Capitulo XVII

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Terminar lo que empezamos, era lo único que decía Becky, pero sabía que era algo interminable, era un bucle de interrogatorios, siempre hacia falta información, siempre aparecía nueva, mientras dábamos un paso hacia delante, Chase brincaba un metro hacia delante.

Estaba sentada sobre un tronco mientras miraba el lago, Grace amaba este lugar tanto como a la bebida y ahora se perderá de ambos, pero por lo menos no correría peligro generado por Chase, estaba "segura".

Aún habían preguntas por resolver, pero también preguntas por plantearnos, miraba la identificación de Mitter, sabía que él era la causa de que Grace estuviese presa.

-¿En que piensas?- preguntó Becky, se había acercado a mí.

-En lo que haremos, aun tenemos trabajo por hacer- respondí mientras me ponía de pie, aun tenia la identificación entre mis manos, aferrada entre mis dedos -Pero también pienso en Grace, ¿Estara bien?

Becky soltó una sonrisita un poco involuntaria y sus ojos mostraron una expresión de indesicion -Estoy casi segura que sabra que hacer, es inteligente pero imprudente- tomó un poco de aire por la nariz para expulsar lentamente un suspiro -En fin, tenemos trabajo por hacer, aun le debemos una visita a Mitter.

Nos pusimos en marcha hacia la dirección de aquel personaje que aparecia en la fotografía del rectángulo plástico que había encontrado en un tronco hace dos noches, para nuestra sorpresa el hombre no vivía en Portland, vivía en una ciudad cercana al mar llamada Tillamook, decidimos tomar el autobús, era una ciudad pequeña, cuando llegamos lo primero que hicimos fue preguntar la dirección exacta que decía la credencial, pasamos un largo rato buscando información del paradero, hasta que se le ocurrió una idea a Becky: preguntar si habían visto a aquel hombre, entramos a una tienda de convenencia, para disimular nuestras intenciones compré algunas cosas, un six pack de cervezas, un encendedor, lentes oscuros y un par de paquetes de sopa de fideos instantáneos, pagué la cuenta y pregunté al dependiente -Disculpe, encontré esta identificación en una calle de Portland, ¿Reconoce usted a este hombre?- le extendí la identificación y finalmente el tendero nos dió su ubicación.

Caminamos hacia la casa de Mitter, no estaba muy lejos, la acera que nuestros pies pisaban tenía césped saliendo de las grietas que se formaban de manera un tanto extraña pero juguetona, los días de lluvia habían hecho que las plantas crecieran.

Miraba las placas de las casas, número 72 no, número 73 no, número 74 tampoco, número 75 ese sí, me acerqué atraves del sendero de piedra improvisada, era una casa similar a la de North Field, ¿Porque habrán escogido ese diseño de casas?, a un costado de la acerca estaba colocado como se de una casa abandonada se tratase, un buzón oxidado color rojo con el nombre "Mitter" escrito en letras grandes blancas.

Golpeé la puerta marcada con ese número en placas de bronce, de inmediato salió un hombre, de barba crecida color café, cabello un tanto largo y tenía los ojos de color café, era idéntico al hombre de la foto, no había duda aquel hombre era Frank Mitter.

-Buenos días- dijo aquel hombre -Si son del banco les juro que aún no tengo su dinero.

-Solo venimos a entregarle su identificación- respondí mientras jugueteaba con la identificación entre mis manos -Y a hablar con usted.

El hombre intentó cerrar la puerta sin antes haber tomado la identificación, Becky fue demasiado rápida y logró poner su pie entre la puerta y el marco de esta, -Vamos, ¿A qué le teme?

-¿Donde encontraron eso?- preguntó Frank muy alterado.

-Lo encontramos en un tronco cerca de la carpa del circo Henrriette- Dijo Becky, meneé la identificación entre mis dedos -¿Te suena ese nombre?

El hombre comenzó a hacer memoria falsamente, fingia recordar -Creo que hay un circo con ese nombre en Boise, en Idaho, pero no lo he visitado.

Sin pedir permiso entramos en su casa, nos sentamos en lo que era la mesa de la cocina, de la bolsa de plástico saqué las cervezas, abrí una y comencé a beberla, Frank se notaba desconcertado por el hecho de haber entrado en su casa sin permiso.

-Eres malo mintiendo Frank, ahora déjanos ver cómo eres diciendo la verdad- dijo Becky con un intento de tono amenazante -Ahora dime si eres realmente estúpido y ni siquiera sabes que ciudad visitaste la noche anterior.

-Vaya, si yo no sé mentir, tu no eres para nada amenazante, me he visto en situaciones aún peores- se le escapó una pequeña risa, se sentó en una silla que estaba enfrente en mi en la mesa de la cocina -No tengo porque temerte.

-Creemelo- Becky se había puesto enfrente de aquel hombre de manera retadora, sus ojos se volvieron penetrantes y su voz aún más seria que antes -No quieres retarme.

-Frank, no hagas que esto se ponga feo- comenté -Copera por el bien de todos.

-Bien, pero solo porque tú me lo pides,   ¿Qué es lo que quieres saber?

-Quiero que nos digas que estabas haciendo cerca del Henriette-

-Sabes, no te voy a mentir- pronunció -Ese día recuerdo bien a un par de rubias secuestrando a un joven subiendolo a su auto y iendose a gran velocidad

Volteé a ver a Becky, me acerqué a su oído y le susurré -Esta diciendo la verdad.

-Talvez pero hay algo que no cuadra en su historia- giró su cabeza para observar a Frank fríamente -Frank ahora dime, ¿Cómo supo que las supuestas rubias secuestradoras se dirigían al circo?, Dijiste que se alejaron muy rápido y no tienes una figura de atleta precisamente.

-Bueno, es bastante sencillo, reconocí a esa chica, ¿Cómo se llamaba?... A si, Grace Holcroft trabaja en el circo- respondió con una sonrisa en su rostro -No iba a permitir que le hicieran daño a Tom.

-Nunca dijimos que se llamaba Tom.

Frank abrió los ojos de manera sorpresiva, tragó saliva tan fuerte que se veía un movimiento bastante ruso en su cuello, llevó su mano a la frente -Saben- dijo nervioso -Tengo que llamar a mi madre- se levantó rápidamente y se dirigió hacia un teléfono, levantó la bocina y comenzó a marcar un número telefónico rápidamente.

Cuando estaba a punto de terminar Becky puso su dedo índice en el botón para colgar la llamada, Frank levantó la vista y miró a Becky apuntandole con una revolver directamente a los ojos -¿A quien llamabas Frank?

-Con que al final cumpliste tu promesa de amenazarme- dijo Frank -Supongo que esto va en serio.

-Puedes apostarlo- jaló del martillo, la bala estaba a punto de ser disparaba solo tenía que jalar el gatillo y Frank tendría una bala entre los ojos.

-Bien, se los tendré que decir, pero no aquí-

Esas fueron las últimas palabras de Frank antes de irnos, ya estábamos bastante cerca de saber algo sobre Stwart, pero había algo que quería saber, ¿Porque nos ayudaba?, no tendría sentido alguno poner resistencia si te vas a rendir cinco minutos después.

El Gran EspectáculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora