamos hacia el a paso rápido, el hombre intentaba alcanzar un tubo para poder defenderse, el estarse arrastrando no es una buena manera de defensa, mientras Tom extendía la mano le clavé mi tacón en la palma, se escuchaba como el hueso se rompía, crujiendo a medida que el tacón profundizaba cada vez más en su piel todo esto acompañado por un grito de dolor bastante fuerte, era como el coro de una canción, gritos y crujidos de huesos de mano similar al sonido que se hace al romper nueces, sus dedos se estiraron pero dejaron de moverse.

-¡Aaaah!- gritó aquel hombre mientras cerraba los ojos por el dolor que sentía en su mano -No conozco a quienes buscan.

-Si no lo conoces, entonces ¿Porque corriste?- cuestionó Grace, Tom guardó silencio un largo rato -No quieres hablar ¿Eh?- me hizo una seña con la cabeza para que le aplicase más fuerza, otro grito de dolor se escapó de la boca de Tom.

-Bueno, está bien está bien, talvez haya oído hablar de el- su respuesta no me convenció por lo que volví a pisarle con fuerza la mano, Grace sacó el arma de su bolsillo y le apuntó, Tom estaba aterrorizado, jaló del gatillo, Tom cerró los ojos pero se salvó el arma estaba descargada -Bien hablaré, pero por favor suelta mi mano- comenzó a llorar, eso le había asustado bastante.

-¿Ahora que?- me susurró al oido, se notaba nerviosa e insegura.

-Primero hay que llevarlo a un lugar seguro

-¿Se puede el circo?- preguntó en voz baja.

-Ya va a anochecer, no creo que haya alguien que nos represente un problema- dije, de inmediato noté algo que seguramente tiraría todo abajo -Tenemos un problema- le apunté con mi dedo una esquina de la calle, una esquina donde un vagabundo nos estaba observando, talvez llevaba mucho tiempo allí o quien sabe, talvez acababa de aparecer porque los ruidos le exaltado, como sea, existen muchas probabilidades, algunas son malas.

-No creo que represente problema, no le creerían- afirmó

No debíamos perder más tiempo, levanté las llaves del auto de Tom, escoltamos a aquel hombre hasta su auto cuidando que nadie nos viera y cuando nos dimos cuenta ya estábamos rumbo a las afueras de Portland, Tom estaba asegurado en el asiento trasero del auto para evitar que escape.

-Todo salió como lo planeado- dije mientras me ajustaba el cinturón de seguridad -Lo manejaste muy bien.

-Estaba hecha un manojo de nervios, casi me cago en los pantalones- soltó una pequeña risita y luego suspiró -Por lo menos estamos más cerca de encontrar a Chase.

El Gran EspectáculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora