Claire.
Un día más, una pista más, caminábamos rumbo a la dirección que Frank nos dió para poder discutir lo que el sabía, Becky tenía el arma en su bolsillo trasero y una mano en la espalda lista para desenfundar y disparar
No era una parte precisamente bella de Portland, pero era donde nos había citado, cruzamos aquellas calles hasta llegar a un edificio de pocos pisos, era un hotel, no había
Golpeé la puerta y en cuestión de segundos Frank ya había abierto la puerta -Pasen rápido- dijo en voz baja, cuando entramos aquel hombre se sentó en un sofá sucio sacó un pequeño reloj electrónico, hizo una serie de movimientos con botones que sobresalían de la parte superior de este, lo colocó en una mesita que estaba a un lado de este -Tienes exactamente treinta minutos para preguntarme lo que quieran- presionó un botón y de inmediato comenzaron a correr números rojos en la pantalla negra.
-Quiero saber tu relación con Stwart, y qué hacias en el circo aquella noche- Exclamé.
-Bien es una larga historia, hace unos meses, en las ruinas de la ciudad de Detroit conocí a Chase, en esos tiempos yo estaba desempleado, sin techo ni familia, vivía en un edificio abandonado con lo mínimo, aún recuerdo aquella noche había llegado un joven de cabello negro y con mirada derrotada a aquel edificio, "Hey" le dije "¿Qué haces aquí?", Giró su cabeza con seguridad, se acercó a mí y me dijo "Alguien está ciega y quiero abrirle los ojos", al principio me reí por la idea tan ridícula que tenía en mente "¿Como planeas hacerlo?" "Por las malas", por las malas, pasaron alrededor de dos días, y me había hecho amigo de Chase, ofreció pagarme y muy bien, tanto que pude comprar una casa en Oregón, lo único que tenía que hacer era sacar de ese circo a Joe y a Tom y de paso, meterles un buen susto uno del que no se podrían recuperar.
-Bien, ahora ¿Quién esta ciega?- preguntó Becky.
-Una chica rubia que no desempeñaba un papel importante en el espectáculo, más bien era algo así como un baile aéreo.
-Grace, lo sabía es Grace- exclamó Becky en voz baja.
-¿Algo más?- preguntó Frank, ya van por la mitad del tiempo.
-¿Cuántos más trabajan bajo las órdenes de Chase?- cuestioné.
-Esperen un momento- clamó aquel hombre antes de levantarse de su silla, comenzó a caminar por la habitación del hotel hasta que se detuvo una cómoda, abrió un cajón de madera, metió su mano y comenzó a moverla, sacó una libreta similar a la que teníamos en en el circo, se acercó hacia nosotras, nos entregó la libreta y dijo -Todos los nombres están aquí, todo está escrito aquí, totalmente actualizada, a Chase le robaron una similar pero esta está mucho mejor.
-Perfecto- susurré con cuidado de que nadie me escuchase, comencé a hojear las páginas de la libreta, enormes cruces cubrían fotografías y nombres de personas que en algún punto fueron importantes para Stwart.
El sonido del tono de llamada del teléfono del hotel comenzó a tumbar al fondo de la habitación, Frank se levantó a responder el teléfono -Buenas tardes- dijo Frank -Si, si, claro, nos vemos en un rato- se despegó del teléfono, lo colocó y giró su cabeza -Deben irse, mañana seguiré respondiendo todas sus preguntas.
-Pero aún no han pasado treinta minutos- reclamó Becky indignada.
-Ya lo se- exclamó molesto -Pero deben irse ahora.
Con la cabeza le hice una señal a Becky para ya retirarnos, colocó un gesto de confusión pero mantuve mi posición de irnos, nos levantamos de nuestros asientos y nos despedimos.
Pasó un rato y estábamos a un par de esquinas de aquel hotel, -¿Realmente nos iremos?- preguntó Becky.
-No- respondí secamente -Hay algo que no concuerda, algo que simplemente no me termina de convencer.
-¿Que haremos entonces?
-Ven conmigo
Con mucho cuidado y sigilo nos dirigimos de vuelta al hotel, el ambiente comenzaba a sentirse pesado, horriblemente preocupante era una descripción bastante exacta del como se hacía ver aquella tarde.
El sonido de caucho derrapando se hacía escuchar por todo el resto de la calle, era claro que un automóvil comenzaba a alejarse de la calle, corrí hacia el hotel con miedo de que haya digo Frank o aquella visita a la que aquel hombre le tenía tanto temor.
Al entrar nos reencontramos con una puerta semi-abierta no había mucho que ver allí, pero todo cambio cuando al entrar todo estaba tirado, habían gotas de sangre tiradas por doquier, bajo nuestros zapatos corría una gruesa línea roja de sangre que iba de la cama a la puerta, giré mi cabeza para encontrarme con una escena bastante grotesca, Frank, estaba... Muerto... Sentado en una silla de la habitación, tenía una serie de clavos ensartados en su cráneo del cual brotaba sangre, sus ojos estaban blancos cual pluma de gallina, en la pared estaba escrita la frase "Los traidores y curiosos mueren primero".
Sirenas de policía comenzaban a escucharse levemente -Lo que faltaba- exclamó Becky.
Tomé una decisión rápida y bastante impulsiva, estaba 99% segura que era una decisión un poco estúpida y en parte riesgosa, dejar mis huellas digitales y mi ADN en una fresca escena del crimen no era algo muy inteligente, tomé la libreta de Frank, la guardé en mi chaqueta y salimos corriendo de aquel lugar.
Al llegar al circo escondimos la libreta en el remolque de Becky, al abrirla y comenzar a leer el contenido de esta nos dimos cuenta que habían nombres y fotografías tachadas, entre ellas las de Bryce y West, bastante interesante, comenzamos a pasar y pasar las hojas de la libreta y nos percatamos que no estaba la parte demencial de aquel escrito, no habían aquellos dibujos nuestros, pero había algo, una persona nueva, alguien que seguramente hemos subestimado y lo que es peor ignorado todo este tiempo, un enemigo está en casa y bueno, a alguien no le gustará esto.
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El Gran Espectáculo
Mystery / ThrillerEl circo Henriette ha viajado por todo el país entreteniendo al público y dejando una misteriosa marca de infortunio. Ahora una chica llamada Claire se vuelve miembro del elenco de artistas del circo, pero llega el momento en que aquella racha de ma...